[Minghui Net] Hay un dicho antiguo, "Toda la maldad se origina en la lujuria." Creo que definitivamente hay algo de verdad en esto.
Al violar los estándares morales sobre el sexo, los seres humanos crearon cantidades significantes de yeli. Antes de la declinación en los estándares morales, las personas miraban mal a aquellos que tenían lujuria.
En China durante la Dinastía Qing (1644-1911 AC), Ji Xiaolan era un oficial bien conocido y el editor en jefe de Si Ku Quan Shu [nota: colección de libros compilados durante la Dinastía Qing]. Escribió un libro llamado Yue Wei Cao Tang Biji en el cual registró muchas historias fantásticas que había escuchado o experimentado personalmente. Una de las historias dice así:
El emperador envió a un oficial a la región hoy conocida como Tiawán por un asunto oficial. En su camino a Taiwán se hospedó en un hotel. Por la noche en el hotel, vio una muchacha hermosa trepando la pared del patio para llegar a donde estaba él. Con toda su voz y enojado reprendió a la muchacha y envió varios sirvientes a buscarla, pero no la encontraron.
Mientras dormía por la noche, Ji Xiaolian se despertó por un ruido, y por un pedazo de teja que cayó en su saco. Enojado, gritó, "Siendo un monstruo, ¿cómo te atreves a insultar a una delegación del emperador?"
La voz de una muchacha vino de la ventana, "Eres un oficial. Intenté evitarte durante el día, pero me viste, me reprendiste y me hiciste buscar. No quise que Dios se enterara de esto y te culpara. Por eso, estaba realmente preocupada".
"Sin embargo, cuando fuiste a la cama, estabas pensando que posiblemente yo era la hija del dueño del hotel. Estabas planeando tenerme como tu segunda esposa. Claro que no estabas consciente que cualquier pensamiento que tienes, Dios lo ve. Siempre que una persona concibe un pensamiento perverso, atrae el acoso de un espíritu perverso. Bajo estas circunstancias, Dios no te protege del espíritu perverso. Por eso, cuando te tiré una teja, realmente no tenías derecho a estar enojado."
Escuchando su explicación, el delegado se sintió rechazado y avergonzado. Antes del descanso, ordenó a sus sirvientes que empacaran y se fueron.
De esta historia vemos de dónde provienen los antiguos dichos "Dios siempre te está cuidando" y "Cuando tienes un pensamiento, Dios lo ve". Tan pronto como una persona concibe un pensamiento obsceno, Dios sabrá sobre ello y despreciará a esta persona. También el espíritu perverso tendrá derecho a hostigar a esta persona. De este modo, uno no debe decir ni actuar de manera obscena, y debe evitar entretenerse con pensamientos obscenos.
Fecha de edición: 03/08/2008
Fecha del artículo original: 12/07/2008