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Vivo en una granja cerca de la ciudad de Wuxue en la provincia de Hubei. Tengo cuarenta años y me gustaría contarle a la gente el milagro médico que me ha ocurrido.

El 25 de mayo de 2002, mientras trabajaba en el cuarto piso de un edificio que se está construyendo en la provincia de Guangdong, me caí al suelo y me desmayé. Me llevaron a un hospital donde vieron que tenía la columna vertebral rota por siete partes. El cirujano me implantó doce planchas de acero para sostenerla. Además, también se me rompieron las piernas y las muñecas y tenía los órganos internos gravemente dañados. No recuperé la conciencia hasta 36 horas después.

Debido a que mi vida corría peligro, me tuvieron en la unidad de cuidados intensivos casi medio mes antes de llevarme a planta. Después de más de tres meses en el hospital, seguía sin poder levantarme yo solo. Más tarde, con ayuda y unas muletas, era capaz de moverme un poco pero seguía sin poder cuidar de mí mismo. El médico pensó que el daño que había sufrido era tal que no viviría más de tres años. De cualquier forma, lo que parecía que sí era seguro era que sería un inválido el resto de mi vida.

Cuando me dieron el alta en el hospital, no podía hacerme cargo de mí. En diciembre de 2002, mi antiguo dueño de la empresa donde trabajaba, me dio cincuenta yuanes como indemnización y me dijo que me fuera a mi casa.

En casa, también necesitaba cuidados y apoyo médico. Me di cuenta de que enseguida se acabaría todo el dinero que tenía. ¿Qué iba a hacer?

En marzo de 2004, estuve pensando en suicidarme porque no tenía ningún sitio donde ir. Pero, una noche tuve un sueño en donde estaba leyendo un libro de Zhuan Falun. En 1997, estuve dos días aprendiendo Falun Gong y había visto este libro en ese momento, pero no pude seguir practicando en aquella ocasión porque me fui a la provincia de Guangdong a trabajar. Sabía que Falun Gong era bueno para la salud y que el Shifu Li me estaba dando una pista para que volviera a practicar a través de este sueño. En julio de 2005, un practicante de Falun Dafa me dio una copia del libro y mi hermano consiguió una copia de El Gran Camino de la Consumación de Falun Dafa donde se describen todos los ejercicios. Fue en esa ocasión cuando verdaderamente comencé mi práctica.

Al principio no podía ponerme de pie, así que me apoyaba en una pared para hacer los cuatro primeros ejercicios. Después de terminar de leer Zhuan Falun por primera vez, ya me sentía mucho mejor y no necesité tomar más medicina. A medida que avanzaba en la práctica, empezaron a ocurrir milagros. En menos de una semana, podía estar de pie sin ningún apoyo y hacer los ejercicios, y el 25 de agosto de 2005, fui capaz de andar sin utilizar muletas.

En este momento, tenía absoluta confianza en Falun Dafa, y seguía con mucha sinceridad los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Antes de volver a empezar mi práctica, era indulgente con el juego, fumando, bebiendo y con las relaciones sexuales. Después de empezar la práctica, dejé todo eso.

A mediados de septiembre de 2005, a medida que hacía progresos en mi práctica, se me abrió el tianmu y vi a Shifu quitándome las placas de acero de la parte derecha de la columna vertebral. Entonces, alrededor de ocho días más tarde vi a Shifu quitando las placas de la parte izquierda de mi columna vertebral. Me sentí muy bien inmediatamente. Al principio, pensé que esto era probablemente una ilusión. Sin embargo, después de un mes, no pude sentir la tentación de comprobarlo y fui al hospital a hacerme una radiografía. Lo que había visto con el tinamú era real y el médico también se quedó sorprendido. Dijo que esto sí que era realmente un milagro.

A finales de septiembre de 2005, mientras estaba haciendo el primer ejercicio, la muñeca que se me había roto, se me curó. En enero de 2006, también se me curaron las piernas, y empecé a agarrar cosas pesadas sin problema.

En la tradición china, un hombre no llora al menos que exista una verdadera razón para ello. En mi caso, se trata de un hombre a quién el médico le había diagnosticado que sería un minusválido de por vida. Y solo en medio año, he vuelto a recuperar mi salud. Estoy tan agradecido a Dafa y al Shifu Li por mi segunda oportunidad de vida, que no puedo dejar de llorar cuando pienso en estos milagros.

Versión en inglés: http://clearwisdom.net/html/articles/2010/1/18/113986.html