[Minghui Net]
La profesora Lisa Randall, una física teórica de Harvard, dijo que durante uno de sus experimentos de fisión nuclear encontró, para su sorpresa, que algunas partículas desaparecieron de repente. Ella supuso con audacia que estas partículas desaparecieron sin dejar rastro porque entraron espontáneamente en una "quinta dimensión" invisible para los humanos.
En las últimas décadas, en el mundo de física se ha aceptado ampliamente que, además de las cuatro dimensiones (tres dimensiones direccionales más el tiempo) que los seres humanos perciben, hay dimensiones o espacios adicionales. El descubrimiento de la energía oscura y la materia oscura fue un duro golpe para el mundo de la ciencia, ya que no se puede ofrecer ninguna explicación a esto. Así pues, muchos físicos creen que hay numerosos universos, así como dimensiones múltiples.
A diferencia de la teoría de cuerdas, la "quinta dimensión" adicional propuesta por la profesora Randall podría ser infinitamente extensa. Además, ella sugirió un método para probar la existencia de la dimensión adicional, aunque fuera bastante caro hacerlo. Actualmente la Organización Europea para la Investigación Nuclear construye el acelerador de partículas más grande del mundo a más de 90 metros de profundidad en un área a lo largo de la frontera entre Suiza y Francia. Esto costará más de tres mil millones de euros. Si algunas partículas desaparecieran durante los experimentos, se demostraría que éstas han entrado en una "quinta dimensión" invisible para el hombre.
Si una quinta dimensión u otras dimensiones existen realmente, esto proveería al hombre de una nueva visión, de un entendimiento drásticamente diferente del universo, el espacio-tiempo, y la vida. Por ejemplo, puede haber materia, energía, o incluso vida en otras dimensiones, y las sustancias de nuestro mundo tridimensional podrían entrar repentinamente en otras dimensiones.
A la inversa, es posible que las sustancias, la energía, y la vida de otras dimensiones puedan aparecer súbitamente en nuestra dimensión. También existen interrogantes alrededor de la existencia de espíritus y temas similares que dependen de la existencia de otra dimensión. Si se probara la existencia de otras dimensiones, ello seguramente proporcionaría pistas solidas para contestar tales preguntas.
Puede ser difícil de creer que un tema en el que la ciencia occidental gasta asombrosas cantidades de dinero, no es ningún misterio para la antigua civilización china. Desde tiempos antiguos, la comunidad de cultivación en China siempre fue capaz de entender claramente las otras dimensiones, y un buen cultivador incluso es capaz de entrar en otras dimensiones.
Algunas personas pueden preguntarse, "la ciencia occidental ha invertido tantos recursos en ello y todavía no ha probado la existencia de otras dimensiones. Pero la antigua China no tenía ninguna de nuestras modernas tecnologías. ¿Cómo podría ésta haber explorado otras dimensiones?" Entonces la gente simplemente no lo cree, porque no tiene un entendimiento claro de la antigua China ni de por qué la antigua civilización china fue tan avanzada. ¿De qué modo era avanzada?
Si el camino que se toma es correcto, explorar los misterios del universo, otras dimensiones, y la vida, no requiere los instrumentos sofisticados de la ciencia moderna. Si el camino es erróneo, no importa cuán sofisticados puedan ser los instrumentos, el universo y la vida permanecerán siempre como un enigma. La comunidad de cultivación en China comprendió hace mucho tiempo que las otras dimensiones pueden aparecer en este mundo. Los espejismos, para algunos, son un reflejo de escenas de otras dimensiones en nuestro mundo.
La cultivación en Falun Gong implica naturalmente otras dimensiones y fenómenos sobrenaturales relacionados con otras dimensiones. En realidad, Falun Gong está muy por delante de la ciencia moderna en muchas cuestiones, y después de profundizar, uno puede ciertamente darse cuenta que es una ciencia asombrosa y sobrenatural.
Fecha del artículo original: 21/8/2007
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/8/21/88782.html