[Minghui Net] Fui llevada ilegalmente a un centro de detención en un condado cercano en el 2001. Durante ese tiempo, fui testigo del poder divino de Falun Dafa.
Los guardias asignaron a una prisionera como supervisora de la celda. Siempre les causaba dificultades a los nuevos prisioneros, incluyéndome a mí y a otros practicantes de Falun Dafa. Nos abusaba física y verbalmente. Nosotros solíamos recitar lecciones de Zhuan Falun y enviar pensamientos rectos juntos. Ella solía escucharnos y sin que lo supiéramos, estaba escuchando las enseñanzas. Gradualmente se volvió más y más bondadosa y dejó de agredir a los nuevos prisioneros.
Al final del año, el centro de detención demandó que todos los prisioneros escribieran un reporte ideológico. La supervisora de la celda escribió el suyo: “Desde que conocí a los practicantes de Falun Gong, los principios que me han enseñado me han cambiado completamente. Solía encargarme de las cosas con violencia. Luego de escuchar las enseñanzas de Falun Dafa, aprendí a tratar a otros con bondad, a seguir los principios de Verdad-Compasión-Tolerancia y a ser una buena persona. Falun Gong me enseñó a comportarme apropiadamente”. Ella no tenía mucha educación, así que les pidió a los demás que revisaran su reporte. Alguien le recordó: “Tu caso todavía está en sentencia y no se ha tomado la decisión si serás imputada o no. El reporte que escribiste podría influir tu caso de manera negativa”. Pero ella estaba decidida: “No me importa. Estoy diciendo la verdad. Es verdad que Falun Dafa me enseñó a ser una buena persona”. Entregó su reporte, y todos estaban preocupados por ella.
Varios días después, un guardia entró y le dijo: “El guardia principal desea hablar contigo”. Todos temían por ella. Dijo: “No se preocupen, no es gran cosa”. Regresó media hora después, y tan pronto como regresó, le dijo alegremente a todos que su caso había sido retirado y que podía irse a casa. Todo el mundo estaba feliz por ella.
Todos sabían que si hubiera sido imputada, enfrentaba de tres a siete años en prisión. Su creencia en Falun Dafa y su bondad resolvieron sus problemas.
En este centro de detención, todos los practicantes se portaban bien y rectamente, y clarificaron a toda la gente los hechos sobre la persecución. La mayoría de los prisioneros se sentían identificados con Falun Dafa. Los guardias ordenaron que a los practicantes se les diera más agua y comida. Otros prisioneros comían dos veces al día mientras que los practicantes comían tres veces. En la noche, algunos guardias del turno nocturno les pedían a los practicantes que les enseñaran los ejercicios de Falun Dafa. Durante el día, algunos se tomaban el tiempo de venir y hablar con los practicantes y compartir sus entendimientos.