Venerable Shifu, queridos compañeros practicantes. Me alegra el poder estar sentado aquí y compartir con ustedes mis experiencias sobre Shen Yun en la República Checa del año pasado.
En la República Checa tuvimos tres espectáculos por la noche en tres días laborables y en conjunto logramos vender casi el 94% de todas las entradas. En la primera actuación al finalizar, los artistas salieron seis veces para saludar y los aplausos del público duraron cerca de diez minutos. Básicamente, todos los empleados del teatro estuvieron de acuerdo en que nunca habían visto algo parecido. Aunque Shen Yun estuvo en la República Checa en el 2009, el espectáculo no tuvo tanto éxito como este año.
¿Qué hicimos para vender tantas entradas y alcanzar este éxito con el público? Hablé con nuestra coordinadora encargada de la venta de entradas en nuestro país, y me dijo que en realidad fue algo muy simple. Yo mismo no recuerdo que hubiéramos hecho nada especial, distinto a lo que se hizo en otros lugares. Ella y otros coordinadores, incluyéndome, creemos que la base de nuestro éxito fue la fe inquebrantable en nuestro Shifu, en sus arreglos y en el seguir su voluntad. Eso se reflejó sobre todo en el hecho de que nunca tuvimos discusión de las instrucciones que venían de la oficina de Shen Yun; simplemente nosotros seguíamos las indicaciones y respetábamos a nuestros coordinadores europeos.
No siempre fue fácil, porque a menudo recibíamos requerimientos que nos obligaban a cambiar toda la estrategia de marketing, venta de entradas y otras cosas. Implicó numerosas pruebas de cultivación y mejoras de xinxing. Se llegó al punto en el que no teníamos ningún problema para comunicarnos con la gente de clase alta, mientras que el año pasado nos comunicamos principalmente con la clase media. Simplemente seguíamos los arreglos. Nuestra experiencia demostró que si seguimos a nuestro Shifu y cooperamos con los coordinadores principales incondicionalmente, entonces sucederán cosas maravillosas.
Otra cosa muy importante para el éxito fue el cuidarnos los unos a los otros, no sólo entre practicantes checos, sino también considerando a los practicantes que vinieron desde el extranjero para ayudar. Tuvimos este deseo, por lo que encontramos fácilmente un buen lugar para que se alojaran, muy cerca del teatro y a muy buen precio. Tratamos de tener un buen plan sobre qué hacer, para aquellos que venían, por ejemplo, por sólo uno o dos días. Esto ayudó a que los practicantes apoyaran plenamente los espectáculos de Shen Yun, pues ya no tenían que pensar en nada más. También pusimos todo nuestro esfuerzo en dejar a un lado los problemas entre practicantes, y dejarlos para después de las actuaciones. Esto creó un ambiente de amistad entre los practicantes y un campo de energía muy bueno en la ciudad.
Además, tenemos muy buena relación con el teatro, con el personal técnico y con la gente del departamento de venta de entradas. Trabajamos en esta relación durante algunos años y la gente del teatro pudo ver que somos buenas personas. Esto les permitió darnos muchos consejos sobre cómo promover Shen Yun y vender más entradas.
En el aspecto técnico, apoyamos lo ya mencionado, principalmente con la apertura temprana del sistema de reservas, pues teníamos el espectáculo en abril y las entradas estuvieron en venta no oficial ya en noviembre. Sin ninguna publicidad, se vendieron el 5% de las entradas durante los primeros 14 días, cuando los encargados de la preventa corrieron la voz de que Shen Yun venía otra vez. Ese fue el resultado de la gran obra de la compañía desde el año pasado. ¡Gracias por eso!
También apoyamos el espectáculo con herramientas efectivas de publicidad en nuestra ciudad, tales como carteles en el transporte público, llamar directamente a las empresas, visitar oficinas de abogados y médicos, distribuir folletos en zonas con gran poder adquisitivo, algunas vallas publicitarias e informar a pie en un concurrido centro comercial, derecho que obtuvimos a cambio de una publicidad en el programa. Además distribuíamos folletos (a los cuales llamamos tarjetas de invitación) en el mismo teatro, justo después de funciones de ópera y ballet por la noche, donde encontrábamos a nuestro target sin tener que buscarlos. Algo que tengo que añadir es que los practicantes que hicieron esto, nos siguieron a nosotros, a los coordinadores, y cooperaron bien, sin quejas ni lamentos acerca de esto o aquello. Ellos entienden que ser coordinador no es casualidad, como todo lo demás que nos rodea.
Por último, el público fue muy sincero y aplaudió por mucho tiempo después de las actuaciones y también durante las mismas. La relación y la empatía que se sintió desde el público fue algo muy conmovedor. Creemos que se debe al ambiente de sinceridad entre los practicantes locales que estuvieron trabajando en esto. La puerta estaba abierta a todos los practicantes y todos estaban haciendo todo lo que podían. El trabajo del coordinador es simplemente coordinarlos bien y ayudarlos.
Gracias por su atención.