Nombre: Zhang Xiuhua (张秀花)
Género: Femenino
Edad: 60 años
Dirección: Ciudad de Zhangjiakou, provincia de Hebei
Ocupación: desconocida
Fecha del arresto más reciente: 26 de junio de 2007
Lugar de detención más reciente: Cárcel para mujeres de la provincia de Hebei (河北省女子监狱)
Ciudad: Shijiazhuang
Provincia: Hebei
Persecución sufrida: Detención, sentencia ilegal, encarcelamiento, lavado de cerebro, maltrato verbal, trabajo forzado
[Minghui.net] El 26 de junio de 2007, un subjefe del departamento de policía de Qiaodong, en la ciudad de Zhangjiakou, agentes de seguridad del estado, oficiales de la brigada de respuesta criminal, el director de la comisaria de Shenglilu, y cinco agentes irrumpieron en la casa de la Sra. Zhang Xiuhua y se la llevaron al centro de detención de Shisanli. Posteriormente fue condenada a seis años de cárcel. Está retenida en la cárcel para mujeres de la provincia de Hebei.
En mayo de 2011 el llamado “equipo para atacar el núcleo de los practicantes” se formó bajo las órdenes de Yang Yufen, ayudante de guarda, y Ge Shuguangm director de la sección de educación. El propósito era llevar a cabo el lavado de cerebro de los practicantes que se mantenían firmes en sus creencias. Durante el lavado de cerebro la Sra. Zhang Xiuhua era maldecida y golpeada.
Encerrada en una “clase de transformación”
El 8 junio fue trasladada a una “clase de transformación”. Zhang Shuhong, instructor en la prisión, la amenazó diciéndole que sería retenida allí para siempre, hasta que estuviera de acuerdo en ser “transformada”. El instructor tiraba de ella hacia arriba como una forma de maltrato físico.
Cao Yaqing, recién nombrado ayudante de guardia, Zhang Shuhong, y Li Hui, guardia de prisión, trataron de coaccionarla para que renunciara a su creencia. Ella se negó a ver los videos difamatorios. Li Hui siguió maldiciéndole hasta las 22 h, que la Sra. Zhang se desmayó por la hipertensión. Li también ordenó a la expracticante Li Jinhua para que la pateara duramente.
Gao Jianhua, de la zona de Qian’an, leía materiales difamatorios de lavado de cerebro a la Sra. Zhang. La sesión de lectura empezaba alrededor de las 7 y duraba hasta las 21 h cada día. Soportó mareos por semejante acoso. Incluso el ir al baño tenía que ser aprobado por los guardias de prisión.
Poniendo las huellas digitales sobre las “cuatro declaraciones”
Con el fin de alcanzar la llamada “tasa de transformación”, las autoridades de la prisión falsificaban las estadísticas. Prepararon copias impresas de las “cuatro declaraciones” renunciando a Falun Gong, luego ordenaron a las reclusas que tiraran de la Sra. Zhang para presionar sus huellas digitales sobre las declaraciones. Ella se resistió y se desmayó después de que se pusieran sus huellas digitales sobre las tres primeras declaraciones. Ordenaron a una reclusa que pusiera su huella digital en la cuarta declaración.
Más tarde los funcionarios de prisión estaban preocupados porque las cuatro declaraciones tuvieran dos huellas digitales distintas, y le dijeron a otra reclusa que pusiera sus huellas en cuatro declaraciones para producir un juego falso, pero coherente, de registros de “transformación”.
Abuso previo
Cuando la Sra. Zhang acababa de llegar a la prisión para mujeres de la provincia de Hebei, Wu Hongxia, una guardia de prisión, la reprendió e insultó en alto. Wu también instigó a las reclusas para que abusaran de ella verbalmente. La Sra. Zhang se negó a renunciar. Después de dos meses de acoso continuo, la lectura sistólica de su presión sanguínea superó 240, lo que provocó que se desmayara.
Debido a que fue objeto de más torturas, sufrió de una grave elevada presión sanguínea. Por más de un año, la lectura sistólica permaneció entre 240 y 280. Tenía los vasos sanguíneos rotos detrás de los ojos. Cúmulos de sangre llenaban la mitad de sus ojos. Li Hongzhen, el anterior líder de la guardia Nº 6, una vez la alimentó a la fuerza con drogas contra su voluntad.
Más tarde, se la llevaron al taller de la prisión. Asignaron a dos reclusas que se turnaran para vigilarla. Le gritaban constantemente. No le permitían pedir enseres del día a día, excepto productos para el cuidado femenino. Más tarde le ordenaron realizar trabajo esclavo por medio año. Los guardias la amenazaron diciéndole que si se negaba a renunciar a su creencia, nadie en su celda recibiría ni un día de reducción en sus condenas.
Versión en inglés: http://clearwisdom.net/html/articles/2012/3/4/131884.html