[Minghui Net] Es verdaderamente increíble y terrorífico que tales atrocidades puedan suceder en nuestra época en China.
Hablo del asesinato y de la extracción de órganos de presos de conciencia - transplante de sus córneas, riñones, hígado y corazón.
Es como si el holocausto volviera de nuevo, sólo que en China piensan en los beneficios cuando matan para el floreciente comercio de órganos. ¿Por qué el resto del mundo e incluso nosotros continuamos negociando con ese país?
Creo cada palabra de esta terrible historia que me ha sido contada por Zhen, esta minúscula abuela que pudo escapar. Es la razón por la cual anoto mi nombre en la petición on line para solicitar que se lance una investigación sobre las extracciones de órganos en China en la página: http://petition.fofg.org.uk/organharvesting/
Como Anne Franck, Zhen tuvo que esconderse durante cinco terribles años porque practica una forma de ejercicios lentos y una meditación llamada Falun Gong.
El régimen comunista prohibió esta práctica apolítica en 1999, porque tenía más de 100 millones de seguidores. Este nuevo método Budista semejante al Tai-chi barrió China a partir de 1992 y fue apoyado por las autoridades por su orientación a la auto disciplina y al mejoramiento de la salud: los practicantes no fuman, no beben y siguen un código moral riguroso.
Pero el régimen, por temor a que Falun Gong se volviera una fuerza organizada, comenzó una represión despiadada.
Zhen fue encerrada en una casa de "reforma" donde dice, fue golpeada, alimentada a la fuerza y sus verdugos trataron de lavarle el cerebro.
Hay millones de personas que no pueden escapar de estas atrocidades y esto ha sido confirmado recientemente en las noticias de la Cadena 4, cuando el ex Secretario de Estado canadiense David Kilgour hizo público un informe de investigación sobre las alegaciones de la extracción de órganos de practicantes de Falun Gong con vida en China.
Él y un abogado internacional de derechos humanos, David Matas, dijeron: «Llegamos a la lamentable conclusión de que estas alegaciones son verdaderas. Pensamos que hubo y que hay todavía una colecta de órganos a gran escala y sin consentimiento de practicantes de Falun Gong».
"Sus órganos vitales, corazón, riñones, hígado y córneas implícitamente han sido tomados para ser vendidos a gran precio a veces a extranjeros que normalmente habrían tenido que esperar años antes de recibir órganos de voluntarios en su propio país». *
El profesor Stephen Wigmore, Presidente del Comité de Ética de la Sociedad de Trasplantes Británica, que hacía mención el pasado abril de pruebas "realmente irrefutables", condenó la extracción de órganos que se efectúa en China como una violación de los derechos humanos "inaceptable" y acudió a las Naciones Unidas y a la Organización Mundial de la Salud para que inicien una investigación.
Zhen me contó cómo Falun Gong mejoró su salud. Pero cuando el régimen chino prohibió la práctica, su casa fue asaltada cada dos o tres días por policías que tomaban información relativa a la práctica.
Dijo: "Por apelar pacíficamente a favor de Falun Gong, fui encerrada en una casa de reforma durante casi un mes y allí fui golpeada y alimentada a la fuerza. Hacía apenas algunos días que me liberaron cuando me dijeron que había sido condenada en secreto y que mi detención por la policía era inminente».
Dos horas antes de la llegada de la policía, abandonó la casa junto con su marido y se escondieron.
Zhen cavó un agujero en la pared de una casa abandonada de un amigo para colarse allí. Para esconder la entrada, puso un mueble zapatero delante del agujero con zapatos ordenados arriba. Por el agujero accedían a una habitación y es ahí donde la anciana pareja vivía como presos, escondiéndose, nunca durmiendo en una cama sino sobre el suelo, no tirando de la cadena en el aseo sino una vez al día en medio de la noche, recuperando el agua gota a gota para no hacer ruido. Dijo: «Las ventanas estaban cerradas incluso cuando hacía mucho calor. No había calefacción en invierno. Dormíamos en el suelo cuando afuera hacía -20º. Me acurrucaba en la manta y me reconfortaba con el calor de mi propio aliento. No encendía tampoco la luz».
Para hacerla renunciar a la práctica, le retiraron la pensión y su hijo fue obligado a dimitir. Zhen y su marido utilizaron todos sus ahorros para sobrevivir.
Zhen se disfrazaba para escapar de la policía e iba a distribuir folletos con el fin de permitir a la gente conocer la verdad sobre Falun Gong.
Dijo: "En mi grupo local, ciertos practicantes fueron asesinados por el régimen comunista mientras otros fueron detenidos. Hay un gran número de practicantes que son forzados a exiliarse para escapar a la persecución y si algunos son capturados, la familia no piensa hablar nunca más de ellos. Hoy tengo suerte de vivir en Inglaterra. Haré todo lo que está en mi poder para ayudar a los practicantes de China. Participo en esta gira para permitir a un máximo de personas enterarse de lo que pasa en China. Creo firmemente que la persecución cesará cuando cada vez más personas conozcan la verdad». Zhen me dejó envuelta en lágrimas diciendo: «Por favor salve a estos practicantes inocentes de Falun Gong que son perseguidos en China».
Edward McMillan - Scott, el MPE conservador de Yorkshire y Humber, Vicepresidente del Parlamento Europeo, fueron de nuevo a China para investigar más sobre el asunto.
A su vuelta dijeron: «Los órganos de los presos son literalmente mercancía en espera para trasplantes en tan sólo algunos días. Cerca de 400 hospitales en China se reparten el comercio floreciente de trasplantes con publicidad en Internet de riñones a 60000 dólares».
Conversaciones telefónicas con administradores: «Sí, sí pertenecen a practicantes de Falun Gong, estos órganos son de calidad»
El Sr. McMillan-Scott solicitó hablar urgentemente con el Embajador de China para la UE.
Y es con rectitud que dijo: «Si la gente en Pekín piensa que de este modo pueden preparar los Juegos Olímpicos se equivocan totalmente».
Fecha de edición: 17/9/2006
Fecha del artículo original: 5/9/2006
Versión en inglés: http://en.clearharmony.net/articles/200609/35233.html