[Minghui Net] Comenzó la primera ronda de las promociones de Shen Yun y varios practicantes y yo decidimos ir hoy a Hamilton a poner carteles. ¡Suspiré! Ayer a la noche como de costumbre, y hasta la mañana, hice llamadas a China para aclarar la verdad a la gente de China. Más después de enviar pensamientos rectos tuve un pensamiento negativo: No había dormido la noche pasada; ¿cómo podría soportar mi cuerpo ir a colgar pósters? Tan pronto como ese pensamiento emergió me sentí somnoliento. Me di cuenta de inmediato y traté de eliminar este pensamiento. ¿Cómo podía sentirme cansado cuando estaba salvando seres conscientes? Debería tener más energía. Más tarde, cuando estaba haciendo los ejercicios, las palabras del Shifu vinieron a mi mente:
“Si no tienen miedo, el factor que les haría tener miedo se volverá no existente. Esto no debe ser una acción forzada, pero se logra por medio de renunciarlo calmada y verdaderamente”. (“Eliminen sus últimos apegos” de Escrituras Esenciales para un Mayor Avance II)
Después me di cuenta, es lo mismo que al estar cansado. Cuando tuve ese pensamiento, la somnolencia se fue inmediatamente. Después de terminar los ejercicios, agarré algo para comer y me fui a la estación de subterráneo a encontrarme con el resto. Cuando llegué allí, empezó a llover bastante fuerte. Chequeé el pronóstico del tiempo. Reportaba que la lluvia no iba a parar hasta las 5 de la tarde. Pronto me olvidé por completo de la lluvia y solo pensé en salvar seres conscientes. Mientras esperaba de pie que llegasen los otros practicantes, vi que había dos chinos parados junto a mí. Me pregunté a mí mismo si debería aclararles la verdad. Dudé y, finalmente, decidí hablar con ellos. Después de charlar un poco, inmediatamente fui al asunto y le dije a uno de ellos que íbamos a poner pósters para promover Shen Yun Performing Arts. Luego les conté acerca de Shen Yun. Uno de ellos me preguntó, “¿Eres un practicante de Falun Gong?” Ahí les hablé entonces sobre la persecución a Falun Gong llevada a cabo por el partido comunista chino (PCCh), y de cómo el PCCh pisotea los derechos humanos. También les conté sobre la llamada auto-inmolación en la Plaza Tiananmen, y sobre la renuncia al PCCh y sus organizaciones asociadas. Ambos inmediatamente acordaron renunciar al partido. Para las diez en punto sólo algunos practicantes habían llegado. Nos imaginamos que los otros no habían podido venir a raíz de la fuerte lluvia. Decidimos partir cuando aún éramos menos de diez.
Mientras nos acercábamos la lluvia comenzó a amainar y se detuvo cuando llegamos a destino. Luego, salió el sol. Me sentí bien y con calor cuando el dorado sol brilló sobre mí. El mal tiempo fue toda una ilusión. Era una prueba para ver si realmente teníamos el corazón para salvar seres conscientes. Nos dividimos en varios grupos, cada uno quedó a cargo de diferentes calles. Paramos en cada negocio, y cada comerciante nos permitió poner los pósters. Les íbamos mostrando el video de Shen Yun, y ellos elogiaban efusivamente a Shen Yun. Mucha gente dijo que iba a hablar con sus familias sobre ir a ver el show.
Mientras estábamos poniendo un póster en un negocio, no pude evitar decirle al practicante que estaba conmigo, “¿No es hermoso este póster? Es realmente fabuloso.” Tan pronto había terminado de decir la frase, un transeúnte se acercó a ver el póster. Le di un folleto de Shen Yun y lo aceptó con placer. Me di cuenta que los pensamientos de los Dafa Dizi eran realmente poderosos. Cada pensamiento de los Dafa Dizi tiene que ser recto, así puede cambiar la mente de las personas. El Shifu dijo,
“Ni siquiera necesitas tener la intención, porque este campo es puro, sereno y misericordioso, es un campo de pensamiento recto, por eso la gente no es propensa a pensar en cosas malas o a hacer cosas no buenas; tiende a generar un efecto así.” (Lección Sexta, Zhuan Falun)
Más tarde fuimos a un restaurant Chino y vimos sobre el mostrador el diario La Gran Época. Supimos después que el dueño apoyaba a Falun Gong. Le presentamos Shen Yun al dueño e inmediatamente pudimos poner el póster. Cuando terminamos, ordenamos algo para comer. Había muchos jóvenes chinos en el restaurant, probablemente estudiantes. Vi a cuatro estudiantes sentados en la mesa opuesta a la nuestra. Le dije a mi compañero, “Voy a ir a hablar con ellos.” Sin pensarlo más, me acerqué y me senté junto a ellos. Les pregunté, “¿Acaban de venir del continente para asistir a la escuela aquí?” Después les hablé acerca de Shen Yun y del tema de renunciar al PCCh. Sentí que cada una de mis palabras había tocado su corazón. Estaba continuamente enviando pensamientos rectos mientras les hablaba. Después les mostré el video de Shen Yun. Dijeron que iban a averiguar más a través de Internet. Ni siquiera supe de donde había salido mi valentía. Sabía que antes no me habría atrevido a hablarles. Sabía que había sido el Shifu el que me había ayudado a avanzar. Era como Shifu señalaba:
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos/ el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo” (“Bondades entre Shifu y los dizi” de Hong Yin II)