[Minghui net] Yo era una persona emocional que durante años se preocupó por la muerte y la enfermedad. Estaba en busca de una práctica de cultivación que me librara de mis miedos y, finalmente, descubrí Falun Dafa en 1996. A pesar de todas las tribulaciones que he encontrado, fui capaz de superar las dificultades en base a mi creencia firme en el Maestro y en el Fa.
Dafa cambió mi vida, y mi salud ha mejorado enormemente. Problemas físicos, como un latido irregular en el corazón y calcificación en las cervicales, fueron todos curados, y mi cutis se volvió rosado.
Por lo tanto, me sentí muy afortunada de ser capaz de introducir Dafa a muchas personas. Algunos de mis familiares y vecinos también empezaron a practicar.
Agradecida por la salvación del Maestro
Cuando pienso sobre el Maestro y Dafa, no puedo dejar de sentir una sensación de orgullo. El Maestro ha hecho mucho para asegurar nuestra seguridad.
Un ejemplo de esto sucedió poco tiempo después de comenzar a practicar. Oí un ruido de descarga de la cocina, que resultó ser la olla a presión perdiendo su tapa. Gachas de avena y vapor caliente se desbordaron por todas partes. Presa del pánico, corrí a la cocina pero tuve problemas para apagar el gas. Gachas hervidas cayeron por toda mi cara y cuerpo, y también le cayeron a mi marido. En ese momento grité: “¡Maestro, ayúdame!”. La llama de gas se apagó e instantáneamente el vapor se disipó.
Mi marido y yo nos lavamos la cara y ambos nos sorprendimos de estar ilesos. Sólo había un punto rojo en mi cara. Nuestro jefe de recursos humanos de la compañía justo pasaba por ahí ese día. Él dijo: “Tu familia debe tener una protección especial, la avena hirviendo en la cara no causó quemaduras. Es un verdadero milagro”. Le dije: “Tengo la protección de mi Maestro”.
Un día asistí una conferencia de negocios en la ciudad. Más tarde, estaba siguiendo a la muchedumbre para salir del edificio y de repente me caí por la escalera hasta abajo. Inmediatamente recordé pedirle al Maestro que me proteja, entonces me levanté lentamente y caminé de regreso a mi auto.
Incluso mi hermana menor, que no practicaba Falun Dafa, se ha beneficiado de mi práctica. En septiembre de 2011, se le diagnosticó un cáncer de tiroides. Antes de eso, su familia entera ya había renunciado al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Tras el diagnóstico, ella siguió mi consejo y en varias ocasiones recitó en voz alta: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”. Su marido también se le unió. Durante un chequeo médico tres días más tarde, el estado del tumor cambió de maligno a benigno. Ella empezó a practicar Falun Dafa después de experimentar ese milagro.
Esclareciendo la verdad para salvar a la gente
Desde que el PCCh empezó a perseguir a Falun Dafa en julio de 1999, he aclarado la verdad a miles de personas.
En 2005, le aclaré los hechos sobre Falun Dafa a un miembro del comité de la aldea, y él inmediatamente accedió a renunciar al PCCh. Puso pulgares arriba y dijo: “La gente que más admiro son los practicantes de Falun Dafa; ustedes son verdaderamente notables. El partido va a morir”. Él también me advirtió que me mantuviera a salvo.
Un año más tarde, un hombre de unos 30 años se presentó en mi tienda. Era Tashi, oriundo del Tíbet. Estaba visitando a su primo y planeaba alquilar un inmueble para iniciar un negocio. Le conté sobre los hechos y le pedí que renunciara al PCCh y sus organizaciones juveniles afiliadas. Inmediatamente estuvo de acuerdo en renunciar a la liga juvenil y los jóvenes pioneros. Dijo que el PCCh ejerce un control muy severo sobre los tibetanos. Su hermano menor era un lama que secretamente mantuvo algunos retratos del budismo tibetano. Sin embargo, cada vez que los oficiales locales del partido iban a inspeccionar su templo, el tenía que poner los retratos de Mao Zedong y Deng Xiaoping.
Le mencioné a Tashi sobre Falun Dafa y sobre el Maestro, y expresó un interés inmediato en leer los libros de Dafa. Cuando le entregué Zhuan Falun con las dos manos, lo recibió siguiendo la tradición tibetana, arrodillándose en una pierna y levantando ambas manos sobre su cabeza. Cuando abrió el libro y vio el retrato del Maestro, sus ojos se llenaron de lágrimas. Me dijo que el Maestro Li era su verdadero maestro y que empezaría a cultivarse de inmediato. Estaba tan agradecido que hizo reverencias ante mí varias veces.
Dos días después, Tashi volvió y me regaló un khata blanco (una bufanda tradicional tibetana) para darme las gracias por hablarle sobre Dafa. Me contó que había decidido no hacer negocios aquí. Resultó ser que el Maestro había arreglado para él viajar miles de kilómetros para encontrar Dafa.
En el verano de 2011, fui a visitar a mi hijo en otra ciudad. En el colectivo de regreso a casa, tuve la oportunidad de hablar con un hombre de unos 50 años. Le comenté sobre el movimiento de renuncia al PCCh (Tuidang), y estuvo de acuerdo en entrar en internet y renunciar con su nombre real. Dijo: “Dejé de confiar en el partido hace años”. También le conté acerca de la difusión de Falun Dafa en el mundo entero, y sobre la persecución del PCCh hacia los practicantes. Él estaba impactado al conocer los hechos. Antes de su partida, me estrechó la mano y dijo: “Ha sido un honor haberte conocido. Has abierto una ventana para mí”.
El Maestro ha dado a sus practicantes este Fa maravilloso. Es importante que sigamos al Maestro y hagamos las tres cosas bien.
Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2013/1/5/136977.html