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Aclarando la verdad sobre Dafa en la oscura guarida de un campo de trabajo

Dic. 19, 2011 |   Por un discípulo de Dafa de la provincia de Yunnan

Saludos Shifu

Saludos compañeros practicantes

Comencé la cultivación en Dafa en 1996. Después de terminar de leer Zhuan Falun de una sentada, entendí el verdadero sentido de la vida. Desde ese momento en adelante mi creencia nunca ha flaqueado. Después de que comenzara la persecución el 20 de julio de 1999, fui perseguido numerosas veces: me interrogaron seis veces, mi casa fue registrada cinco veces, fui sentenciado a un campo de trabajo por dos años, y me extendieron la condena por 114 días más; y también cumplí una sentencia de cinco años. Pasé un total de siete años y medio en una oscura guarida. Pero creía firmemente en Shifu y en Dafa, utilicé el estándar de un practicante de Dafa para medirme, miré dentro cuando surgía un problema, me cultivé bien, y hacía las tres cosas bien. Resumiré mi experiencia y la compartiré con todos.

 

Negar la persecución aclarando la verdad sobre Dafa

Mi esposa y yo fuimos a pedir justicia por el derecho a practicar Dafa en el año 2000. Antes de salir, le dije que deberíamos prepararnos, puesto que tal vez no volviéramos. Así que nos llevamos todo lo necesario con nosotros. En realidad este pensamiento ya estaba reconociendo la persecución. La mayoría de nuestros compañeros practicantes tenía pensamientos similares, y las viejas fuerzas se aprovecharon de todos nosotros. Todos fuimos arrestados y retenidos en un centro de detención. Yo pensé: “Si no me dejan pedir justicia, validaré Dafa donde esté”.

En cuanto llegué al centro de detención, los reclusos intentaron “enseñarme una lección”. Todo el que llegaba al lugar tenía que pasar por eso. Se consideraba un trato suave ser golpeado por todos y abofeteado con zapatos de plástico, porque podría haber castigos mucho más graves. Antes de ensañarme una lección, preguntaron: “¿Cómo llegaste aquí?”. Yo contesté: “Fui arrestado mientras pedía justicia para Falun Gong”. Ellos tenían curiosidad: “¿Qué es Falun Gong?” Yo respondí: “Falun Gong es un sistema de cultivación avanzado que enseña a la gente cómo ser buena”. Ellos pararon. El recluso líder era un licenciado por la universidad y sabía sobre la Masacre de la plaza Tiananmen el 4 de junio. Después de escuchar mi historia, me trató como un honorable invitado.

Al día siguiente el oficial me llevó a su oficina para “hablar”. Le dije lo que era Falun Gong, cómo me había beneficiado, por qué continuaba practicando Falun Gong, y por qué defendía a Dafa. Se conmovió profundamente y dijo: “Respeto tu creencia, pero tienes que obedecer las normas y regulaciones de aquí: 1) No puedes hacer los ejercicios de Falun Gong aquí; 2) No puedes hablar sobre Falun Gong aquí; 3) No puedes enseñar a los reclusos aquí”. Yo sonreí. Cuando preguntó por qué, dije: “Vine aquí precisamente porque busco un ambiente para hacer los ejercicios. Si me lo impides, ¿no vine aquí en vano? Además, Falun Gong enseña a la gente a ser buena y obedecer el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Esto beneficiará a la sociedad, a los individuos, incluso a ti, que tratas con reclusos.¿Qué hay de malo con promocionar Falun Gong?”.

Él pensó un momento y dijo: “Está bien. Te daré algo de espacio. Puedes hacer los ejercicios aquí, puedes hablar sobre Falun Gong, pero no puedes enseñar a otros”. Yo dije: “Ok, pero tienes que decírselo”. El accedió. Yo pensé: “El accedió a las dos primeras condiciones, pero la última no dependía de él. Mientras la gente quiera aprender, le enseñaré”. Después de nuestra reunión, él anuncio a todos: ”1) No se permite a nadie que le moleste mientras hace los ejercicios; 2) Deberían escucharle cuando les enseña cómo ser una buena persona; 3) No se permite a nadie aprender sus ejercicios. ¿Me oyen?”. “Sí”. Así que tuve un ambiente para hacer los ejercicios y aclarar la verdad. Había gente predestinada en mi celda. Escribí Hong Yin de Shifu y Lunyu, y los reclusos se deshicieron de muchos malos hábitos. Al final, todos ellos habían aprendido los ejercicios, y todos podían sentarse en la posición de loto con ambas piernas cruzadas. Un mes más tarde, mi esposa y yo volvimos a casa.

Me fui de casa en 2001 porque me negaba a ser retenido en un centro de lavado de cerebro. Más tarde me arrestaron. Debido a que me negaba a renunciar a mi creencia, fui sentenciado a un campo de trabajo por dos años, pero esta sentencia se extendió otros 114 días porque me negaba a ser “transformado”. Cuando llegué al campo de trabajo, pensaba que un practicante de Dafa debería ser una buena persona estuviera donde estuviera, así que era muy activo haciendo el trabajo forzado. Una noche, el líder del equipo me dijo que yo trabajaba bien. De repente me di cuenta: “¿No estaba cooperando con el mal? Shifu nos pidió que no cooperáramos con el mal bajo ninguna circunstancia. No debería dejar que se aprovecharan más de mi”. Decidí dejar de trabajar al día siguiente. Informé de mi decisión al líder del equipo y le dije la razón: “No cometí ningún crimen; fui sentenciado porque cultivo Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. Les dije que no cooperaran con el mal en la persecución a Falun Gong, que sería malo para ellos. Ellos dijeron que lo entendían y me apoyaban.

Al día siguiente informé de mi decisión. El guardia en funciones vino para intentar persuadirme y dijo: “Tienes que ir con los demás, pero no tienes que trabajar”. Le dije: “No tiene nada que ver con eso. Para empezar no debería estar aquí. No necesitas preocuparte por mí, solo informa de mi situación”. Cuando llegó el resto de los guardias en funciones, el líder del equipo responsable por Falun Gong vino gritando hacia mí: “¿Sabes dónde estás? Necesitas saber las consecuencias de este tipo de comportamiento”. Yo contesté: “Sí, sé que este es un campo de trabajo que retiene a reclusos que han cometido crímenes, pero yo no cometí ningún crimen, este no es un lugar para mí, ¿por qué debería trabajar aquí? Es mejor que dejes de gritar. Estoy contra Jiang Zemin, que lanzó la persecución. Esto no se dirige a ti o a tus guardias, tú no puedes tomar una decisión en este asunto; no tiene nada que ver contigo. Simplemente informa sobre ello”. Mis pensamientos rectos le superaron, y fue a informar sobre mi. Después de media hora, volvió con buena actitud. Incluso se disculpó: “Siento mi actitud antes. Si no quieres trabajar, puedes descansar”. Me pidió que hablara con él, y hablamos durante dos horas. Le hablé de Falun Gong, de mis enormes cambios después de practicar Falun Gong, y el daño ejercido sobre los seres conscientes por la persecución. Desde entonces, casi no me causó ningún problema.

 

Solo abandonando las emociones humanas puedes aclarar bien la verdad sobre Dafa

Fui arrestado nuevamente en 2005 y me condenaron a 5 años de prisión. En el centro de detención recitaba una y otra vez No estén tristes de Hong Yin II, reflexionando sobre mi cultivación en los últimos años, y descubrí mi apego fundamental. A menudo me invitaban compañeros practicantes a compartir experiencias, para ayudarles a resolver ciertos problemas de la cultivación. En el proceso, se revelaban mis numerosos apegos: la mentalidad de ostentar, la competitividad, los celos, y un profundo, asentado y sucio hábito de validarme. La lección era seria, el propósito de las viejas fuerzas era arrastrar hacia abajo a los practicantes de Dafa y destruir a los seres conscientes. Pensaba que mientras estuviera aquí, utilizaría el ambiente para hacer las tres cosas que Shifu nos ha pedido, estudiar el Fa con una mente tranquila, aclarar la verdad sobre Dafa y salvar gente.

 Estaba retenido en una sala de transición. Todos tenían que pasar por ahí para aprender las normas y regulaciones. Así pude conocer a más gente y contarle los hechos. Aquí entendí incluso más la enorme compasión de Sifu: Shifu puede perdonar cualquier error que un ser consciente ha cometido y solo mira cómo éste ve a Dafa. Un recluso, un criminal reincidente que había introducido dos kilos de sustancias ilegales, fue sentenciado a muerte, pero estaba apelando su caso. Quería vivir unos días más, pero parecía que ya había dejado de vivir. Estaba gris de pies a cabeza. Cuando nos dejaron salir a tomar el aire, le conté los hechos sobre Falun Gong. Él lamentaba lo que había hecho y decía que no tenía esperanza. Yo le dije: “Solo nuestro Shifu puede salvarte. Desde ahora, repite sinceramente: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia son buenos'. Aún tienes esperanza”. Él contestó: “Ya estoy en esta situación. No importa qué, repetiré esas palabras”. El comenzó a decir “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia son buenos”.

Un día me contó un sueño que había tenido. El estaba luchando con fantasmas esa noche y ganaba la batalla, matando a todos los fantasmas. Le dije que sería salvado. Al principio, no me creía y decía que solo quería hacerle sentir mejor. Dos días después, el tribunal supremo cambió su sentencia a muerte por libertad provisional. Mientras le quitaban los grilletes, me dijo: “Ahora creo totalmente en lo que dijiste”. Yo dije: “Tienes que agradecer a nuestro Shifu, que te ha salvado. Desde ahora no deberías hacer nada que dañe a Dafa, o aún estarás en peligro”. El contestó: “Sí, lo sé. Haré el bien”. La suspensión de su sentencia a muerte sorprendió a todos los reclusos y a los guardias. Les dije: “Lo crean o no, este es el resultado de decir sinceramente 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia son buenos'”. Más gente comenzó a repetir sinceramente “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia son buenos”.

Once meses después, fui trasladado a prisión. Los guardias enumeraron las normas y regulaciones para que yo las siguiera. Les dije: “Practicar Falun Gong no es un crimen; no estoy en prisión por cometer un crimen; vuestras normas y regulaciones no tienen nada que ver conmigo; no reconoceré o garantizaré nada”. Ellos me preguntaron: “¿Por qué estás aquí entonces?”. Contesté: “Estoy siendo retenido ilegalmente aquí por la oficina 610 y la comisaría, estoy aquí para decirles la verdad sobre Falun Gong”. Desde entonces, cuando el guardia me presentaba, decía: “No está aquí para cumplir una condena”. Dos reclusos me vigilaban. Yo les veía como mi ordenanza y mi mensajero. Me respetaban mucho, encontraron para mí un gran escritorio y bolígrafos y papel en el estudio. Tenía todo tipo de papel. Estudiaba, copiaba y memorizaba el Fa a diario. Hablaba de la verdad sobre Dafa a todo el que entraba. Los guardias y reclusos me visitaban voluntariamente.

Un año representantes de la oficina 610 local y de la comisaría vinieron a la prisión. Juraban que si no podían “transformarnos”, no se irían. Al principio pensé: “La oficina 610 es extremadamente perversa. Incluso vienen a prisión para 'transformarnos'. ¿Cómo debería enfrentarme a ellos?”. Les dije: “Es ilegal para ustedes venir a prisión para intentar 'transformar' a la gente. ¿Qué tipo de organización es la oficina 610? ¿Quién les da el derecho a venir aquí y dar órdenes? Yo practico Verdad-Benevolencia-Tolerancia y no hice nada malo. ¿En qué quieren que me 'transforme'? ¿Que me convierta en perverso, embustero y violento?”. Les dije: “Puesto que podemos conocernos mutuamente, considero que se trata de una relación predestinada. Espero que dejen de hablar de 'transformación'; de otra manera la relación se acabará, y no será bueno para ustedes ni para vuestra familia”. El agente de la oficina 610 no habló el resto del día. Más tarde, vino un subdirector de la comisaría. Le dije: “Si quieres 'transformarme', puedes parar ahora mismo”. El dijo: “Solo quiero hablar contigo de corazón a corazón”. Yo dije: “Una conversación de corazón a corazón, por supuesto. Pero tu deber es mantener la paz y la seguridad para tu distrito. ¿Por qué venir a prisión para hablar conmigo de corazón a corazón?” Después de un rato, se fue. El primer día, la mayoría de los que vinieron a “transformarme” se fueron sin llegar a ninguna parte.

Al día siguiente, me llevaron a un lugar de “entrenamiento intensivo” e intentaron “transformarme” utilizando la fuerza. Tuve que permanecer de pie bajo el sol abrasador. Comencé a mirar dentro: “¿Por qué me trataron de este modo? ¿Qué tipo de problema tenía?”. Después de una profunda búsqueda, descubrí que tenía el apego de ostentar. Siendo perseguido, aún intentaba mostrarles cuán firme era. Por otro lado, catalogaba a todos aquellos que participaban como seres perversos, y no utilizaba la compasión al hablar con ellos. Esa era mi brecha, a través de la cual las viejas fuerzas se estaban aprovechando para intensificar mi persecución. Pensé nuevamente que esta llamada “transformación” no era justa para comprobar si era firme o no en mi creencia; esto también era para ayudarme a deshacerme de mis emociones humanas, así que debía utilizar esta oportunidad para salvar gente.

Después de descubrir esas emociones humanas, la situación cambió. El médico de prisión vino y le dijo al guardia que yo tenía hipertensión y que no debería hacer movimientos vigorosos o estar expuesto al sol durante largos periodos de tiempo, que eso causaría problemas a la prisión. Otro también dijo que yo me había desmayado con anterioridad (era una historia que se inventó). Esto asustó al guardia. Yo le dije calmada y amablemente la verdad sobre Falun Gong y le dije que tratar a un practicante de Dafa de esta manera no era bueno para él, que la gente debería utilizar la amabilidad para distinguir el bien del mal y ser responsables consigo mismos. También le dije que de la comisaría al campo de trabajo, del abuso físico a la tortura, nada funcionaría conmigo, a menos que me mataran: “Si queréis 'transformarme' para conseguir algún objetivo, es inútil”. Le dije que se deshiciera de cualquier idea de “transformarme”. Durante este tiempo, la oficina 610 dio órdenes de presionarme para escribir una declaración. Decían que si no cooperaba, podrían privarme del sueño o usar la fuerza, pero aquellos que me vigilaban se negaban a seguir las órdenes, y yo estaba bien.

A través de este suceso, entendí profundamente que cualquier situación que encontremos, como  practicantes de Dafa, es provocada por nuestras emociones humanas. Mientras seamos capaces de mirar dentro, no habrá tribulación o dificultad que no podamos superar. Shifu dijo:

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo” (Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin II)

Cuando miramos dentro realmente, ahí es cuando nuestros pensamientos rectos prevalecen y puede resolverse cualquier problema.

 

Tener pensamientos benevolentes al aclarar la verdad logrará buenos resultados

En el ambiente perverso teníamos que encarar a guardias diabólicos y criminales irracionales. Cuando nos perseguían, no mirábamos a los perseguidores como “el mal”. Sino que en realidad, eran los factores detrás de ellos los que cumplían sus roles. Cuando nos trataban injustamente, teníamos que mirar dentro para ver si aún teníamos apegos. Cuando nos perseguían, enviábamos pensamientos rectos. Este acto en sí mismo era para negar o admitir la persecución de las viejas fuerzas. Si también podíamos mirar dentro y mejorar nuestro xinxing, entonces estábamos haciendo lo que Shifu había arreglado para nosotros. La mejora de los discípulos de Dafa es lo más crucial. Shifu dijo:

“Todos saben que cuando nos cultivamos y refinamos genuinamente, damos importancia a los mensajes de naturaleza buena y a la asimilación a la característica del universo, entonces, ¿no debes hablar sobre la cuestión del Shan? Zhen-Shan-Ren asimila la característica del universo, entonces hay que hablar sobre este Shan”. (Zhuan Falun, lección 8)

Hagamos lo que hagamos, debemos considerar a otros primero y debemos tratar a los seres conscientes con compasión.

Hay una cosa que tenemos que tener clara Cuando alguien hace una maldad, aún puede ser salvado. Debido a que la gente está en la ilusión de la sociedad común, persigue el interés personal. Guiados por el interés personal, el mal se aprovecha de ellos y hacen cosas malas. Pero ellos mismos no saben la verdad. Shifu dijo:

“Por eso, continuamente di oportunidades a este tipo de personas, porque entre estas personas había algunos con verdaderamente buena cualidad innata y que fueron personas muy buenas en sus ciclos de vidas previas. También algunos son vidas que bajaron desde altos reinos. Por eso, yo no puedo sólo ver esta vida en la que son agentes especiales y por eso no salvarlos”. (Eliminando la maldad)

Si queremos eliminar o terminar con la persecución, primero deberíamos aclarar la verdad con pensamientos benevolentes y hacer que la gente sepa la verdad. Si podemos salvarle, entonces salvamos a los seres en su mundo. Si lo destruimos debido a nuestros apegos, entonces destruimos a los seres de todo un mundo. Así que tenemos que medir cada uno de nuestros pensamientos y hechos con los principios del Fa, en lugar de las nociones humanas. No deberíamos abandonar a ninguna persona predestinada. Los discípulos de Dafa pueden salvar a aquellos que nos persiguen. Esta es la poderosa virtud de los discípulos de Dafa.

Yo no reconocía a los reclusos que vigilaban a los practicantes. Los trataba como guardias u ordenanzas. Los consideraba a ellos primero. Un día cuando salía del baño público, el recluso que me vigilaba no estaba allí, así que le esperé. Un compañero del mismo taller me dijo: “¿De qué tienes miedo? Vete solo”. Yo dije: “No tengo miedo de nada. Nuestro Shifu nos dice que consideremos a los demás primero en aquello que hagamos y que pensemos en si dañaremos a alguien si hacemos algo. Si me voy solo y el guardia se entera, éste no me causará ningún problema pero pedirá explicaciones al recluso. Le insultará y le restará puntos. Esto entonces afectará a la duración de su condena. Entonces el recluso se enfadará y me tratará mal y podría llegar a los extremos. ¿No haría el entonces maldades? Hablando seriamente, no sería capaz de pagarlo, si comete maldades contra los cultivadores. Podría arruinarse por este incidente”. La persona estaba muy conmovida y dijo: “Ustedes, los practicantes de Falun Gong, son auténticas buenas personas”.

Los seres humanos tienen qing (sentimentalismo). Como practicante, tenemos que abandonar el qing. Pero aún tenemos que llevarnos bien con la gente. Cuando enviamos pensamientos retos, los discípulos de Dafa tienen dignidad. La palabra “eliminar” dispersará el pensamiento recto por todo el universo. Pero en la vida diaria aún tienes que considerar a la gente común y pensar en ella.

Un día, cuando intentaron “transformarme” en la celda, inicié una huelga de hambre para protestar por los actos ilegales de la oficina 610. Pero lo hice de manera calmada, para no dañar a aquellos que estaban engañados por el mal. Antes de empezar la huelga de hambre, primero expliqué a los reclusos por qué había decidido hacerla y ellos me entendieron. Los reclusos me dijeron: “Te apoyo. Si tienes hambre, por favor toma algo de comer libremente. No lo informaremos”. Yo les dije: “Gracias por vuestra amabilidad. Pero yo cultivo 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia', no mentiré”. Luego dije a los guardias en la celda: “En este ambiente, con el fin de proteger mi creencia, haré todo lo posible”. También les dije que mi huelga de hambre no duraría más de tres días. Cuando les aclaré la verdad, uno de los guardias lloró. Entonces escribí al líder de la celda y le expliqué la razón por la que empezaba una huelga de hambre. Les dije claramente: “Estoy haciendo una huelga de hambre por la persecución a Falun Gong y las acciones ilegales de la oficina 610”.

Escribí a la oficina 610 y les expliqué cómo entendía yo la “transformación”. Expuse sus actos ilegales y les hice saber sobre mi firme creencia en Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Arreglé una cita para ver al fiscal y escribí la los departamentos relevantes para hacerles saber sobre la tortura ilegal y las violaciones de derechos humanos en la celda. Debido a que aclaré la verdad todo el tiempo y actué con pensamientos rectos, en tres días, mientras estaba en huelga de hambre, los esfuerzos para “transformarme” terminaron rápidamente. Validé el Fa con mi acción y ayudé a mucha gente a entender más sobre Falun Gong y posicionarse ellos mismos. Uno de los guardias me dijo: “Me has mostrado el reino de Falun Gong”. Otro guardia dijo: “Admiro el espíritu de la gente de Falun Gong en su búsqueda de la verdad”. Después de eso, éste dejo muchos malos comportamientos. Empezó a leer historias sobre dioses y fo y abandonó el ateísmo.

 

Aclarando la verdad con sabiduría y salvando a más gente

En el ambiente de persecución, era difícil aclarar la verdad. Los guardias estaban llenos de las teorías del perverso partido. Ellos afirmaban que representaban al “gobierno” y “si uno está contra los guardias de prisión entonces está contra el gobierno también”. Se ponían violentos fácilmente. Yo actué según la enseñanza de Shifu:

“Validen Dafa con razón, esclarezcan la verdad [1] con sabiduría, difundan el Fa y salven a la gente con benevolencia; esto está estableciendo la poderosa virtud de un ser iluminado”. (Racionalidad de Escrituras esenciales para mayor avance II)

Aclaré la verdad con sabiduría y pensamientos rectos y también según los apegos de la gente, y conseguí buenos resultados.

Los reclusos odiaban a un líder de los guardias y le tenían miedo. El  no aceptaba lo que yo le decía. Me enteré de que amaba a su hijo de tres años. Entonces hablé sobre su hijo primero y sobre cómo, según la cultura tradicional, se debería enseñar a los niños y cómo la educación actual fallaba en enseñar esas lecciones. Mientras continuaba hablando, él dijo: “Hablaste sobre Falun Gong otra vez”. Yo dije: “Sí, Falun Gong habla sobre Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Este es un valor universal. Nosotros, los practicantes de Falun Gong, somos buenas personas, ¿verdad? Si no practicara Falun Gong, me hubiera comportado como tú: tomando alcohol, haciendo apuestas, alternando con prostitutas y comiendo en exceso. Me atrevería a hacer cualquier cosa mala. Falun Gong me salvó a mí y a mi familia. Así que, ¿qué hay de malo con Verdad-Benevolencia-Tolerancia?”. Él se quedó callado.

Luego escribí un poema para su hijo con un pincel: “Tres palabras auténticas en el corazón, ahuyentan a toda maldad y superan toda dificultad; sigue el camino de la vida en calma, vuelve a tu ser original con relación predestinada”. Él me dio las gracias una y otra vez. Más tarde fui a verle y hablamos sobre cómo tratar con la vida diaria y cómo hacer la dirección. Yo le dije: “Hagamos lo que hagamos, tenemos que hacerlo de corazón. No sigas a otros y no te comportes sin conciencia”. Desde entonces él cambió mucho. No insultaba a los reclusos por cada pequeña cosa y cuidaba de ellos. Los reclusos decían que ahora se parecía más a un ser humano. Me consultaba cuando tenía problemas y preocupaciones. Él dijo: “Es extraño que toda mi ansiedad desapareciera después de hablar contigo”. Le dije que esto es lo que nuestro Shifu nos dijo: “la luz del fo ilumina todo y hace la moral armoniosa y pura” (Zhuan Falun). Yo dije: “Es el campo compasivo de un discípulo de Dafa que disolvió las malas sustancias a tu alrededor”.

Un día me dijo: “Nuestros superiores exigen que los practicantes de Falun Gong sean 'transformados'. Pero yo creo que es una cuestión de creencia. Si quieres ser 'transformado' o no depende de ti mismo. No te forzaremos”. Yo dije: “Has hecho una buena acción. Has elegido un futuro brillante para ti y tu familia”. En verdad no vi a ningún guardia en mi celda forzando a los practicantes a ser “transformados”. Un practicante escribió una declaración de “transformación”. Los guardias no dijeron nada. Más tarde, este practicante quería practicar Falun Gong otra vez. Los guardias tampoco dijeron nada entonces, como si nunca hubiera sucedido. Muchos guardias y reclusos dijeron que si se encontraban con algo que les entristecía, vendrían a ver a los “Maestros” (ellos llaman a los practicantes “Maestros” respetuosamente) y seguro que se sentirían mejor.

En este ambiente especial, solo podía contactar con un número limitado de seres conscientes. Con el fin de aclarar la verdad a más gente, intenté todo lo que se me pasaba por la cabeza. Aclaraba la verdad a todo el que me encontraba, incluyendo a gente de otras celdas y de fábricas del exterior que venía a nuestro almacén en busca de piezas. Les decía que recitaran repetidas veces “Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia son buenos” y podrían ser bendecidos.

Un recluso había estado sufriendo de neurosis durante cuatro o cinco años. Él solo podía dormir tres o cuatro horas cada noche y tenía mucha ansiedad. Le aclaré la verdad y le dije que si continuaba diciéndose “Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia son buenos”, le garanticé que se recuperaría de su enfermedad. Al principio no lo creía y preguntaba si podría lograr algo siguiendo lo que le decía. Yo dije: “Si lo dices de corazón, te garantizo que dormirás del tirón hasta mañana por la mañana, incluso aunque lo digas solo tres veces. Y no te despertarás hasta que alguien te despierte”. Al día siguiente, cuando me vio, me dijo frente a muchos reclusos y los guardias: “Sabes, la receta que me diste ayer fue tan buena que casi me duermo como dijiste ayer”. La gente preguntó qué receta. Yo dije: “Los secretos celestiales no pueden revelarse casualmente. Solo se pueden pasar de uno en uno. Se lo diré de uno en uno”.

Además de aclarar la verdad cara a cara, también escribí cartas a los funcionarios de todos los niveles del gobierno, a los periódicos y a las revistas. Escribí al secretario del partido, al presidente, al presidente del comité permanente del partido, al presidente de la conferencia consultiva política popular, al tribunal popular supremo, al fiscal popular supremo, y a los líderes provinciales, a los departamentos relacionados y a los guardias de prisión. Escribí casi 100 cartas. Un guardia dijo: “Escribes en vano porque no enviarán las cartas”. Yo dije: “Continuaré escribiendo incluso aunque no las envíen. Los guardias violan la ley si no las envían. Además, alguien tiene que leer las cartas cuando las examinan. Incluso aunque solo una persona lea las cartas, no habrá sido en vano”. Desde la perspectiva de un cultivador, lo que sea que hagan los practicantes de Dafa, no lo harán en vano. En otras dimensiones, todo lo que los discípulos de Dafa han hecho es excepcional y está salvando seres conscientes.

También me aproveché de las promesas de la prisión para concertar citas para ver a gente. Concerté citas y conocí al fiscal de prisión y a los líderes de prisión. Había una “Atención telefónica de puente al corazón” (un programa de asesoramiento psicológico). Pedí hacer llamadas a la línea. Hablé alrededor de una hora y media. Hablé sobre cómo me había beneficiado practicar Falun Gong y cuán bueno era. Hablé sobre algunos hechos básicos, afirmando que la prisión violaba la ley al privar a los practicantes de Falun Gong de algunos derechos humanos básicos. La persona que escuchaba era muy simpática. Finalmente me dijo que con el fin de recibir mis llamadas, ella se había preparado durante una semana, pero la preparación era irrelevante de todos modos. Yo le dije: “Si quieres hablar sobre si Falun Gong es bueno o malo, lo que digas serán esas mentiras del periódico y de tus superiores. Lo que te dije es mi experiencia personal, la cual no se puede negar. Se debería permitir a todo el mundo juzgar por sí mismo, basándose en los hechos”.

También aproveché mis habilidades para escribir y dibujar. Me pidieron que ayudara con un periódico mural. Así que escribía y editaba artículos y hacía diseños para ellos. Escribí un poema titulado  Da un paso atrás – Un vasto mar, un cielo sin límites”. El poema decía: “Da un paso atrás, el mar es vasto y el cielo ilimitado; luchando unos con otros, todos resultan heridos. Considerar a otros al hacer todo, muestra amplitud de mente”. Aunque no mencioné a Falun Gong, todo el mundo sabía que estaba hablando de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y estaba enseñando a la gente a ser buena.

También estaba preparado para escribir cartas a las familias de los reclusos para ellos, incluso cartas de amor. Quien me pedía escribir cartas en su nombre, nunca me negaba. Ayudaba a los reclusos a completar la tarea de escribir informes para el informe de prisión y ayudaba a los guardias a escribir sus ensayos de graduación. En los ensayos les hablaba sobre la cultura tradicional y los principios de Dafa que la gente común puede aceptar, como ser sincero en la vida diaria, tratar a la gente con amabilidad, considerar a los demás al hacer cualquier cosa, y cuando surgen conflictos, deberían mirar dentro, y ser tolerantes hacia los demás.

Un día, se iba a hacer una reunión para criticar a los reclusos que habían violado las normas de prisión y pelearon entre ellos. Un recluso me pidió que escribiera su discurso. Al principio me negué y dije: “No quiero involucrarme en tal asunto”. Pero pensándolo otra vez, nada con lo que me encontraba era accidental. ¿No era una buena oportunidad para aclarar la verdad y decirles que fueran buenos y amables” Así que accedí. En el discurso no utilicé el lenguaje del partido para culpar a nadie, sino que escribí de forma calmada. Contando historias tradicionales, les expliqué que deberíamos mirar dentro en los conflictos, considerar primero a los demás al hacer las cosas, dar un paso atrás para descubrir un vasto mar y un cielo sin límites, tratar a la gente sinceramente, y ser tolerante y bueno con la gente. El recluso estaba muy conmovido después de leer lo que había escrito. Se lo enseñó a los guardias en la celda. Todos dijeron: “Esto es muy bueno. Es pacífico y conmovedor”. Cuando se enteraron de que lo había escrito yo, dijeron: “Solo los practicantes de Falun Gong pueden escribir tales artículos”. Aunque el discurso que dieron en la reunión fue un poco diferente del que yo escribí, aún logró un buen resultado.

Un día, un recluso me pidió que escribiera una carta a su hija, que se iba a graduar en una escuela de salud. Me pasé toda una semana escribiendo la carta. Le dije cómo ser una buena persona según Verdad-Benevolencia-Tolerancia, que es un valor universal; seguir el curso de la naturaleza; no competir con los demás; y tratar bien a los demás. Leí esta carta frente a unos diez reclusos en la celda. Todos escucharon en silencio. Algunos comenzaron a llorar. Un recluso que había pegado a practicantes de Dafa (antes era el líder de una banda) se acercó a mí y dijo: “Este es el mejor artículo que he escuchado. La carta es muy conmovedora”. Este recluso cambió mucho después. Ya no me vigilaba. Me di cuenta de que las habilidades y el conocimiento que tenemos son en realidad para salvar seres conscientes. Mientras tengas el corazón, Dafa te dará habilidades extra, y se desplegarán ante ti posibles caminos. Personalmente, me di cuenta y experimenté la omnipresencia de la protección de nuestro compasivo Shifu.

No ha sido fácil caminar tan lejos a través de dificultades durante los últimos 12 años. Cuando lo hago bien, es Shifu quien me guía. Es el resultado de un buen estudio del Fa. Cuando no lo hacía bien, era porque no lo hacía siguiendo los requisitos de Shifu y no me iluminaba desde la perspectiva del Fa o me faltaban pensamientos rectos. Durante los años en prisión, aunque estudiaba el Fa, no lo estudiaba sistemáticamente. Debido a que no estaba con otros practicantes, no lo hacía bien en la cultivación personal y en la salvación de seres conscientes. Después de leer los últimos artículos de Shifu Sean más diligentes y Qué es un Dafa dizi, siento más la urgencia del tiempo y la responsabilidad de salvar seres conscientes y la importancia de mirar dentro. En la fase final del último tramo de cultivación, deberíamos estudiar mucho más el Fa, salvar seres conscientes y cumplir nuestros votos prehistóricos.

Por favor señalen cualquier cosa inapropiada.

 

Versión en inglés: http://clearwisdom.net/html/articles/2011/12/12/130051.html