[Minghui Net] Desde que la persecución a Falun Gong empezó el 20 de julio de 1999, muchas practicantes de Falun Gong han sido detenidas en prisiones. Ellas no han renunciado a su fe a pesar de la brutal persecución. Hoy, yo quisiera presentar a una de esas practicantes. Para seguridad de su familia, me ha pedido el referirme a ella como Lu Hua en lugar de su nombre real.
La Sra. Lu Hua retornó a su hogar en julio de 2009, luego de una prisión de ocho años. Cuando la vi, me di cuenta de que la prisión no la había afectado mucho visiblemente. Me dijo calmadamente: "En esos ocho años, dependí de mi firme creencia en el Maestro y Dafa". Había una apreciable cicatriz de una pulgada de largo en su frente. Dijo que esto fue por haber sido golpeada por nueve prisioneras durante un periodo de más de diez horas.
La Sra. Lu empezó a practicar Falun Gong en 1998. Después de eso, los padecimientos que había sufrido por muchos años desaparecieron. Ya no tuvo más conflictos con su suegra debido a que cultivó bondad a través de la práctica. Su suegra dijo a muchas personas en la villa: "mi nuera se ha vuelto tan buena después de practicar Falun Gong. Ya no discute mas conmigo".
Mientras la Sra. Lu estaba clarificando la verdad en su villa en julio 2001, fue ilegalmente arrestada por oficiales de la estación de policía del poblado, colaborando con el secretario del partido en la villa. Mas tarde, fue detenida en el centro de detención de la ciudad, donde un guardia la esposó y le colocó grilletes por más de 20 días.
La Sra. Lu fue sentenciada a ocho años de prisión en la prisión para mujeres de la provincia Shandong en octubre de 2001. En prisión, se rehusó a abandonar sus creencias. Fue brutalmente golpeada por nueve prisioneras por más de diez horas, resultando en una laceración de una pulgada de largo en su frente. Sangró profusamente debido a esto y su chaleco se empapó. Recibió seis puntadas en el hospital y luego fue enviada a confinamiento solitario por 15 días. Debido a la gran cantidad de pérdida de sangre, se sintió mareada y sufrió de dolores de cabeza. Cada día solo recibió de comida un bollo de maíz del tamaño de un huevo y un pedazo de vegetal salado. Luego de 15 días, fue golpeada frecuentemente y verbalmente abusada. Una noche, la jefa política Zhao, instigó a la prisionera de turno para despertar a las prisioneras en la celda. Cuatro de ellas golpearon a la Sra. Lu usando bastones rígidos de plástico. La patearon y golpearon por más de una hora, causando que su cuerpo se cubriera de magulladuras. Al día siguiente, no fue capaz de caminar.
En prisión, hay un método frecuentemente usado para perseguir a practicantes de Falun Gong. Las guardias le administran drogas desconocidas en la comida para hacerlas mentalmente desorientadas, de modo que puedan ser forzadas a renunciar a sus creencias. La Sra. Lu vio que la practicante Zhou Chun (apodo) de la provincia Heilongjiang, había sido sometida y estaba siempre en un estado atontado. Ella sentía que algo no estaba bien y luego de un largo periodo de observación, encontró que las monitoras y doctoras de la prisión estaban colocando drogas desconocidas en la comida de Zhou Chun. La Sra. Lu le preguntó a una doctora de la prisión qué era eso y la doctora respondió de manera no convincente: "Eso puede ser harina". La Sra. Lu dijo: "Esto no es una factoría de harina. ¿De dónde vino la harina?" Ella tomó un tazón y mostró ésta a las prisioneras en la cafetería para exponer lo que estaba pasando a Zhou Chun. Después, fue brutalmente golpeada como castigo por hacer eso.
La Sra. Lu dijo: "En prisión, los métodos de tortura tales como confinamiento solitario e instigar a las prisioneras a golpear a practicantes causa a muchas practicantes quedar incapacitadas. También aplastan los dedos de las practicantes usando tableros de madera terciada. Fuerzan a las practicantes mayores a sentarse en pequeños bancos y las privan del sueño. Desnudan a las practicantes mientras tienen su periodo y las arrastran al patio para que sean vistas por el público. Esto es muy brutal".
Una practicante mayor una vez dijo que cuando fue a visitar a su hija (otra practicante) en prisión, la guardia le preguntó si practicaba Falun Gong. Ella señaló las celdas de la prisión y dijo: "Tú puedes encerrar y detener sus cuerpos, ¿pero piensas que puedes confinar sus corazones?"
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/5/14/116963.html