[Minghui Net] La pacífica manifestación frente al consulado chino en Vancouver se ha llevado a cabo durante cinco años y once meses. Veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año, los practicantes de Falun Gong han venido voluntariamente, y han seguido con la protesta durante dos mil cien días.
La Sra. Li de China continental: Mi mayor deseo es que la persecución acabe pronto
Durante la etapa inicial de la protesta pacífica frente al consulado chino, la Sra. Li acababa de emigrar a Vancouver menos de seis meses antes. Intentó ajustarse a la nueva sociedad, asistía a clases de inglés, e iba a trabajar. En 2003 se mudó a una pequeña ciudad a una hora de Vancouver. Necesitaba cambiar tres veces de autobús para llegar al consulado chino, y cada mañana tenía que tomar el autobús temprano para ir a trabajar. Muchas veces, se quedaba dormida y se pasaba de parada, y tenía que tomar el autobús de vuelta.
Han pasado cinco años y la Sra. Li aún viene a la manifestación pacífica una vez a la semana. Ella ha pasado trescientas noches aquí. "Tengo una familia y un trabajo como todo el mundo. Hace cinco años, pasé la víspera de Navidad frente al consulado chino. Y otra vez la pasé aquí este año. Todo el mundo desea pasar la víspera de Navidad con sus seres queridos. Mi mayor deseo es que acabe pronto la persecución contra la gente que practica "Verdad, Compasión, Tolerancia"", declaró la Sra. Li.
Cuando ésta acababa de llegar a Canadá, cada vez que escuchaba la música de los ejercicios de Falun Gong, no podía evitar que le saltaran las lágrimas. En China continental, los practicantes de Falun Gong no tienen derecho a practicar los ejercicios. El régimen de Jiang decidió "erradicar" Falun Gong y, desde entonces, no se permitió a nadie hacer los ejercicios de Falun Gong en el parque. Una vez, se llevó una esterilla y fue a un parque para hacer la meditación sentada. Antes de comenzar, un policía se acercó y le preguntó: "¿Practicas Falun Gong?" Ella contestó que sí, y fue arrestada inmediatamente y detenida ilegalmente.
La Sra. Li dijo, "Más tarde, mi lugar de trabajo pagó mi fianza, pero los administradores tenían miedo. Al principio del año, me alababan porque mi práctica de los ejercicios me dio buena salud y ahorró al país enormes costes médicos. Pidieron a todos que aprendieran de mí. Menos de seis meses más tarde, el Partido Comunista Chino (PCCh) envió documentos y ordenó a todos que no practicaran Falun Gong. Los administradores me pidieron inmediatamente que parara de practicar, afirmando: "Podemos permitirnos pagar tus facturas médicas".
La Sra. Li continuó, "¿No es mi derecho básico buscar una buena salud? Muchos compañeros practicantes fueron arrestados y detenidos, sus casas fueron registradas, y sus efectos personales confiscados. Aún hay muchos practicantes retenidos en campos de trabajo y centros de lavado de cerebro. Hasta la fecha, al menos 3062 practicantes han sido torturados hasta la muerte. Incluyendo a dos practicantes que conocía bien, uno era un profesor de universidad de 41 años, y el otro era un funcionario del gobierno retirado, de 65 años.
Al principio, los familiares de la Sra. Li estaban en contra de su manifestación pacífica frente al consulado chino. Le dijeron, "Estás a salvo en Canadá. Deberías hacer los ejercicios en casa y no causar problemas". Ella contestó, "Sabes claramente que el PCCh está persiguiendo a gente buena. ¿Cómo puedo quedarme a un lado, y que no me importe? Especialmente, después de los crímenes del PCCh recientemente revelados sobre la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong para obtener beneficios; ¡es intolerable y contra el curso de la naturaleza! La persecución no es sólo contra los practicantes de Falun Gong, también es contra la conciencia humana. Todo el mundo está implicado. Espero que la persecución termine pronto.
Niños son testigos de la historia
Muchas practicantes de Falun Gong en Vancouver son madres jóvenes; algunas de ellas participaron en la protesta pacífica mientras estaban embarazadas; desaparecían durante un tiempo, y cuando aparecían venían con un cochecito de bebé. Aquellos niños participaron en la manifestación pacífica antes de nacer; ellos también han sido testigos de la manifestación pacífica contra la tiranía.
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La Sra. Xiao Deng es una pequeña mujer. Además de cuidar de su hijo, trabaja tres días a la semana también. Esta dijo que no sabía cómo continuó durante tantos años. No importa cuánto calor haga en verano, o cuánto frío haga en invierno, ella viene a pasar ocho horas frente al consulado chino. Normalmente toma un desayuno sencillo y no cena hasta que llega a casa por la noche. Lleva leche para lactantes en una nevera. La Sra. Deng lleva a su bebé de un año en el pecho para tomar el autobús y se siente muy cansada a veces. En el pasado, cuando hacía muy mal tiempo, dudaba. Cuando pensaba en Wang Lixuan, que fue a Beijing para protestar por Falun Gong ocho veces y fue torturada hasta la muerte con su hijo de ocho meses (alrededor de la edad de su hijo), tomaba un paraguas y se encaminaba al consulado.
Un día, durante una tormenta de nieve, la Sra. Deng tardó media hora en llegar a la estación de autobuses, cuando normalmente tarda sólo diez minutos. Luego, tardó 45 minutos desde la estación hasta el consulado chino, lo cual lleva normalmente unos quince minutos. Ese día, mucha gente le daba al claxon y saludaban mostrando su apoyo. Algunos autobuses turísticos se esforzaron especialmente en pasar cerca, y toda la gente que llenaba el autobús la saludaba a ella y a su hijo. A medida que su hijo fue creciendo, se hizo demasiado pesado para llevarlo, así que comenzó a utilizar un cochecito. Más tarde, se construyó un refugio azul, que ayuda enormemente durante el mal tiempo.
El esposo de la Sra. Deng, Leo, al principio se oponía a la participación de ella en la manifestación pacífica, pero más tarde él también comenzó a practicar Falun Gong. Ahora, a veces, se puede ver a toda la familia allí, frente al consulado chino, con su hijo de seis años Zhongzhong, enviando pensamientos rectos.
Cuando el corazón es recto, los ayudantes están cerca
Entre los practicantes de Falun Gong que participan en la protesta pacífica, hay una pareja, el Sr. y la Sra. Zhang, que tienen 79 años. Vienen del noroeste de China. En los últimos tres años, han estado yendo al consulado chino para manifestarse pacíficamente durante ocho horas cada sábado. Ambos tenían muchas enfermedades en el pasado, y Falun Gong les dio una segunda vida. Ahora quieren salir para decir la verdad sobre Falun Gong. Viven en las afueras, a dos horas, y tienen que cambiar de autobuses para llegar al consulado. No hablan nada de inglés, y el Sr. Zhang no puede recordar el camino. La Sra. Zhang recuerda el camino al consulado utilizando puntos de referencia. En abril de 2006, el autobús cambió de ruta, y después de montar en el metro, no pudieron encontrar la parada de autobús. Cuando la Sra. Zhang preguntó por la dirección, alguien los llevó a la nueva parada, que estaba a varias manzanas de distancia, y llegaron al consulado a tiempo.
¿Qué pasa si se encuentra con alguien que sólo habla inglés? La Sra. Zhang respondió, "Hago gestos con las manos y el número del autobús. Ellos entienden inmediatamente y nos llevan a la parada correcta. Cuando el corazón es recto, los ayudantes están cerca".
No siempre hay tranquilidad frente al consulado chino. Algunas personas normalmente intentan molestar y destruir las pancartas, insultan a los practicantes y les tiran basura. Un día, cuando la Sra. Zhang estaba sentada allí sola, un joven se acercó e intentó destruir los carteles. Cuando ella gritó, "¡No!" él se fue corriendo inmediatamente.
Pequeñas flores inquebrantables
Entre los practicantes, se encuentra el Sr. Taik, un practicante de 67 años. Éste armó un coche antiguo amarillo-naranja, y soldó barras en la parte trasera para colgar un cartel. Él lleva todo tipo de herramientas de limpieza y reparación en el coche. El Sr. Taik preparó el equipo de sonido y las lámparas para el refugio azul. Viene de vez en cuando para quitar el polvo de los carteles, limpiar el refugio, colocar las esterillas y llevarse la pesada batería a casa para recargarla. También limpia de hojas y basura, y se lo lleva en el coche cuando hace calor, y quita la nieve en invierno. Él hace estas pequeñas cosas ordinarias tranquilamente.
En la primavera de 2002, el Sr. Taik compró algunas flores y las colocó bajo la gran corona, expresando así su dolor por aquellos compañeros practicantes que fueron perseguidos hasta morir. Además plantó semillas de flores en la base del muro y se sorprendió al ver que estas florecían ese otoño. Los practicantes de Falun Gong creen que un día habrá un final para la manifestación pacífica frente al consulado chino, y que esos carteles se quitarán el día que la persecución termine.
Fecha del artículo original: 13/8/2007
Versión en inglés:http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/8/13/88568.html