Esta es una montaña de cultivación. Cultivadores determinados vienen a esta montaña, se construyen un refugio simple, similar a una cueva, y viven una vida simple dedicada a la cultivación. Antes de venir aquí, compañeros practicantes nos habían contado cómo el gobierno ha estado registrando estas moradas, y cuántos cultivadores preferían moverse a las zonas más alejadas de las montañas.
Hay un templo al pie de las laderas. Ya era por la tarde cuando llegamos, así que decidimos pasar la noche en el templo y empezar nuestro viaje montaña arriba al día siguiente. Al segundo día temprano por la mañana, acompañados por un grupo de practicantes tibetanos, empezamos a escalar la montaña a través de un sendero sucio cubierto de hielo.
Alrededor de la mitad de la montaña empezamos a ver estas “cuevas” de cultivación construidas por monjes y monjas. Una practicante tibetana nos acompañaba, ya que la mayor parte de la gente en Tíbet no habla o entiende chino. Viendo a nuestra amiga tibetana difundir el Fa, mirando a los ojos de estos cultivadores, podía sentir su pureza y su compromiso hacia la cultivación, y podía ver muy claramente cómo la gran compasión de nuestro Maestro nos había llevado allí. En las vastas tierras altas de Tíbet, hay mucha gente que tiene el deseo y la voluntad de cultivarse, aunque ellos no sabían los sucesos actuales en el universo, ni sabían sobre la difusión de Dafa en este mundo…
Cuando visitamos viviendas y refugios a lo largo del camino, la mayoría de la gente aceptó “Lunyu” (el texto introductorio/resumen de Zhuan Falun, libro principal de Falun Dafa escrito por el Maestro Li). Una monja joven nos condujo a su choza de barro, algunas otras monjas estaban sentadas dentro. Nuestra compañía, la mujer tibetana, les presentó Dafa y les mostró la foto del Maestro Li. Ellas sostuvieron la foto del Maestro respetuosamente sobre sus cabezas preguntando: “¿Podremos ver al Maestro?”. Estaba tan profundamente conmovida. En el camino de regreso, nos encontramos con una monja anciana y le presentamos Dafa. Inmediatamente aceptó una versión tibetana de Zhuan Falun (sólo han sido traducidos las dos primeras lecciones). Nos dijo que se había dado cuenta de que su “gong” (energía de cultivación) no había crecido en al menos 7 años, y que atesoraría la escritura (Zhuan Falun) que le dimos –es Fo Fa.
Vimos un lama sentado bajo el sol mientras esperábamos el transporte cuando bajamos. Nuestra amiga tibetana le presentó Dafa. Encontramos que era un lama laico (que se cultiva solitariamente en casa), había oído sobre Falun Gong por amigos hacía algunos años, pero como no sabía leer chino, había esperado la traducción tibetana todo este tiempo. Nos dijo que en su pueblo natal (en un área muy remota de Tíbet), hay varios practicantes de Falun Gong tibetanos, y aunque bajo presión ahora, todos ellos persisten en su práctica. Cuando sugerimos que nos gustaría ir a este pueblo para distribuir nuevas escrituras del Shifu se ofreció a ayudar ya que es un pueblo pequeño bajo estricta vigilancia, por lo que si hubiéramos ido, hubiéramos atraído la atención y podríamos habernos puesto en peligro. ¡Eso fue tan amable por su parte!
Cuando regresamos a Lhasa, este lama nos localizó y aceptó encantado la traducción tibetana de Zhuan Falun (dos primeras lecciones), las nuevas escrituras, y artículos de Minghui para los compañeros practicantes en su pueblo natal. Nos dijo que sentía que éramos amigos muy cercanos. Debido a que vive tanto en su hogar como en Lhasa por periodos diferentes, dijo que podía ayudar con la comunicación de Dafa, y que sabía que este Fa es tan bueno, de otro modo no hubiera querido tomar tan grandes riesgos para sí mismo.
Durante nuestra estancia en Tíbet, la mayor parte de nuestro tiempo lo empleamos en presentar Dafa en los templos. En Lhasa, Shannan y Zedang, pudimos encontrar individuos predestinados y lamas. Algunos habían estado esperando largo tiempo la traducción tibetana de los materiales de Falun Gong; algunos nos dijeron que lo que estábamos haciendo –llevar el Fa a la gente– es un acto de inmensa virtud. Algunos obtuvieron Dafa a través de arreglos milagrosos. Había un templo, en una aldea de monjas, en las altas montañas, sólo el líder de esa aldea entendía chino. Aceptó Zhuan Falun en tibetano (primeras 2 lecciones) y dijo que terminaría de leerlo. Sugerimos que podía dejar que los demás (las monjas) lo leyeran también.
También intentamos enviar algunas cartas por correo y distribuimos algunos materiales de aclaración de la verdad en cabinas telefónicas. Dos practicantes fueron arrestados mientras distribuían información de Dafa. Supimos más tarde que cerca del final de nuestro viaje, las autoridades chinas habían empezado una “muestra de imágenes” itinerante difamando a Falun Gong que pretendía cubrir todo el distrito, y que cada unidad de trabajo estaba obligada a asistir. El mal está extendiendo sus manos dentro de Tíbet y llegando al inocente pueblo tibetano.
Desde un punto de vista práctico, debido a la barrera del lenguaje y otros factores ambientales, tenemos grandes necesidades de muchos más practicantes tibetanos locales y otros que sean capaces de ayudar a preparar materiales de Dafa y en la traducción. Demos todos un paso adelante para difundir el Fa, salvaguardar el Fa y contar la verdad al mundo.