[Minghui Net] Según la TVBS en Taiwán, una película taiwanesa titulada “La Declaración Olvidada de Ginebra” fue retirada por la organización de las listas de películas registradas para el Festival Internacional de Cortos de Taipei 2012. El festival es patrocinado por el gobierno taiwanés y chino, y esta película cuenta la historia del tráfico de órganos en China. La organización de la competición se negó a dar ninguna razón por sus acciones.
La TV informa sobre el incidente a través de TVBS
Antes que la película fuera eliminada por los organizadores, estaba en el puesto 5 de la lista, y tuvo más de 1300 descargas en 8 días. Los simpatizantes expresaron que como la película describe el tráfico de órganos en China, y hace pensar a la audiencia, fue eliminada porque el partido comunista chino (PCCh) quiso tapar la verdad.
Mientras la película acerca de la sustracción de órganos en China está prohibida en Taiwán, otra película con una temática similar ha sido mostrada en Corea desde el 30 de agosto. La trama de Los traficantes, se basa en una historia real. En 2009, una pareja coreana de recién casados viajó a China, donde la mujer fue secuestrada y después asesinada, con todos sus órganos robados. La película revela una cadena de traficantes de órganos entre China y Corea involucrando cirujanos, policía china, oficiales de aduanas, y empresarios.
Para hacer la película, el director Kim Hong-seo comenzó en 2009 a estudiar los detalles del negocio y la extracción de órganos en China. Su intención era exponer al público a través de la película las prácticas secretas de sustracción de órganos.
La película ha sido exhibida en más de 450 teatros en Corea, y vista por más de un millón de personas en 8 días.
El cartel de Los traficantes
En realidad estas dos películas solo revelan la punta del iceberg de la sustracción de órganos en China. En marzo de 2006, los medios extranjeros informaron que el PCCh sustraía órganos de practicantes de Falun Gong vivos con fines de lucro. En agosto de 2006, Manfred Nowak, Relator Especial de Naciones Unidas sobre la tortura, y Asma Jahangir, Relator Especial de Naciones Unidas sobre la libertad de religión y creencia, pidieron al comité anti tortura de las Naciones Unidas investigar la sustracción de órganos en China. En noviembre de 2008, las Naciones Unidas pidieron al gobierno chino autorizar una investigación independiente para investigar las alegaciones de la extracción de órganos de practicantes de Falun Gong vivos.
En febrero de 2012, Wang Lijun, un alto oficial del PCCh y uno de los culpables involucrado en la persecución de Falun Gong y sustracción de órganos, escapó al consulado americano, y presentó una serie de documentos al gobierno americano, incluyendo evidencias de sustracción de órganos a practicantes de Falun Gong.
El 24 de mayo de 2012, el Departamento de Estado de los EE.UU publicó el Informe de Derechos Humanos 2011. El informe abordaba el tema de la sustracción ilícita de órganos en China, mencionando practicantes de Falun Gong e Uigures. El informe decía: “En respuesta a las alegaciones que los órganos de prisioneros ejecutados fueron extraídos para destinarlos a trasplantes, el Vice Ministro de Salud Huang Jiefu declaró en 2009 que los presos no son una buena fuente de órganos humanos y los prisioneros deber dar por escrito su consentimiento para que sus órganos sean extraídos. Medios extranjeros y locales y grupos de defensa continuaron denunciando los casos de sustracción de órganos particularmente de practicantes de Falun Gong y Uigures”.
En julio de 2012, David Matas, un abogado de derechos humanos canadiense, y Torsten Trey, un miembro fundador y director ejecutivo de Médicos Contra la Extracción Forzada de Órganos, co-editó y publicó el nuevo libro State Organs. De acuerdo a la descripción del libro por McNally Robinson, el número de trasplantes de órganos de China es el segundo después de los Estados Unidos. A diferencia de ningún otro país, prácticamente todos los órganos chinos para trasplantes provienen de prisioneros. Muchos de estos son prisioneros de conciencia. El asesinato de prisioneros por sus órganos es una violación clara de la más básica ética médica. State Organs explora el involucramiento de las instituciones del estado chino en este abuso. El libro reúne autores de cuatro continentes quienes comparten sus puntos de vistas y percepciones sobre las maneras para combatir estas violaciones. State Organs pretende informar al lector e influenciar un cambio en China para poner fin al abuso. El libro es el número tres de la lista de los más vendidos de Winnipeg, Canadá, el 2 de septiembre de 2012.
El 12 de septiembre, el Congreso de EE.UU tuvo una audiencia sobre Sustracción de órganos a disidentes políticos y religiosos del partido comunista chino donde varios dieron su testimonio.
“Abrir el cuerpo de alguien que está implicado en una idea religiosa o política o personal que es contrario a los deseos de la élite gobernante, y no es una amenaza para el régimen, este es el mayor y monstruoso crimen que puedo concebir”. Dijo a La Gran Ëpoca la diputada Dana Roharbache (R-CA), quien presidió la sesión. Rohrbarcher también se dirigió a los periodistas presentes en la sala, instando a aquellos que no lo habían hecho a informar sobre el asunto. “Esta posibilidad, -y esta probabilidad—nos empujó mas allá de lo horrible que desafía nuestro idioma, haciendo de “bárbaro” una palabra demasiado tranquila”, dijo el diputado Chris Smith (R-NJ), de AFP.
“La mayoría de los expertos sitúan el número de ejecuciones por año entre 2 u 8.000, la cual es muy inferior al número dado por diferentes fuentes en China, incluido el Dr. Jiefu”, dijo Damon Noto, portavoz del grupo de Médicos Contra la Extracción de Forzada de Órganos (MCSFO) en su testimonio. “Incluso si ejecutan 10.000 al año y trasplantan 10.000 al año, todavía habría una gran diferencia. ¿Por qué es así? Es simplemente imposible que estas 10.000 personas ejecutadas coincidan perfectamente con las 10.000 personas que necesitan los órganos”.
El Dr. Noto dice que varias investigaciones sugieren que la diferencia se llena con prisioneros de conciencia, especialmente practicantes detenidos de Falun Gong. Diez mil practicantes de Falun Gong están detenidos, preseleccionados (por tipo de sangre y otros criterios requeridos por compatibilidad con un órgano a un paciente) y asesinados bajo demanda con el fin de extraer los órganos para alimentar la industria de trasplantes en China, que genera cientos de millones de dólares de ingresos.
El Dr. Noto, portavoz del grupo de Médicos Contra la Extracción de Órganos Forzada (MCSOF) en la audiencia.
Torsten Trey, el co-autor del libro State Organs, advierte que “asesinar por órganos forma parte de la medicina de trasplantes en China, y las instituciones gubernamentales, incluida la policía, tribunales, militares y médicos en hospitales, están involucrados en este crimen". Dijo que el PCCh es el principal factor de la sustracción de órganos.