[Minghui Net]Los agentes del Partido Comunista Chino (PCCh) rutinariamente dicen una cosa y hacen otra para crear imágenes falsas, para engañar al público. La extensión del uso de estas tácticas embusteras de parte del PCCh es más destacada en la persecución a Falun Gong, como demuestran los ejemplos siguientes.
El 20 de diciembre de 2009 el sitio web de Minghui publicó una historia sobre la Sra. Yu Libo, 36 años, de la ciudad de Zhaodong en la provincia de Heilongjang, quien fue puesta en libertad el 26 de junio de 2009 tras ser encarcelada injustamente durante ocho años. Dos días antes de su liberación, el Buró de Seguridad Pública celebró una reunión con las comisarías locales. El 27 de junio, Pang Guoyi, el jefe político y de seguridad de la comisaría, Yang Dali y Ma Chunsheng (también de la comisaría), y miembros del comité de calle, en total ocho o nueve personas, con el pretexto de "estar preocupados por su bienestar", entraron en su casa y la vigilaron por turnos.
Dos semanas más tarde, Fan Xiaoguang, el sub director de la comisaría, llevó a dos personas para verla. Fingiendo ser amables y bienintencionados, dijeron: "No dude en llamarnos si tiene usted dificultades". Cuando les dijo que quería solicitar beneficios de la seguridad social, el Secretario del comité de calle mostró sus verdaderos colores y dijo, "Solicitar beneficios de la seguridad social es muy fácil siempre y cuando usted renuncia Falun Gong". Quería implicar que los practicantes de Falun Gong no tenían derecho a solicitar beneficios de la seguridad social. La Sra. Yu dijo: "No habría tenido que pasar ocho años en la cárcel si hubiera renunciado a la práctica. Me habrían soltado hace mucho tiempo. De ninguna manera voy a renunciar ahora.
Nadie había ido a preguntar por el bienestar de su familia o por las dificultades que vivían en los ocho años antes de su puesta en libertad. El interés que mostraron al "ayudarlos" fue falso y tenía la intención de conseguir que renunciara Falun Gong.
El sitio web de Minghui contó otra historia el mismo día sobre una practicante de 60 años, quien estaba hablando a la gente sobre la persecución que sufrió en una prisión para mujeres en la provincia de Shaanxi. Un día de abril de 2007, la guardia de la prisión, Wei Chen ordenó a varias presas que le pegaran porque no renunciaba a su creencia y se negó a escribir una declaración que difamaba a Falun Gong. Le dieron puñetazos en la cara, le tiraron del pelo, la maldijeron, escupieron, y la pincharon con agujas, torturándola durante toda una noche. Cuando le contó a Wei Chen sobre la paliza, le preguntó: "¿Por qué no pediste ayuda al capitán?"
Está claro que si hubiera llamado al capitán, no habría servido de nada. Una vez, cantó unas canciones, y las otras presas la atacaron de inmediato, dándole patadas y golpeándola de manera indiscriminada. Gritó: "¡Me están pegando!" Shi, el capitán, entró. En vez de parar el ataque, ordenó a las presas que la ataran a la parte alta de la escalera de la litera, dejándola incapaz de enderezar la espalda ni de levantar la cabeza. Shi dijo a las presas: "Como vuelve a gritar, átenle una toalla en la boca". Se quedó esposada en esa postura todo el día.
El 26 de junio de 2001 la practicante de Falun Dafa Sra. Yu fue llevada a la comisaría de Fendou. Varios agentes de policía la esposaron a un "banco de tigre" y empezaron a torturarla. Le pegaron en la cabeza con los puños y con botellas llenas de hielo, y le dieron descargas con picanas eléctricas de alto voltaje. Un agente de policía se enfocó en pegarle en los tobillos con una barra de metal durante horas. Le dolió tanto que gotas de sudor corrieron por todo el cuerpo. Él se mofó: "No te dolió tanto incluso cuando diste a luz a tu bebé, ¿verdad?"
En esa época, un equipo de la cadena de TV de Zhaodong entró con cámaras. Mientras filmaban, la misma policía que acababa de someterla a una violencia tremenda le preguntó amablemente por su salud.
Como otro ejemplo, Fu Yanchun, director de la Oficina 610 de la ciudad de Wuchang, en la provincia de Heilongjiang, había sido director de una escuela de derecho en la ciudad de Wuchang. Esta "escuela de derecho" en realidad era un centro de lavado de cerebro diseñado para perseguir a practicantes de Falun Gong. Anteriormente, Fu era conductor del secretario político/legal. Antes de torturar a los practicantes de Falun Gong, bebía mucho alcohol. Medio desnudo, con un cigarro colgado de la boca, empezaba a gritar y maldecir. Se llamaba un animal, y no tenía piedad con nadie, ni siquiera con los ancianos.
En mayo de 2004, el practicante Sr. He Yaoduo del pueblo Niujia, ciudad de Wuchang fue llevado a la fuerza al centro de lavado de cerebro de Fu. Fu y Mo Zhenshan le dieron patadas y puñetazos. Le bofetearon la cara y le dieron descargas con picanas eléctricas. Fu abrió la boca del Sr. He a la fuerza apretándole la cara con las manos. Entonces le metió una picana eléctrica en la boca y empezó a darle descargas.
El 13 de octubre de 2008 un grupo de gente de 12 condados, liderados por Xiao Jianchun, ex secretario del partido de la ciudad de Wuchang, acudieron al centro de lavado de cerebro de Fu para "visitar y aprender" de él. Antes de su llegada, Fu retiró a todos los guardias de las puertas y celebró una reunión con los practicantes. Les dijo: "Cuando vienen aquí para inspeccionarnos, deben decirles lo siguiente: Hay que decir que están bien cuidados y alimentados, no hay ni golpes ni palabrotas, y que reciben una educación suave y persuasiva aquí.
Cuando los inspectores llegaron al centro de lavado de cerebro, Fu obligó a los practicantes a cantar canciones que alababan al PCCh. Mientras tanto, el agente de policía Zhan Zhigang de la brigada nacional de seguridad empezó a grabar la escena con una cámara. La Sra. Bian Weixiang fue elegida para ser grabada. Otros agentes del PCCh habían decorado una mesa previamente como si estuvieran en un banquete. Obligaron a la Sra. Bian Weixiang a decir que los practicantes de Falun Gong estaban bien alimentados y que todos los días las comidas incluían carne o pescado. También obligaron a otros practicantes a tomar sus palillos y sonreír a la cámara. Los agentes del PCCh se pusieron delante de ellos para asegurarse de que obedecieran.
El PCCh usa los medios más crueles para destruir vidas, mientras a través de sus medios, miente al público sosteniendo que realmente ama y vela por el bienestar de sus ciudadanos. Detrás de las sonrisas del PCCh están la sangre y lágrimas de tantas personas.