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En diciembre de 2002, fui sentenciado a tres años de trabajos forzados porque me sorprendieron distribuyendo materiales que "clarifican la verdad". Con mis propios ojos fui testigo de la cruel persecución a practicantes de Falun Dafa en el campo de trabajos forzados de la ciudad de Jiamusi, en manos de guardias de la policía. También experimenté de primera mano cómo los practicantes de Falun Dafa aún continúan clarificando la verdad a los guardias durante la persecución. Validan Falun Dafa y aún hacen lo mejor para ofrecerles salvación.

En el año 2003, el campo de trabajos forzados trató nuevamente de forzarnos a renunciar a la cultivación de Falun Dafa y nos ordenaron escribir las así llamadas tres declaraciones. Muchos practicantes mantuvieron pensamientos rectos y acciones virtuosas y rechazaron renunciar a Falun Dafa. Los guardias se aglomeraron con criminales presos y empujaron a los practicantes al piso de concreto. Sobre el piso los inmovilizaron y, usando una cama de metal como objeto de tortura, esposaron sus manos por detrás de la espalda con un brazo por encima del hombro (una tortura llamada "cargando una espada a la espalda"). Las esposas lastimaban dentro de las muñecas y sus manos sangraban. Muchos quedaron casi inválidos debido a este método de tortura. Hasta hoy, algunos todavía tienen cicatrices en sus muñecas, que evidencian los crímenes cometidos por guardias del campo de trabajos forzados.

Fui testigo con mis propios ojos de cómo a una practicante la esposaron por detrás de la espalda durante todo el día porque rechazó leer en voz alta el eslogan difamando al Shifu Li. En la noche, fue esposada a un dispositivo en el taller y le prohibieron dormir y moverse. Durante el día fue esposada incluso para ir al comedor. Esta persecución duró veinte días.

Otra practicante también estuvo esposada con sus manos por detrás de la espalda, rehusó leer en voz alta el eslogan difamatorio en contra el Shifu Li, a ella la encerraron en el taller y sus manos fueron esposadas por detrás de la espalda durante cuatro días. Tenía prohibido dormir y ni siquiera le permitieron cerrar sus ojos.

Las dos practicantes no se dieron por vencidas bajo la persecución, y finalmente pudieron salir del campo de trabajos forzados con su fe firme en el Shifu Li y en Falun Dafa. Ellas no dijeron ni hicieron nada que fuera en contra del Shifu o de Dafa. De este modo estremecieron al mal y minimizaron mucho la arrogancia de los malvados perseguidores.

A principios de junio de 2003, fuimos forzadas a sentarnos durante seis meses sobre una banca. En el abrasador calor del verano, a más de noventa personas nos colocaron dentro de una sala de clases. No teníamos permitido hablar entre nosotras ni sentarnos en las alfombrillas. Por la prolongada tortura, además del aire pesado, mucha gente se sintió sofocada. Debido a la escasez de oxígeno por largos períodos de tiempo, algunas sufrieron dolor de pecho y falta de aire. Fuimos monitoreadas muy de cerca las 24 horas. A veces, tan solo un guiño de ojos resultaba en una golpiza. Sin embargo, ser esposadas, electrocutadas con bastones eléctricos, golpeadas, abofeteadas o sometidas a intentos de lavados de cerebro, nada de esto hizo a las practicantes desviarse de su firme fe en la verdad del universo.

Vi la generosidad del reino de Falun Dafa de los practicantes. Cuando el campo de trabajos forzados estuvo recortando gastos para ahorrar comida, lo que nos daban de comer era equivalente al alimento de pollos. En estas circunstancias, una manzana o un pedazo de pan son muy preciados. Muchos practicantes renunciaban a ese poquito de comida para ofrecérselos a los practicantes más débiles, o incluso a criminales presos que estaban enfermos.

Por supuesto, cuando vivimos en libertad, una manzana o un pedazo de pan no significa nada. Pero en tales circunstancias dentro del campo de trabajos, esta clase de generosidad, era extremadamente preciosa y vista con una luz diferente. Frecuentemente los practicantes usan toda clase de oportunidades para clarificar la verdad acerca de Falun Gong a los criminales presos. Ellos demostraron preocupación por las vidas de esos presos. Su bondad y acciones rectas conmovieron profundamente a algunos criminales y les permitieron experimentar lo grandioso de Falun Gong. Después que algunos criminales aprendieron la verdad acerca de Falun Gong, dejaron de ayudar a las autoridades en la persecución y secretamente ayudaron a los practicantes de muchas formas. Ellos establecieron una buena base para su futuro.

Ha pasado más de un año. Me pregunto dónde estarán mis compañeros practicantes. Creo firmemente que ellos estarán haciendo lo que deben hacer en el período de la rectificación del Fa, sin que importe dónde estén. Únicamente Falun Dafa puede crear tal compasión y seres tan grandiosos.

Fecha de edición: 28/1/2007
Fecha original del artículo: 21/1/2007
Versión disponible en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/1/21/81877.html
Versión disponible en chino: http://minghui.ca/mh/articles/2006/12/31/145819.html