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Empecé a practicar Falun Dafa en 1996. Al haber experimentado todo lo que me ha pasado desde entonces, me siento muy afortunada de haber encontrado Falun Dafa. Voy a compartir mis experiencias en lo que respecta a cómo entender que todo lo que experimentamos en nuestra cultivación -ya sea bueno o malo- es bueno, y cómo convertir las cosas malas en buenas.

En mayo de 2007, mi esposo de pronto desarrolló un problema en los huesos de los discos vertebrales, lo que le hizo muy doloroso caminar. Mi suegra fue diagnosticada con cáncer al estómago. Esto me impactó tremendamente y como resultado lloraba mucho. Recordaba muy a menudo lo mal que me trataba mi suegra y me olvidaba siempre de juzgar las cosas con el estándar del Fa y más bien me entregaba a los sentimientos humanos. Decidí llamar a otra practicante para intercambiar opiniones con ella.

Ella me señaló que mi afecto por la familia era muy profundo y que muchos apegos eran expuestos como resultado. Ella dijo: "Somos cultivadores. Estamos en el sendero a la divinidad. Cualquier cosa con la que nos encontremos no es coincidencia, pero tiene elementos dentro para hacernos mejorar. Todo alrededor nuestro se transforma para eliminar nuestros apegos y está suscitado por nuestros apegos. Por lo tanto debemos tratar todo con pensamientos rectos y seguir la guía de Shifu para resolver los problemas y convertir cosas malas en buenas". Ella agregó, "Si tú verdaderamente quieres el bien de ellos, deberías introducirlos a la cultivación. De esa manera eres realmente considerada con los demás. Ése es el reflejo de tu verdadero xinxing, especialmente ya que todos hemos venido para el Fa".

Con el cuidado de Shifu y el apoyo de los compañeros practicantes, mi esposo y suegra empezaron a practicar Falun Dafa también. Para ayudar a mi suegra, los compañeros practicantes se llevaron a mi suegra a su casa por medio mes. Al practicar los ejercicios y estudiar el Fa todos los días, la salud de mi suegra mejoró muchísimo. Mi esposo cultiva muy diligentemente y todas sus enfermedades han desaparecido. Hasta insiste en practicar los ejercicios en su trabajo.

Aunque hubo muchas clases de interferencia, ahora las trato como oportunidades para lo bueno, ya que con corazones puros, todo puede ser transformado, corregido y asimilado.

Le expreso mi gratitud al misericordioso cuidado de Shifu y a la ayuda desinteresada de los compañeros practicantes.

Fecha de artículo original: 10/1/2008
Versión en inglés: http://www.clear.net