[Minghui Net] Me enteré después de leer el artículo “Los practicantes nunca deben alabar al partido del mal” en Minghui semanal, que algunos practicantes participaron el 1º de julio en el coro del aniversario de la fundación del partido comunista y me sentí muy mal. Estamos aquí para salvar seres conscientes. ¿Cómo pueden unirse al partido de la maldad que los envenena y daña?
Trabajo para una empresa nacional y he evitado completamente todas las actividades del partido comunista. A continuación están algunas de mis experiencias. Por favor, señalen mis faltas.
Solía escribir artículos para el PCCh, pero después de leer los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, declaré que dejaría de escribir para ellos y que todos mis escritos anteriores quedaban nulos y sin efecto. Poco después, mi jefe quiso que escribiera otro artículo pero me negué. El gerente me amenazó con una multa pero persistí. Conforme pasó el tiempo, nadie me volvió a preguntar nunca más.
Una vez, todos en nuestro grupo fuimos obligados a hacer ejercicios al mediodía para la celebración del Día Nacional. Fui dos veces, pero luego me di cuenta que como practicante no debería de temer. Así que a la tercera vez dejé de ir. La gerente se puso furiosa cuando se enteró y nos obligó a hacerlo solos en el lugar. Estaba nervioso y fui al baño a esconderme. Entonces me di cuenta que era el mal quien la controlaba. ¿Por qué ocultarme? Envié pensamientos rectos para desintegrar las manos negras, los fantasmas podridos y el espíritu del mal del PCCh. Volví a mi asiento pensando que nadie se atrevería a tocarme. Me senté en frente de la gerente, pero se comportó como si no me viera. No me llamó para los siguientes ensayos.
Una vez un colega quería pedir prestados mis pantalones para una celebración del partido. Me negué y dije que no apoyaría ninguna de las actividades del PCCh. Asintió con la cabeza y lo aceptó. Me iluminé a que no se debe apoyar las actividades del partido para nada, ni siquiera un poco. El año pasado la compañía dio a todos los empleados una camiseta con palabras que alababan al partido al frente. Cuando llegué a casa la tiré a la basura. Más tarde, cuando los demás la usaron yo no lo hice.
El partido también ordenó a todos ir a ver el espectáculo. Me negué. Un colega me preguntó: “¿Va a estar bien?”. Le dije: “¿Cómo pueden obligar a la gente a ver el espectáculo? Sólo el PCCh haría una cosa así. Yo no voy”. El gerente no dijo nada. Algunos colegas solicitaron unirse al partido. Me sentí muy triste por ellos y no llené la papeleta de votación que se me pidió llenar.
No revelé mi identidad como practicante. Al decirle a la gente la verdad de Falun Gong e instándolos a renunciar al PCCh, actué como un tercero. Seguí la orientación de Shifu: “Con los dizi repletos de pensamientos rectos, el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”. (“Bondades entre el Shifu y los dizi” en Hong Yin II). Pasando por un obstáculo a la vez, evité todas las actividades del malvado partido comunista. Para los que están sin límites como practicantes, siento que con valentía deben decirles a sus directivos que se rehúsan a alabar al partido que persigue a Falun Gong.
No asistiendo a ninguna actividad del partido malvado, se puede hablar cuando decimos a la gente la verdad sobre Falun Gong e instarlos a renunciar al PCCh.
Fecha de publicación: 14/7/2011