[Minghui Net]
Recientemente, después que el alcalde de nuestra ciudad anunció planes para desmantelar el sitio de apelación de los practicantes delante del consulado chino, muchos practicantes se involucraron escribiendo cartas a periódicos y al gobierno municipal. Algunas veces enviaron sus cartas fuera, a nuestra lista de correo electrónico a escala nacional como un punto de referencia para otros. Este incidente reveló los apegos de muchos practicantes, incluyendo el mío, el cual me gustaría compartir aquí.
La respuesta de algunos practicantes al incidente en cuestión fue muy emocional. Estaban enfadados con el alcalde, y escribieron cartas que atacaban y rebajaban su personalidad. Muchos practicantes estaban muy asustados, excitados y preocupados. Otros escribieron cartas que amenazaban con demandar a personas ocasionalmente si se atrevían a oponerse a Falun Gong.
De hecho, el problema con el consulado vino debido a problemas en la cultivación de los practicantes, y el incidente podía ayudar a los practicantes a ver esos defectos, mejorar a través de la cultivación, y salvar a las personas del mundo a través del proceso de resolverlo. No obstante, muchas personas tomaron el método de defender las acciones de los practicantes sin mirar en absoluto adentro, y condenado todo lo que se oponía a ellos.
Al ver esto me alarmé bastante, y envié correos electrónicos intentando decir a la gente que se calmasen, trataran a las personas con compasión y racionalmente, y miráramos hacia dentro, a nuestros propios problemas. Pero como continué viendo practicantes respondiendo con emoción, enojo, y miedo, estaba cada vez más perturbado en mi corazón y preocupado por el posible daño a la reputación de Dafa como resultado de las acciones de algunos practicantes. Fue entonces que recordé un incidente ocurrido hace pocos meses.
Cuando Hu Jintao estuvo visitando Washington DC, sentí tristeza de ver muchos practicantes discutiendo con los "seguidores" del PCCh. Quería decirles que los discípulos de Dafa sólo debían mostrar compasión, tolerancia, y una mente abierta. Quería decirles que los discípulos de Dafa no debían discutir así con nadie, que nadie merece ser nuestro enemigo. Quería decirles que, si pudieran estar perfectamente impasibles cuando se enfrentaran con los trucos del malvado PCCh, entonces el mal no podría existir; sólo existe debido a que los corazones de los discípulos de Dafa todavía se mueven por eso. Quería decirles que el único camino para validar y salvaguardar el Fa es seguir las enseñanzas del Maestro, y que nada puede dañar a Dafa, excepto los mismos practicantes. Quería decirles que sus reacciones humanas y el miedo demostraban la falta de una base sólida y de fe en el poder del Fa, etcétera.
Debería haber escuchado mi propio consejo.
En un momento dado, en medio de una protesta en la Casa Blanca, estaba hablando con otra practicante que compartía esos mismos entendimientos. Ella me habló sobre una escena que había presenciado: un grupo de seguidores contratados por el PCCh iban a iniciar un altercado con los practicantes. Ellos se acercaban a un grupo de practicantes, los incitaban, y los practicantes discutían con ellos. Por supuesto, los practicantes comprendían después que debían mantener sus corazones tranquilos, y entonces los seguidores del PCCh continuaban y hacían lo mismo a otro grupo de practicantes. Cuando escuché esta historia, me sentí decepcionado y frustrado con mis compañeros cultivadores. Pero la practicante que me estaba contando la historia no parecía molesta. Ella continúo y dijo que era la compasión del Maestro, dando a los practicantes tan buena oportunidad para cultivarse.
Comprendí en ese momento que igual no estaba pensando sobre la importancia del proceso de cultivación de los practicantes. Y de hecho, era culpable de muchas cosas por las que estaba condenando a otros: donde otros practicantes estaban reaccionando con miedo y frustración al ver a las personas comunes hacer el mal o cosas perjudiciales, yo estaba reaccionando con miedo y frustración al ver a compañeros practicantes hacer mal o cosas perjudiciales. Ambos estados reflejan una falta de fe en los arreglos del Maestro. Dije antes que el mal no podría mostrarse si los practicantes que lo presencian no tienen apegos con los que pudieran tentarlos. Bien, quizás no vería a otros practicantes reaccionando deficientemente si no tuviera mis propios apegos que se agitaran por ello. Estoy contento de tener la oportunidad de ver esto claramente, y de seguir adelante, sé que debería valorar el proceso más, y tener más fe en la habilidad del Fa para armonizarlo todo.
Fecha de edición: 27/8/2006
Fecha del artículo original: 30/6/2006
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2006/6/30/74952.html