Nombre: Chu Xiuhe (褚秀和)
Sexo: Femenino
Edad: desconocida
Domicilio:Distrito de Nangang, ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang
Ocupación: desconocida
Fecha del último arresto: 26 de abril de 2007
Último lugar de detención: Cárcel para mujeres de Heilongjiang (黑龙江女子监狱)
Ciudad: Harbin
Provincia: Heilongjiang
Persecución sufrida: Lavado de cerebro, sentencia ilegal, saqueo de domicilio, detención, intoxicación con drogas, abuso físico y verbal
[Minghui Net] La practicante Chu Xiuhe vive en el distrito de Nangang, ciudad de Harbin. Sufría de varias enfermedades como la epilepsia, problemas cardíacos, necrosis femoral de la cabeza, pero su salud mejoró después de practicar Falun Gong. Fue arrestada en dos ocasiones por practicar Falun Gong y condenada a siete años de prisión. Fue sometida a maltratos físicos y torturas en la cárcel de mujeres de Heilongjiang, entre enero de 2004 y noviembre de 2006, y otra vez entre abril de 2007 y octubre de 2008. Los guardias de la prisión instruyeron a los presos para que le inyectaran sustancias desconocidas y envenenaran su comida con drogas tóxicas, lo que le provocó que estuviera en un estado de confusión mental. Estaba débil y no podía caminar ni cuidarse por sí sola.
Lo siguiente es el relato de la persecución que la Sra. Chu experimentó:
Un grupo de oficiales de la Comisaría de Liming, encabezado por Zhao Jun, irrumpieron en mi casa la mañana del 9 de enero de 2004. Confiscaron todos mis libros de Falun Gong y materiales de aclaración de la verdad. También robaron 13,700 yuanes en efectivo (todos mis ahorros), una grabadora y otros bienes personales. Me llevaron al Centro de Detención Yaziquan, donde estuve encerrada durante siete meses antes de que me sentenciaran ilegalmente a siete años de prisión. Fui enviada a la cárcel de mujeres de Heilongjiang.
El examen físico del 26 de agosto de 2006 en el Hospital nº 2 de Medicina de la Universidad de Harbin, encontró que mis tres anteriores enfermedades habían empeorado. Mis piernas dolían tanto que no podía caminar. Mi familia fue extorsionada con 5,000 yuanes antes de que pudieran llevarme a casa.
Los funcionarios de la cárcel de mujeres de Heilongjiang me engañaron y me regresaron otra vez a la cárcel el 26 de abril de 2007. Me encerraron en el Grupo nº 13, en el tercer piso del edifico de la prisión. Intentaron “reformarme”. La cabecilla del grupo, Wang Li, simuló ser amable conmigo llevándome potaje porque no podía caminar. Sin embargo, a escondidas ponía drogas en mi comida. Los funcionarios de la prisión instigaron al criminal, Xu Zhen, y a otros a hostigarme.
Todos los días, desde las 5:00 a. m. hasta las 9:00 p. m., pasaban VCDs calumniando a Falun Dafa, había algunos expracticantes que habían sido “transformados”, diciendo cosas en contra de los Dafa dizi. Tenía fuertes dolores de cabeza y de estómago. Debido al dolor insoportable, no podía conciliar el sueño por las noches. A veces, sentía mi cabeza y el corazón como si fueran a estallar por dentro. Me sentía muy mal. Xu Zhen trató de obligarme a tomar drogas desconocidas, pero me negué. Entonces, las pusieron a escondidas en la comida.
Poco después de terminar de comer, no podía ponerme de pie o acostarme confortablemente en la cama. Mis órganos internos estaban muy mal, sentía que no podía respirar. Xu Zhen les dijo a los internos que me observaban que me llevaran al Grupo nº 9, donde ella estaba, para que pudiera torturarme. Entonces, me llevaron ahí durante el día y al Grupo nº 10 por la noche. Ellos continuamente añadían a mi comida drogas desconocidas y también me las inyectaban contra mi voluntad. Xu Zhen dijo que los funcionarios de la prisión le ordenaron hacerlo.
Más de 20 días antes del Año Nuevo Chino 2008, escribí el carácter chino “Mie”, que significa “eliminar” [la maldad] en mi manta. Xu Zhen reunió a un grupo de delincuentes, quienes abusaron física y verbalmente de mí. Cuando grité “Falun Dafa es bueno”, me llevaron a una celda separada, donde me inyectaron una droga desconocida mientras dormía. La aguja que usaron era muy pequeña y lo hicieron muy rápidamente. Pequeñas manchas rojas de aguja se podían ver en mi cabeza, hombros y manos.
El abuso físico, la tortura, la intoxicación con drogas, causaron dolores en mis piernas que me impedían caminar. Por otra parte, durante ese tiempo mi mente no estaba clara, no podía dormir en la noche. Sentía dolores insoportables en los huesos y la carne de mis piernas. Cuando caminaba, me inclinaba y necesitaba a otra presa para apoyarme. Tuve que poner todo mi peso en ella y arrastrarme antes de poder moverme. Debido a la extrema tortura física y mental, temporalmente me volví confusa y escribí una declaración contra mi voluntad y dije cosas que faltaban al respeto a Shifu y a Dafa. Estaba en la angustia del dolor antes de darme cuenta de lo que había hecho.
Fecha de publicación: 24/2/2011