[Minghui Net] Un foro bajo el título: “Crimen de Sustracción de Órganos en China: Por qué importa a los canadienses” fue celebrado el 29 de septiembre de 2012 en Toronto, Canadá. Expertos hacen un llamado a la acción desde todo el mundo para detener dichos crímenes contra la humanidad. Lo que necesita atención especial es el hecho de que este crimen siga sucediendo en China hoy en día.
Foro sobre sustracción de órganos celebrado en Toronto.
Desde 2006, David Matas, abogado de derechos humanos conocido internacionalmente, y su coinvestigador, David Kilgour, ex miembro del Parlamento Canadiense y Secretario de Estado por Asia Pacífico, han dirigido una investigación independiente sobre las alegaciones de sustracción forzada de órganos vivos por el partido comunista chino (PCCh). Sus investigaciones encontraron al menos 52 piezas verificables de evidencias, para probar que la sustracción de órganos a personas vivas para trasplantes existe en China, y que la mayoría de las víctimas son practicantes de Falun Gong. Su informe de investigación fue publicado como un libro, Bloody Harvest (Cosecha Sangrienta), en 2010, con el detalle de todas las pruebas.
Además, para realizar una gran cantidad de investigaciones, Matas y Kilgour han viajado alrededor del mundo para captar la atención de la gente sobre esta atrocidad y hacer un llamamiento para que finalice. Matas habló sobre el desarrollo en la sustracción forzada de órganos en el foro del 29 de septiembre. Comentó que había habido muchos cambios en este tema durante los últimos años tanto en China como en la comunidad internacional.
El número de trasplantes en China ha disminuido considerablemente y el régimen comunista chino ha cambiado su política en trasplantes de órganos, añadió Matas. Desafortunadamente, semejante abuso de trasplantes de órganos no ha parado en dicho país. Los órganos trasplantados en China fueron la mayoría de reclusos y tan lejos como sabemos, la mayoría eran de practicantes de Falun Gong.
Matas dijo que se trataba de parar de asesinar a practicantes de Falun Gong por sus órganos, pero no cree que su objetivo haya sido alcanzado. Al contrario, incluso podría haber aumentado más. Comentó que el volumen de trasplantes se ha reducido, pero que el número de reclusos ejecutados, otra fuente de órganos, también ha bajado. Esto significa que el número de órganos de practicantes de Falun Gong ha aumentado.
Al contestar las preguntas, Matas dijo que no podemos confiar en el PCCh para que cambie por sí solo. No deberíamos predecir lo que sucederá en el futuro. “Déjanos crear el futuro”, comentó. Matas hizo cinco propósitos: el gobierno canadiense debería pedir al gobierno americano la liberación de información que obtuvieron de Wang Lijun sobre la sustracción de órganos vivos; las compañías farmacéuticas deberían dejar de ir a China a hacer ensayos clínicos de medicamentos anti rechazo; y se le debería negar seguro médico para trasplantes de órganos en el extranjero a todo aquel que pueda haber violado la ley canadiense. Matas dijo que es necesario establecer medidas de seguridad para prevenir los abusos de trasplantes de órganos en China.
Todo el mundo está obligado a detener al mal
El Sr. Fan, residente de Toronto asistió al foro y dijo que ha estado preocupado por las cosas que suceden en China. “Los trasplantes de órganos en China son horribles. Nunca ha ocurrido una cosa tan terrible en la historia humana”, añadió. “Solía dudar de que hubiera semejante cosa, pero ahora ya que se ha destapado al mundo, no puede ser ocultado”, agregó. Es de Hong Kong, dijo que su conciencia le dijo que debería hablar por los derechos humanos del pueblo chino: “No debería tener miedo porque uno debería tener dignidad humana. Mi conciencia me dice lo que tengo que hacer”.
Nora Anderson, enfermera en Toronto, dijo que después del foro pensaba que es muy importante para los canadienses y la gente del mundo conocer los crímenes de derechos humanos cometidos en China, porque China se está volviendo un socio comercial muy importante. Cree que tienen la oportunidad de usar la economía para instar al régimen chino a hacer un cambio. Anderson piensa que los seres humanos son una entidad entera, y que cualquier cosa puede afectarles entre ellos. Los derechos humanos del PCCh no son un problema local, pero afectan a cada uno de nosotros, así que debemos hablar y asegurarnos de que el cambio ocurra.
Sanderson Layng, vicepresidente y director del Centro Canadiense para Toma de Conciencia del Maltrato, dijo que la extirpación de órganos no es algo que esté lejos de nosotros, todos somos una parte de la aldea mundial.
Más gentes se alza para condenar la sustracción de órganos
Había solo dos autores cuando Bloody Harvest (Cosecha Sangrienta) se publicó hace dos años, pero 12 autores expertos de varias profesiones se involucraron en escribir el libro State Organs:Transplant Abuse in China, publicado en julio de 2012.
El Dr. Torsten Trey, co editor del libro, es también el Director Ejecutivo del grupo de médicos de Doctores Contra la Sustracción Forzada de Órganos. Comentó que el PCCh es el principal factor en la práctica malvada. El PCCh ha convertido a China en una sociedad carente de estándares éticos. La falta de estándares éticos lleva a los doctores chinos a implicarse en los crímenes de sustracción de órganos.
El Dr. Arthur L. Caplan es el director de la división de Bioética en el Centro Médico de Langone de la Universidad de Nueva York. Dijo que la última responsabilidad ética para los trasplantes de órganos se encuentra en los equipos de trasplantes. No pueden decir que no tienen ni idea de donde provienen los órganos y no pueden decir que no les importa la fuente de órganos.
Otro doctor americano, el Dr. Eric Goldberg dijo que los órganos obtenidos a través de métodos poco éticos o criminales harán que los datos de ensayos clínicos sean criminales e inmorales.