[Minghui Net]
Mi hermana tiene 76 años y vive en una aldea en la provincia de Hubei. El invierno pasado le comenzó a doler la garganta y no podía tragar correctamente. Seis meses después, le diagnosticaron cáncer de garganta. Le dije que recitara frecuentemente “Falun Dafa hao, Zhen-Shan-Ren hao” y que así se pondría mejor.
Yo quería que ella viviera conmigo por un tiempo para que pudiera contarle más sobre Falun Gong y enseñarle los ejercicios. Sus niños no estuvieron de acuerdo con esto y se la llevaron al hospital para hacerle quimioterapia. Una semana después, fui a verla y le llevé las lecciones del Maestro Li en audio y varias copias de volantes de Falun Dafa. Le dije que escuchara las lecciones de Shifu.
Dos días después, mi hermana podía comer y tenía más fuerzas. Dos semanas después, luego de terminar de escuchar las lecciones de Shifu, sus niños la llevaron al hospital nuevamente para hacerse una examinación. El médico comparó una resonancia anterior con una nueva y quedó estupefacto: “¿Cómo es que el tumor que tenía hace seis meses desapareció?”.
Sus hijos estaban atónitos. Dijeron que Falun Dafa tenía un poder milagroso y que si lo hubieran sabido antes, no hubieran llevado a su madre a hacerse quimioterapia. Todos ellos pidieron copias de Zhuan Falun y entendieron la verdad detrás de la persecución.
El cáncer de pulmón de una mujer anciana curado después de recitar “Falun Dafa hao”
Xiong Aiqin, es una anciana de 86 años que vive en las montañas del sur de la provincia de Fujian. Le diagnosticaron cáncer de pulmón en mayo de 2011. El médico le dijo a su familia que era incurable, especialmente por su edad avanzada, y que no había mucho que el hospital pudiera hacer por ella.
Uno de los parientes de la Sra. Xiong que practicaba Falun Gong, fue a visitarla en el hospital y le dijo que recitaba sinceramente “Falun Dafa hao, Zhen-Shan-Ren hao”, el Maestro Li la salvaría. El practicante también le dio un amuleto de Falun Dafa. Ella creyó en el practicante e hizo lo que éste le pidió. Su estado comenzó a mejorar diariamente.
Diez días después, se hizo una resonancia. El médico no lo podía creer: “¿Cómo es posible recuperarse de una enfermedad tan seria en tan poco tiempo? Es un milagro”.
Dos semanas después, la Sra. Xiong fue dada de alta del hospital. Su salud era perfecta y podía cuidar de sí misma. Ella vio el video de Shen Yun, y le dice a la gente que se cruza: “El Maestro de Falun Dafa me dio una segunda vida”. Su familia está muy agradecida con el Maestro Li y ya no creen más las mentiras calumniosas del partido comunista sobre Falun Gong que pasan en la TV.
Recitar “Falun Dafa hao” evita el peligro
En septiembre de 2009, compré seis acres con tallos de maíz en una granja a unos 10 km. de casa. Até los tallos de maíz y estaba a punto de llevarlos a casa. Contraté a un anciano llamado Sr. Shunfu, y planeaba usar su carreta para llevar el maíz. El Sr. Shunfu tenía unos 60 años pero se movía muy ágilmente. Trabajaba duramente para terminar todo sin descansar. Me tuve que apresurar para alcanzarle el ritmo.
En el camino a casa con la primera carreta de tallos de maíz, pasamos bajo un puente. La carreta quedó atrapada en el portal. Cuando el caballo intentó sacar la carreta, el eje golpeó al Sr. Shunfu. Gritó y cayó al suelo. Le pregunté si estaba bien pero no me contestó. Sabía que algo grave había pasado así que fui a verlo más de cerca. Su cabeza estaba caída y su rostro pálido.
Rápidamente me senté al lado suyo y le dije que recitara “Falun Dafa hao” para que se pusiera bien. Movió su cabeza ligeramente y dijo que eso no funcionaría. Me preocupé y le dije sinceramente: “¡Apresúrese! Siempre que lo haga sinceramente, las palabras lo mantendrán a salvo. Funcionará”.
Lo pensó por un momento y de repente se paró y salió de la carreta diciendo: “Sí, recitaré Falun Dafa hao”. Su dolor se fue inmediatamente. Le dije que no se preocupara por arreglar la carreta y que fuera a tomar su almuerzo. Se negó y preparó la carreta para seguir; llevó los tallos de maíz a casa. Cuando llegamos a casa, le conté la verdad de Falun Dafa y la persecución. Le ofrecí ayudarlo a renunciar al partido comunista y sus organizaciones, y aceptó felizmente. Luego de eso, le dije que me tomaría la tarde libre así él podía descansar. Él contestó que estaba bien y volvió a trabajar.