[Minghui Net] Recientemente, uno de mis ex compañeros de clases no fue ascendido en la compañía pública donde trabajaba, y estaba muy deprimido. Poco después, le descubrieron que tenía arterioesclerosis. Su experiencia me recordó a la mía. Hace veinte años, yo también estaba en la misma situación. En ese momento comencé a practicar Falun Gong. Estaba trabajando muy duro con la esperanza de poder ayudar a mi familia pobre teniendo una carrera exitosa.
A través del estudio del Fa, comencé a tomar ligeramente la fama y el interés propio, y tanto mi vida como en mi sitio de trabajo, siempre seguía los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia de Falun Dafa. En consecuencia todos me respetaban. A comienzos de 1999 me volví una de las personas más exitosas en mi trabajo. El PCCh había comenzado a perseguir a Falun Gong el 20 de julio de 1999. Yo era uno de los objetivos, así que la policía y el personal de seguridad me acosaban constantemente en mi casa. También me forzaron a dejar de trabajar y me pusieron en arresto domiciliario. Mis colegas se distanciaron de mí. La posibilidad de ser ascendido era inexistente. Además, otros me quitaron mi oportunidad de ser transferido a un departamento de mayor nivel.
Estuve confundido y deprimido por dos años. Luego de reflexionar mucho, concluí que no estaba mal seguir los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia, y al contrario, era beneficioso para otros. Decidí que debía continuar ayudando a los demás con mi especialidad. A pesar de ser tratado injustamente, sabía que tenía que hacer todo lo posible por hacer bien mi trabajo.
Gradualmente mejoró mi relación con mis colegas. Sabían que mi intención no era ayudarlos porque buscara fama o interés propio, o para competir con ellos, sino que lo hacía porque estaba realmente dedicado a mi trabajo. Les daba lástima y me decían: “Eres tonto. Los demás te tratan mal y tu aún trabajas tan duro para ellos”. Respondí: “Siendo practicante de Falun Gong, debo ser una buena persona en cualquier momento. Es mi trabajo y necesito hacerlo bien”. Al personal del departamento de abajo también le gustaba trabajar conmigo porque yo estaba dispuesto a compartir todo mi conocimiento con ellos. Mi supervisor estaba muy agradecido. Me dijo: “Lamento no poder hacer nada respecto a estos asuntos políticos. Pero si te hace sentir mejor, puedes investigar sobre lo que quieras. Sólo tienes que escribir una propuesta, y yo reservaré los fondos para ti”. Otro oficial vino y me dijo: “No necesitas quedarte aquí. Arreglé otra posición para ti en otra compañía. Es una empresa extranjera, no les importa la política. Además la técnica es la misma que aquí, así que no necesitas aprender desde cero. El salario es entre tres y cinco veces mayor”.
Mantuve en mi mente las palabras de Shifu sobre ser bondadoso en cualquier momento. Luego les clarifiqué la verdad sobre Falun Gong y los traté como debería hacerlo un practicante. Gradualmente mi ambiente cambió. Al principio algunos colegas que trabajaban para mi comenzaron a seguirme y me denunciaron. Otros me decían quienes me habían reportado y el contenido del reporte. Sin embargo, no sentí nada malo hacia ellos. Sabía que eran víctimas de la propaganda fabricada por el PCCh. Se habían confundido a causa de su deseo por el beneficio propio. Traté de clarificarles la verdad en todas las oportunidades posibles. Luego uno de ellos fue castigado por su conducta. Cuando todos se distanciaron de él, yo era el único al que le importaba. Al final renunció al PCCh. Espero que tenga un futuro brillante.
La persona que me quitó el puesto trabajaba para mi. Luego fue ascendido y se volvió mi supervisor. Aparentaba bondad hacia mí, pero en su corazón, era muy defensivo. Sabiendo que él no tenía la experiencia de trabajo necesaria para el puesto, hice lo posible por ayudarlo. Sin embargo al principio, no confiaba en mí. A veces no aceptaba mis sugerencias, y terminaba encontrándose con los mismos problemas que yo le había anticipado. Cuando el problema surgía yo no me reía de él, sino que lo ayudaba a resolverlo.
Luego de que esto sucediera varias veces, llegó a creer realmente que lo quería ayudar. Nos volvimos buenos amigos. Un accidente que ocurrió después, aumentó su confianza en mí. Ya que yo estaba a cargo del departamento que tuvo el accidente, puse de lado mis intereses personales y lo manejé con calma. Él fue muy respetuoso. Luego de varias conversaciones renunció a las organizaciones afiliadas al PCCh. Después de leer Zhuan Falun y otros libros, comenzó a practicar Falun Gong.
Un día me pidió que fuera a su oficina. Cerró la puerta y me dijo que usó medios muy indecentes y sobornos para quitarme el puesto. En ese momento, yo era el único candidato para esa posición porque todo el departamento reconocía mi personalidad y habilidades. Si yo hubiera podido tomar el puesto, habría resuelto muchos problemas para la compañía. Luego de leer los libros de Falun Gong, entendió los principios que yo había estado siguiendo y realmente se arrepintió por lo que hizo. También quiso seguir los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia. Es por eso que me dijo la verdad y confesó lo sucedido. Le dije: “Yo sabía esto desde hace mucho tiempo, porque los oficiales del departamento de tecnología me lo dijeron. No te preocupes. Ahora te has vuelto quien eres hoy en día, este es el mejor regalo para mí, porque es nuestra esperanza que todos sigan los principios de Verdad, Compasión, Tolerancia”.
He estado practicando Falun Gong por más de diez años. Todos mis colegas y ex compañeros de clases dicen que me veo muy joven. En comparación, ellos se ven mucho más viejos. De hecho, mi corazón siempre está tranquilo y feliz. Practicar Falun Gong es la mejor decisión de mi vida.