[Minghui Net] Vivo en el noreste de China y tengo cuarenta y siete años de edad. He practicado Falun Dafa desde diciembre de 1998. Me gustaría compartir mis experiencias acerca de cómo me he beneficiado de la práctica de Falun Dafa.
Mis días a la deriva con la corriente
Me gradué de la universidad en 1989 y mas tarde, acepté empleo en una compañía estatal china. Clientes de todo el país compraban nuestros productos, los cuales siempre escaseaban por no tener suficiente oferta. Los empleados que trabajaban en la compañía, incluyéndome, contendían e intrigaban por fama y beneficio personal utilizando los recursos de la compañía. Siempre me sentía enojado porque les ofrecían las posiciones más deseadas a aquellos empleados con conexiones y éstos siempre estaban rodeados de clientes que los halagaban y sobornaban. Yo sabía que estaba más capacitado que ellos, pero tenía que conformarme con una posición menor. Me sentía pisoteado y de segunda clase.
Me casé en 1992. Éramos incompatibles y peleábamos constantemente. Mi hijo, que nació en 1993, lloraba y armaba un escándalo constantemente, lo cual me estresaba aún más. Antes de llegar a los treinta años de edad, mi salud se había deteriorado. Me dolía mucho la cabeza, tenía dolor de pecho, me cansaba rápidamente, sufría de enfermedad del hígado, cálculos renales y dolor estomacal cada mañana. Comencé a beber y hacer apuestas. Viéndome así, mi esposa compró muchos artículos y sugirió dárselos a mi supervisor. Realmente estaba en contra de esta idea.
Mas tarde, una persona honesta se convirtió en mi superior. En agosto de 1998, me convertí en director del departamento de manufactura de la compañía.
Practicando Falun Dafa
En junio de 1998, un colega me dio una copia de Zhuan Falun. Leí el libro entero esa tarde en mi oficina. Entendí las respuestas a muchas preguntas que tenía acerca de mi vida. Ya no estaba perdido, porque las enseñanzas disolvieron todas mis dudas. Me gustaba la filosofía y estaba interesado en la adivinación. Sin embargo, de algún modo, sabía que no era todo. Una vez soñé que un maestro vendría a enseñarme algo al nivel más alto. Zhuan Falun me enseñó el verdadero significado de la vida y contestó, en simples palabras, las preguntas que me habían preocupado por muchos años.
Llevé el libro a casa y animé a mi esposa a estudiarlo. Rápidamente, se convirtió en una practicante. Yo, por otro lado, quería lograr muchas cosas. Por lo tanto, gasté seis meses. En diciembre de 1998, finalmente abandoné mis nociones y me convertí en un practicante.
Usaba todo mi tiempo fuera del trabajo para estudiar las enseñanzas, promover la práctica y hacer los ejercicios. Ya no me sentía pesimista, sino contento y realizado, como si hubiese encontrado el camino a casa. Quería que mas personas supieran acerca de Falun Dafa y era muy entusiasta esparciendo las buenas nuevas. Mi madre, mi hermano y hermana menor se convirtieron en practicantes.
Cinco de mis colegas en el departamento de manufactura empezaron a leer Zhuan Falun. Recuerdo un día, cuando tomaba la siesta al mediodía, sentí claramente que algo presionaba hacia abajo en mi abdomen, como si una mano agarrara y sacara algo fuera de mi cuerpo. Un par de días más tarde, sucedió nuevamente cuando tomaba la siesta. Sabía que era Shifu el que limpiaba mi cuerpo y removía enfermedades terribles de las que sufriría mas tarde. También vi en el sueño que Shifu removía los malos espíritus de mi cuerpo. Recuerdo un día, cuando me alistaba para hacer la meditación tratando de presionar mis piernas hacia abajo, Shifu limpió mi cabeza. Poco tiempo después, todos mis achaques desaparecieron. El cálculo renal, que tenía cerca de una pulgada de diámetro, desapareció. Podía subir las escaleras sin tener que jadear, mi cabeza y pecho dejaron de doler y tenía energía de sobra. Me sentía maravilloso, como en una nube. Desde entonces, nunca más tomé medicamentos ni pagué un céntimo en gastos médicos.
Cambió mi opinión acerca de la vida
Dejé de contender por fama y beneficio personal. Creí lo que Shifu dijo:
“…si algo te pertenece, no lo perderás, y si algo no es tuyo, no vendrá por más que luches”. (Zhuan Falun)
Me convertí una persona amigable y considerada. Miraba adentro para encontrar mis apegos cuando los conflictos afloraban y ya no lastimo a nadie.
Antes que practicara Falun Dafa, un amigo de Tianjin quería mi ayuda. Utilicé mi influencia para ayudarlo. Claro, era en contra de las reglas. Mas tarde, mi amigo me ofreció 5,000 yuanes para expresar su gratitud y tomé el dinero. Luego de aprender Falun Dafa, supe que había errado y me preguntaba cómo podía arreglarlo. Mas tarde, me llamó y quiso reunirse conmigo. Llevé los 5,000 yuanes conmigo y los puse en sus manos. Le dije: “Por favor no te ofendas. Te estoy devolviendo el dinero porque recientemente empecé a practicar Falun Dafa. Las enseñanzas requieren que seamos buenas personas y no tomar ventajas de otros por avaricia. Seguimos siendo amigos. Si necesitas mi ayuda y no está en contra de las reglas, haré lo posible por ayudarte”. Mi amigo se quedó mirándome por un rato. Después de calmarse, me dijo: “He estado en este negocio por muchos años y he conocido a mucha gente en la industria, pero nunca he visto alguien como tú. Si todos los oficiales del partido comunista chino (PCCh) fueran como tú, este país hubiese retornado a la bondad mucho tiempo atrás”.
Una vez tomé prestado un bombillo del departamento de manufactura para reemplazar el que se había quebrado en mi casa. Al día siguiente, compré uno nuevo en el supermercado y lo devolví al administrador del depósito de suministros. Asombrado, me dijo: “He trabajado en diferentes complejos por mas de veinte años. Todos los directores han tratado el depósito de suministros como si fuese suyo, tomando lo que necesitaban u obsequiándolos a sus amigos personales. Nunca he visto actualmente a un director devolver un bombillo”.
Solía perder los estribos todo el tiempo, y mi esposa e hijo sufrían por mi. Luego de convertirme en practicante, dejé los cigarrillos, el alcohol, y hacer apuestas. Gradualmente mejoraba mi temperamento, dejé de tener rabietas y mi vida familiar era armoniosa. Cuando afloraban los conflictos, los trataba racionalmente y miraba adentro por mis propios problemas. Fui paciente con mi hijo.
Respetaba y trataba a mis padres y suegros con gran reverencia luego de comenzar la práctica de Falun Dafa. Mi suegro estaba en cama incapacitado por más de cuatro años. Lo visitaba muy seguido, le ponía las lecturas de Shifu y conversaba con él para animarlo. Mi suegro tiene una familia grande. Durante las fiestas, habían más de veinte personas en su casa. Mi esposa siempre quedaba cocinando para todos. Empecé a ayudarla en la cocina, cosa que no hacía antes de ser un practicante.
Luego que comenzara la persecución de Falun Dafa el 20 de julio de 1999, mis familiares tenían diferentes niveles de mal entendimientos acerca de Falun Dafa. Traté de conducirme aun mejor en todo lo que hacía en casa. Quería mostrarles cuán bello, recto y puro es Falun Dafa. Gradualmente, vieron que me había mejorado y cuán diferente era de las mentiras del PCCh. Estaban dispuestos a estar conmigo y trataba de encontrar oportunidades para clarificarles la verdad acerca de Falun Dafa. Ahora, la mayoría de ellos han renunciado al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas. Cuando fui arrestado ilegalmente, hicieron todo lo posible por rescatarme. Ahora, la siguiente generación de mi familia ha renunciado al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Todos se han graduado de buenos colegios, tienen trabajos estables en buenas compañías y están en buenos matrimonios. Estas son las bendiciones recibidas por tener una buena opinión de Dafa.
En el invierno del 2007 mi hermana menor tuvo que operarse por cáncer del seno. Corrí a su casa para cuidar de ella. Mi cuñado estaba deprimido y preocupado; no sabía cómo sobrellevarlo bien. Cuidé de ella, y hasta vaciaba su orinal, hasta que fue dada de alta del hospital. Mi hermana estaba deprimida y no tenía deseos de vivir más por el cáncer. Traté de guiarla para que viera las situaciones basadas en las enseñanzas de Falun Dafa. Comenzó a aprender Falun Dafa y hacer los ejercicios y era muy diligente en su práctica. En los últimos años, les ayudé con su negocio y con sus problemas a cambio de nada. Anteriormente, mi cuñado tenía opiniones muy malas acerca de Falun Dafa ya que creyó las mentiras y calumnias del PCCh acerca de Falun Dafa y de Shifu. Una vez hasta juró que no quería tener nada conmigo ni con mi esposa. Después de la operación de mi hermana, y viendo que estaba allí cuando más lo necesitaban, cambió su actitud. Se volvió amistoso y ya dejó de sentirse superior.
En el verano del 2008 a mi padre le diagnosticaron cáncer en su riñón izquierdo. Le hospitalizaron y le operaron. Renuncié a mi trabajo para cuidar de él mientras se recobraba. Mi esposa también ayudaba mucho para que mis otros familiares pudieran tener mas tiempo libre. Mi padre estaba envenenado con las mentiras y calumnias del PCCh acerca de Falun Gong y me había dicho en una ocasión que debí ser ejecutado por la práctica. Luego de ver que mi esposa y yo cuidamos de él sin ninguna queja, se sintió avergonzado. Después que le dieran de alta del hospital, frecuentemente íbamos a su casa para cuidar de él y para animarlo. Lo llevábamos al hospital para sus chequeos y siempre sonreíamos y no le hicimos sentir incómodo. Mi padre empezó a hablarnos más. Le pedí que renunciara al PCCh y a sus organizaciones afiliadas y accedió. Tres años después, vendimos nuestra casa y compramos una vieja cerca de mis padres para que pudiésemos cuidar de ellos mejor. Mis padres nos ofrecieron dinero, sabiendo que mi situación financiera estaba mal por la persecución. Rechacé la oferta. El año pasado, mis padres nos propusieron que viviéramos con ellos en su casa grande y hasta sugirieron inscribir la casa en mi nombre. Pero les disuadí. Y pedí que no se preocuparan por nosotros. Nuestra sinceridad, bondad y honestidad conmovieron a mis padres y ahora todos en la familia se llevan bien.
En el otoño del 2000, empecé a producir y distribuir volantes para informar los hechos acerca de Falun Dafa. En el 2001, para evitar la persecución, me convertí en persona indigente por un año y medio, pero continué produciendo los volantes para los practicantes en los pueblos aledaños. Todo el dinero vino de los compañeros practicantes. Algunos dieron casi todos sus ahorros y otros trataron de sobrevivir con muy poco para que pudieran darme unos cuantos cientos de yuanes. Aun algunos practicantes que no tenían dinero, de una forma u otra, conseguían darme unas monedas extras para ayudarme.
Muchas veces lloré por las acciones rectas de los practicantes. Me dije que no les defraudaría, y que daría todo lo mejor de mí en lo que hiciera. Los practicantes vivían muy frugalmente. El practicante con quien vivía ni siquiera botaba las zanahorias que habían brotado. Las lavaba, las cortaba y se las comía en varias comidas. Abandonamos nuestro apego al miedo en el proceso de producir los materiales.
Pude regresar a casa en el 2002. En el 2003, compré una computadora e impresora y establecí un lugar de producción de materiales de clarificación en mi casa. Aprendí todas las técnicas básicas de computación, tales como bajar archivos, editar, composición tipográfica, e imprimir. Produje Los Nueve Comentarios del Partido Comunista, libros de Dafa y DVDs. Traté de hacerlo yo mismo, hasta la reparación del equipo para no molestar a otros practicantes. Quisiera agradecer a aquellos practicantes que me han ayudado y apoyado en estos últimos años. Algunos de ellos han perdido su vida en la persecución. Sus contribuciones desinteresadas me ayudaron a caminar el sendero de salvar a los seres conscientes.