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Ser una practicante de Dafa en el período de la rectificación del Fa

Jul. 9, 2006 |   Escrito por Sissel Thompson, practicante de Noruega

[Minghui Net]

Me llamo Sissel y vivo en Stavanger, una ciudad en la costa sudoeste de Noruega. Comencé a practicar Falun Gong hace cuatro años, algún tiempo después de haber seguido un curso en Stavanger.

En aquella época, muchas cosas a mi alrededor estaban en un estado caótico. Hace poco había recibido un diagnóstico médico que confirmaba que tenía una forma rara de reumatismo. Todos los tejidos cartilaginosos de mi cuerpo, incluido el corazón, podían estar comprometidos y me trataban con cortisona desde hacía más de un año. Cuando le pregunté al médico del hospital qué podía hacer para evitar tomar medicinas, la respuesta fue tajante; debía tomar medicinas durante el resto de mi vida. Pensaba que nada, ni un cambio de hábito de vida ni una alimentación adecuada podrían ayudarme a sanar.

Después de solamente dos meses de práctica y lectura, sentí mi cuerpo más ligero, el dolor había disminuido y tenía más energía. Mi médico incluso disminuyó las dosis de medicinas y por decirlo de algún modo, ahora estoy curada. El dolor se fue; estoy llena de energía y dejé las medicinas hace más de tres años. Mi cuerpo fue purificado.

Estos últimos tres años raramente me ausenté de mi trabajo a causa de la enfermedad. Antes tomaba muchos días de licencia por enfermedad. Podía soportar el dolor únicamente porque estaba acostumbrada a él, pero había momentos en que el agotamiento me impedía ir al trabajo. Después, mis colegas me miraban y decían: «¡Sissel, nunca estás enferma!»

Estaba dispuesta a salir y a hablar de la verdad. Participé en exposiciones de salud, contra la tortura, distribuí folletos e hice los ejercicios en ciudades muy pobladas. Era fácil hablar de Falun Gong y de la persecución en otras ciudades, pero en mi propia ciudad era más difícil. «¿Quién va a verme? ¿Qué pensarán de lo que yo diga? ¡Y si piensan que es estúpido!» Estos pensamientos y preguntas aparecían sin cesar, era mi apego más grande.

Era más fácil estar delante del ordenador de casa haciendo la traducción para la página noruega de Clearharmony. Aquí era anónima y nadie podía verme. Trabajaba varias horas a la semana y podía difundir la verdad por este medio. Podía salvar a la gente desde mi escritorio en la casa, donde estaba fuera de peligro.

Deseo expresar un poco sobre cómo maduré como practicante. En primer lugar, debo decir que soy profesora de una escuela infantil. Muy pocos profesores sabían que era practicante de Falun Gong. Varios de mis alumnos me encontraron en la ciudad distribuyendo folletos, algunos daban un rodeo mientras hacíamos los ejercicios en la ciudad; otros se ponían delante de la ventana gritando mientras hacíamos la práctica de Falun Gong en mi escuela. En cambio jamás había hablado de Falun Gong, de la persecución y de la tortura en China con mis alumnos. Pensaba que no era correcto hablar de la persecución a los niños.

Fuimos muy afortunados por poder presentar la exposición internacional de arte "Verdad-Benevolencia-Tolerancia" en nuestra ciudad. Durante la exposición, muchas cosas llegaron a los practicantes implicados, personalmente casi podía sentir que maduraba. Me volví más segura en mi propia convicción y todavía más cierta en lo que creía. Por primera vez comencé a hablar de la exposición con amigos, colegas y familia. Los invité a venir para visitar también la exposición. A través de las pinturas, podía explicar con naturalidad la persecución, era fácil para la gente comprender su crueldad y al mismo tiempo, sentía que mi corazón estaba recto.

En una esquina de la exposición teníamos un espacio para los jóvenes y los niños donde podían sentarse a confeccionar flores de loto de papel. Me sentaba con ellos para hablar de la persecución en China. Tuvimos conversaciones bonitas y pacíficas sobre algo tan cruel, eran muy curiosos, incluso los niños pequeños.

Reflexioné y me dije: «Debo tratar esto con mis alumnos en la escuela». Incluso entonces, evitaba hablar de la verdad haciendo solamente flores de papel de colores por Navidad. Hablé con otra practicante y ella lo tenía absolutamente claro: ¡La idea era decir la verdad y no hacer flores de loto de papel! Sabía que era justo, pero siempre surgía mi apego. Necesitaba a alguien que me ayudara a ir en la buena dirección y a hacer lo que es mejor para salvar a la gente.

Me preparé y reflexioné intensamente sobre como decirles la verdad a los niños. Luego, preparé un plan especial para los alumnos de las clases de 3 a 7 años. Les hablaré un poco sobre Falun Gong y les mostraré algunos ejercicios, luego les hablaré de la persecución y de la tortura en China utilizando el cuadro titulado "Sin Hogar" pintado por el artista Daci Shen. Lo que diré y la cantidad dependerá del nivel de cada clase. Al final, haré flores de loto de papel con los alumnos. Cada alumno hará entre 2 y 4 flores para llevarse a casa. Las llamaremos las flores de la paz. La visita en cada clase durará entre 70 y 90 minutos.

La primera lección fue bien. Era una información terrible, pero una buena experiencia para los alumnos de 4º curso. Volvieron a casa aquel día con las flores y el espíritu de la Navidad. La primera barrera había caído. Estaba de pie en mi clase mostrando los ejercicios, hablaba de Falun Gong y sobre todo de la persecución y de la tortura. Descubrí que estaba bien hablar de la persecución con los alumnos muy jóvenes. Vi y oí sus preguntas: «¿Esto que nos muestras está realmente prohibido?». Les costaba creerlo.

La siguiente etapa siguió naturalmente. Una colega se dirigió hacia mí en la sala de los profesores, llevaba flores de loto en las manos. Me habló sobre la lección dada antes; estaba presente en el aula. Había escuchado todo y quedó conmocionada como los niños, muy impresionada también por las flores de loto. Más tarde, otros profesores se interesaron y me pidieron ir también a hablar con los alumnos. Hasta entonces había ido a siete clases, desde el 3º hasta el 6º curso en mi escuela. Cada clase tenía 28 alumnos más el profesor; muchos de ellos están salvados. Posiblemente algunos padres también se enteraron un poco sobre la persecución. Es maravilloso ver lo que pasa y las capacidades que pueden aparecer cuando se eliminan los apegos.

De camino para ir a visitar una clase y clarificarles la verdad, me sentía feliz y excitada. Pensaba: «¿Qué finalidad persigo como educadora? ¿A cuántos seres puedo salvar aquí?» Luego sentí algo extraño en todo el cuerpo. Inmediatamente supe que tenía demasiadas pretensiones y atravesé el vestíbulo enviando pensamientos rectos. De repente me sentí tranquila y humilde, estaba recta y preparada para decir la verdad. Tener un corazón recto es primordial, así que antes de entrar en una clase, me siento siempre para enviar pensamientos rectos. Es muy importante para mí.

Una vez, fui invitada a la clase de un profesor que tiene la costumbre de criticar todo: «¿Qué iba a pensar de esto?». Es lo que me preguntaba y me inquieté durante la semana de la visita en su clase. Me sentí feliz cuando de pronto ocurrió que esto no sucedería aquel día. «Hoy, escaparé de esto». Mostraba júbilo en mi fuero interno. Convinimos una nueva cita para la semana siguiente y esa misma tarde enfermé. Me sentía tan mal que estuve a punto de telefonear a mi trabajo para decir que no acudiría. Me dolía todo el cuerpo y las orejas. Sabía que era sólo un síntoma, pero me dolía. La misma tarde, un practicante me telefoneó. Durante nuestra conversación, me di cuenta que debía ir hacia delante y al día siguiente estaba en el trabajo.

Llegó el día de la visita a la clase del profesor crítico. Esto había preocupado a mí espíritu durante la semana, hasta que comprendí que aquello en lo que pensaba y sentía respecto a mí era insignificante. Lo más importante era hablar a los alumnos de la persecución, esperando que él también escuchara. Yendo hacia el aula, enviaba pensamientos rectos. Mis orejas y mi cuerpo seguían haciéndome daño y tenía dificultades en oír, pero era impensable rechazar esta cita.

Los alumnos de 5º estaban muy interesados, plantearon muchas preguntas. Para estar en condiciones de oír sus preguntas, debía caminar por el aula escuchando a los que estaban sentados más cerca de mí. Después que los alumnos dieran forma a las flores de loto de papel, estaban sonrientes y muy satisfechos cuando los dejé 90 minutos más tarde.

Por la noche ya no sentía dolor y oía de nuevo normalmente.

Al día siguiente, el profesor vino hacia mí diciendo: «¡Sissel, lo que nos dijiste ayer estubo muy bien! Y sabes, yo que detesto hacer cosas con mis alumnos, me senté varias horas en mi casa con mis hijos para hacer flores de loto!»

¡Con pensamientos rectos y un corazón recto, puedo hablar de la verdad a todo el mundo! Con esta nueva comprensión en mi espíritu, planifiqué varias visitas en diferentes clases e incluso en otras escuelas.

Después de las experiencias positivas en mi propia escuela, escribí una carta a los profesores de las clases de 3º a 7º curso, ofreciéndoles charlas sobre la violación de los derechos humanos en China. La carta describía mi exposición concerniente a la persecución y tortura en China.

Utilicé mis contactos para programar charlas en otras escuelas. Siempre fui recibida calurosamente y aprovechaba esta ocasión para poner algunas cartas y flores de loto en la sala de los maestros. Así, si el profesor no me quería en su clase, podía al menos leer mi carta sobre la persecución y la tortura en China y conocer la verdad. Sin embargo, las respuestas de los profesores fueron buenas. Ya encontré varias clases en dos escuelas diferentes y todavía tengo otras escuelas en mi lista.

¿Qué me pasó? ¡Yo que apenas lograba hablar de la persecución y la tortura con la gente a la que conocía, ahora voy a ver a los profesores, pidiéndoles recibirme en su clase! Teniendo un corazón y un espíritu rectos, logramos poner a un lado los pensamientos de la gente común. El fin es difundir la verdad y salvar a más gente. Cuando logro hacerlo así, la respuesta de los profesores y los alumnos es positiva.

La exposición de arte "Verdad-Benevolencia-Tolerancia" significó mucho para mí. Me ayudó a madurar en mi cultivación y práctica. Estoy agradecida de que hayamos podido tener la exposición de arte en nuestra ciudad, con el fin de ayudar a más personas a comprender la verdad de Falun Dafa y la verdad sobre la persecución.


Fecha de edición: 9/7/2006
Fecha del artículo original: 24/6/2006
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2006/6/24/74771.html