[Minghui Net] Ahora tengo setenta años. En 2003 me diagnosticaron un cáncer avanzado de vejiga. En 2006, cuando casi pierdo mi vida por esta enfermedad, conocí Falun Dafa. Desde que comencé a practicar Dafa, mi salud fue a mejor; ahora mi piel es muy suave y puedo subir fácilmente escaleras a la tercera planta llevando un bebé en brazos, algo que la mayoría de personas con más de setenta años no puede hacer.
Antes de que comenzara a practicar Falun Gong, trabajaba en un restaurante. Un día, oriné con dolor unos granos que no podían identificarse. Lo desestimé como algo que se debía a que tenía mucho calor dentro del cuerpo y no esperaba que los síntomas empeoraran. Sin embargo, todo mi cuerpo comenzó a hincharse, y me sentía cansado incluso con trabajo ligero. Fui al hospital local de mi condado y recibí inyecciones durante cuatro o cinco días. Por sugerencia de mi doctor, fui para una revisión a un hospital más grande: el diagnóstico fue cáncer de vejiga en estado avanzado, un tipo de cáncer difícil de curar. Unos días después de la revisión, comenzó a doler cuando orinaba, como si me estuvieran cortando la uretra con un cuchillo y la llenaran de sal. Perdí el control de la vejiga y me mojaba los pantalones a menudo. Mi estado era muy grave.
Un pariente de Shandong, un doctor muy conocido de medicina occidental y china se ofreció a curar mi enfermedad. Así que me mudé a Shandong y compré una casa allí. Cada día me ponían inyecciones, cuatro botellas de infusiones y medicina suficiente para llenar una palangana. Este régimen costó alrededor de 2.000 yuanes al mes durante 3 años.
El tratamiento resolvió inicialmente mi dolor y la pérdida de control de la vejiga, pero el cáncer continuó desarrollándose. Después de algún tiempo, mis síntomas empeoraron. Sabía que no viviría mucho más.
Cuando casi había perdido la esperanza encontré Dafa. La familia de mi pariente practicaba Falun Gong. Cuando fui a su casa, me contaron los hechos sobre Falun Dafa y me dijeron que practicar Dafa me traería buena salud. Después de escuchar a mis parientes, empecé a practicar. En ese momento, tenía un pensamiento: desde ahora cortaré mis lazos con este mundo material y seguiré solamente el camino de la cultivación.
En ese momento, la persecución a Falun Gong era muy grave. Salí a distribuir materiales de aclaración de la verdad. Al principio, tenía miedo de salir solo y pedía a otros practicantes que me llevaran. El caminar me cansaba mucho, y sudaba mucho con mis abrigos de invierno. Cubríamos todos los sitios de 5 a 15 kilómetros cada vez que salíamos. Al final, perdí mi miedo. Algunas veces mi familia no me dejaba salir, diciendo: “no salgas estos días; el malvado partido comunista chino (PCCh) está celebrando una conferencia”. Yo me decía: cuanto más tensa la situación, más necesito salir para distribuir materiales. ¿Significa que si el partido siempre celebraba una reunión, nunca podría salir a distribuir materiales de aclaración de la verdad?
Shifu me ayudó a limpiar mi cuerpo. La enfermedad del interior fue expulsada a la superficie, lo cual se manifestó de forma que orinaba sangre periódicamente. Después de la limpieza, no volví a orinar sangre. Una vez, no podía orinar incluso después de pasar medio día en el lavabo. Una persona común habría ido al hospital inmediatamente. No tenía ningún sentimiento de incomodidad, solo un poco de dolor. Mi hija y mi yerno estaban muy asustados: ¿cómo puede un anciano sobrevivir a esto sin ir al hospital? No fui al hospital. Me dije que tengo a Shifu y tengo a Dafa. Nunca abandonaré mi práctica. Como resultado, me recuperé completamente después de dos o tres días. Ahora, todos en mi familia me apoyan en mi práctica de Falun Gong.
He praticado Falun Gong durante seis años, y mi salud ha mejorado sólidamente. Nunca volví más al hospital. Ayudo a mi hija cuidando de su hija y su bebé. Cocino el desayuno para los hijos mayores. El bebé es muy travieso y siempre lo llevo en brazos. Subo y bajo las escaleras llevándolo encima y no parezco un hombre anciano de más de setenta años.