[Minghui Net] Me convertí en practicante de Falun Gong en 1998. Un año más tarde empezó la persecución en China. Estoy entre los practicantes perseguidos más severamente en nuestra área. Me dieron una sentencia bastante pesada en el campo de trabajos forzados. Luego, con la protección del Shifu, negué la malvada persecución y dejé el campo de trabajos antes que la sentencia terminara. Ahora me gustaría compartir mis experiencias de los años pasados.
Después de ser liberado, algunos practicantes me dijeron que necesitábamos más material impreso. Yo quería involucrarme con la impresión de materiales pero mis familiares me presionaron para que no lo hiciera. También tenía algo de miedo cuando recordé las torturas sufridas en el campo. Así que pensé que tal vez debería dejar a otros hacer un poco más en el sitio de impresión, y yo encontraría otras cosas para hacer. Ya he sufrido demasiado en el campo de trabajos y tenía miedo de seguir sufriendo.
Sabía que éste era un asunto de mi ego, y que era algo a lo que debía renunciar. Después de intensificar el estudio del Fa me di cuenta claramente de que soy un Dafa dizi; por ello, no podía decepcionar al Shifu quien me salvó, y no podía decepcionar a los seres conscientes quienes tienen muchas esperanzas puestas en mí. Reforcé mis pensamientos rectos y decidí trabajar en el proyecto de impresión de materiales. Iba a asumir mi parte de las responsabilidades.
Debido a la severa persecución que sufrí, me convertí en una "celebridad" en nuestra área. Ahora que había decidido trabajar en la impresión de materiales, mis familiares intentaron detenerme. En sus palabras, "Todos saben que haces, y si te arrestan de nuevo, no saldrás vivo de nuevo." Le pedí al Shifu que me diera fuerzas. Quería tener más pensamientos rectos, no nociones humanas. Negué la interferencia de mis familiares. Sabía que si prestaba demasiada atención a la seguridad personal, desarrollaría un apego humano más profundo. La persecución en los campos de trabajos forzados es una vergüenza para los practicantes de Dafa. Shifu no reconoce esto para nada. Estando detenido, no importa cuan sólido sea tu comportamiento, ni cuanta tortura soportes, sigue siendo un serio obstáculo que nos impide salvar seres conscientes. Shifu nunca estaría de acuerdo con tales arreglos. Mi misión es asistir al Shifu para rectificar el Fa y salvar seres conscientes. No hay otra opción.
Después de tener claro el principio del Fa, envié fuertes pensamientos rectos: Soy un Dafa dizi; mi voto prehistórico es asistir al Shifu para rectificar el Fa y ofrecer salvación a los seres concientes; nadie tiene permitido interferir; nadie tiene derecho a detenerme.
Después de decidirme inmediatamente entré en acción. Me compré materiales para imprimir y una impresora. Siempre que empezaba a dudar, lo negaba instantáneamente. Sabía que éstos no eran mis pensamientos reales, y era lo que debía eliminar. Toda la interferencia y mis propios pensamientos humanos son obstáculos que me previenen de salvar a las personas. Con la protección y guía del Shifu y mis propios pensamientos rectos, establecí mi propio sitio de impresión de materiales. En este lugar se producían un montón de materiales para clarificar la verdad. Durante un tiempo fue uno de los lugares claves para abastecer de materiales a nuestra área.
Cuando mis familiares vieron mi fuerte determinación, supieron que no podrían detenerme. Empezaron a ayudarme. Siempre que la policía, la gente de la oficina residencial o el campo de trabajos forzados causaba problemas, mi familia se encargaba de ellos. Hasta el día de hoy, mi sitio de producción de materiales es uno de los más importantes en nuestra área.
A fines de 2004, La Gran Época publicó el libro Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Shifu nos pidió que los distribuyamos ampliamente. Empecé a imprimir el libro en casa, pero aún tenía un miedo muy fuerte. Me di cuenta que este miedo era parte de mis emociones humanas. Tengo que abandonar esta emoción cuando estoy imprimiendo libros. Constantemente corregí mis pensamientos, envié pensamientos rectos y eliminé las manos negras en otras dimensiones. Lentamente, fui capaz de abandonar mi miedo.
Después de sobreponerme al miedo, sufrí ye de enfermedad. Durante un tiempo no pude levantarme de la cama, ni hablar de cocinar. Sabía que esto era una interferencia para obstaculizar la impresión de los Nueve Comentarios. Para contraatacar, intensifiqué mi envío de pensamientos rectos. Los síntomas de la enfermedad persistieron. La temperatura en mi cuerpo subía y bajaba, y durante dos días sentí dolor en mi cuerpo. Para ese entonces sabía que ésta no era una reacción normal de eliminación de ye de enfermedad. Era un ataque del mal. Pero ¿por qué parecía que mi envío de pensamientos rectos no funcionaba? Me di cuenta que estaba prestando demasiada atención a esto, y estaba preocupado de que esto afectara mi producción de los Nueve Comentarios. Me había enfocado en eliminar el ataque del mal, no en estudiar el Fa ni en practicar. Gasté un montón de energía luchando contra el mal y me cansé. Me di cuenta de que el mal no era nada realmente. Así que empecé a estudiar el Fa, continué con el envío de pensamientos rectos e hice los ejercicios a medianoche.
Los resultados fueron muy buenos. Después de practicar, mi cuerpo se puso caliente y empezó a sudar. Me sentía muy bien. Al día siguiente me recuperé casi completamente. Me quedé sin papel para imprimir y compré más. De regreso a casa no sentí el habitual mareo del coche. Al momento de llegar a casa, ya estaba completamente recuperado.
Luego, siguiendo las sugerencias del sitio web Minghui, los practicantes establecieron más sitios de producción de materiales en mi área. Con más lugares disponibles, mi carga de trabajo se redujo. Empecé a distribuir material a la gente, llevando a mi hijo conmigo.
Clarificar la verdad también es cultivación. Es un proceso de corregirme a mi mismo y eliminar mis apegos. Mantener apegos muy fuertes por mucho tiempo nos crea una enorme interferencia. La cultivación es como un bote navegando en contra de la corriente: si no se avanza, el bote seguirá la corriente del río. Por eso, Shifu nos repite, la cultivación es un asunto muy serio.
A veces mis emociones son todavía muy fuertes. No pude deshacerme de ellas y esto me molestó mucho.
Me pregunté a mi mismo: ¿Qué harían los fo y pusa en mi lugar? Soy un Dafa dizi. Este universo es infinito, y la tierra es tan solo una partícula. Mis pensamientos humanos no son nada, son tan insignificantes que ni siquiera merece mencionarlos.
Si tenemos buenos deseos y hacemos nuestro esfuerzo, Shifu nos ayudará a alcanzar el final.
Fecha de edición: 1/12/2007
Fecha original del artículo: 17/11/2007
Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/11/17/91412.html