[Minghui Net] Lo que experimenté profundamente durante mis 16 años de cultivación fue el entendimiento y el proceso de “abandonar”. La palabra “abandonar” era un concepto muy extraño para mí antes de cultivarme en Falun Dafa. Al crecer creí que solo obtendría felicidad luchando contra los demás por conseguir cosas. Ni siquiera era consciente de que nuestro idioma ancestral incluía el término “abandonar”. Durante la vida diaria, tenía mucha seguridad y pensaba que era normal luchar por las cosas sin importar si realmente las necesitaba o no. Si no podía conseguir algo a la primera, lo perseguía hasta que lo conseguía finalmente. Luchas por las cosas se convirtió en una fuente de felicidad en mi vida. Disfrutaba completamente de todo el rango de emociones humanas durante la lucha.
Recuerdo que mi apego a la competencia se fortalecía más durante los movimientos del perverso PCCh para perseguir a los chinos. Bajo ese tipo de estándar moral, desarrollé todo un conjunto de normas y lecciones para sobrevivir. Desde entonces, estas nociones humanas formadas controlaron toda mi vida. Mi pensamiento egoísta generaba realmente mucho ye de pensamiento y ese ye me enterraba profundamente en una vida muy egoísta. No sabía realmente qué estaba haciendo cada día, ni por qué estaba aquí.
En junio de 1996, tuve la fortuna de aprender Falun Gong. Durante las dos conferencias de intercambio de experiencias a las que asistí, cada practicante tenía su experiencia única de cultivación para compartir. Yo solo tenía el sentimiento de que Shifu es grandioso y que no podía compartir nada más. Mi apego de pretensión de superioridad era muy fuerte. Durante mi vida como persona común, mis antiguos colegas me halagaban y a menudo me decían que mis discursos eran los mejores. Me ruborizaba mucho cuando escuchaba eso. Pero esto no funcionaba durante mi cultivación en Dafa. Cuando estudiaba el Fa, algunas veces me dormía. Cuando practicaba la meditación, algunas veces me distraía. Aunque escribí un artículo que fue publicado en la web de Minghui, un año después otro practicante escribió un artículo para señalar que mi entendimiento se había desviado de los principios del Fa. ¿Cuál era mi problema? ¿Por qué no podía avanzar diligentemente durante la cultivación?
Shifu dijo:
“...nosotros no queremos ese poder político. Tenemos tantos Dafa dizi que en ese entonces, en la cultivación, dijeron: “He obtenido el Fa, como aprendí el Dao en la mañana, puedo morir al anochecer”. Es decir, cuando he obtenido el Dafa, si se me da la presidencia, ni quiero ser presidente, quiero xiulian. Es decir, siendo un cultivador, se deben abandonar estos beneficios y ganancias del mundo humano; lo que persiguen los cultivadores no es esto, lo que quieren es abandonar los apegos del mundo humano”. (“Fahui Internacional de la Capital de los EE.UU. de 2012”)
Después de estudiar el artículo de Shifu “La Naturaleza Fo”, de repente desperté y entendí todo. Me di cuenta de que todas estas nociones humanas no eran mi auténtico yo, pero estas nociones controlaban firmemente mi vida. Las cosas que luché muy duro por conseguir en el pasado eran todos apegos y yeli. No era lo que yo realmente quería. Antes de la cultivación no sabían quién era yo o por qué vivía y siempre me creía superior. Nuestra cultivación es para librarse de esas cosas.
“Abandonar” es un estado constante que los practicantes deberían tener. Solo abandonando podemos encontrar nuestro auténtico yo.
Desde ese día, comencé a memorizar el artículo “La Naturaleza Fo” en Zhuan Falun (Volumen II). Mientras que me llevó solamente un mes memorizar todo el libro de Zhuan Falun, me llevó dos semanas memorizar este artículo. Sabía que era la interferencia del mal y que no debería abandonar. Cuando estaba recitando, entendí que era el ye de pensamiento generado por estas nociones humanas intentando interferir conmigo. Así que también recitaba el apartado “La conciencia principal debe ser fuerte” de Zhuan Falun junto con el artículo “La Naturaleza Fo”. Después de dos semanas, pude recitar bien ambos artículos.
Recitar estos dos artículos se convirtió en una lucha entre el bien y el mal. Perseveré y en poco tiempo mi estándar moral mejoró y no me asustaba abandonar todo, incluyendo la fama, el egoísmo, el sentimentalismo y el sentimiento de superioridad. Ya no me quedaba dormido durante el estudio del Fa y ya no estoy confuso mientras practico los ejercicios, y cuando envío pensamientos rectos mi palma se mantiene recta todo el tiempo. Mi estado de cultivación también cambió. Durante estas muchas tribulaciones y pruebas pasadas, había aprendido cómo mirar dentro para encontrar mis apegos y qué hacer para eliminarlos basándome en el Fa.
Durante un tiempo, tuve síntomas de mareo y temblores. Cada vez duraba de unos segundos a dos o tres minutos. También me temblaba la mano derecha. Había trabajado con otros para tratar sus enfermedades y sabía un poco sobre las enfermedades de la gente común.
Mis síntomas desde el punto de vista de una persona común parecían bastante peligrosos y habría sido hospitalizado inmediatamente. Pero no me entró pánico para nada y no me sentía molesto por ello ni se lo decía a nadie. Aún hacía lo que se suponía que debía hacer. Sabía que la cultivación elimina las enfermedades, que es yeli, incluso aunque la cultivación no es para curar enfermedades. También sabía que este estado no era una enfermedad y que era solo una ilusión. La clave es si podía abandonar las nociones humanas. Cuanto podamos abandonar es lo que podremos mejorar y la tribulación desaparecerá. Si no podemos abandonar, la tribulación se hará cada vez más grande. Deberíamos identificar y abandonar todas las nociones humanas. Después de entender estos principios, los síntomas ya no volvieron más.
Durante la cultivación, normalmente tenía que vérmelas con asuntos de cooperación entre practicantes. Cuando sucedía este tipo de cosas, no insistía en mi opinión y casi siempre renunciaba a mi opinión.
Cuando una de las conferencias del Fa de Shifu en Estados Unidos acababa de publicarse, organicé a más de 50 personas para estudiar el Fa de Shifu. Después de terminar de estudiar el Fa, comenzamos a compartir experiencias de cultivación. Después de decir unas palabras, algunos practicantes me interrumpían y decían: “Deberías parar. No entendemos de qué estás hablando. Por favor deja que otros compartan sus experiencias”. Yo respetaba realmente las opiniones de los practicantes y dejé de hablar inmediatamente y dejé que otros hablaran. La clave no era quién tenía razón o quién estaba equivocado. Solo la gente común lucha por ver quién tiene razón. La clave es abandonar todos los apegos. Solo abandonando los apegos al “yo”, podemos asimilarnos al Fa.