Un ex miembro del Parlamento canadiense y un abogado de derechos humanos publicaron un informe el jueves que alega que el Partido Comunista Chino realiza sustracciones de órganos de prisioneros vivos no voluntarios, sobre los practicantes de Falun Gong, para trasplantes a gran escala.
Los informes de los autores, el ex Secretario de Estado para la región de Asia Pacífico de Canadá, David Kilgour, y el abogado de derechos humanos, David Matas, que llevaron dos meses de investigación, involucran a decenas de hospitales y de cárceles a lo largo de China.
Ambos también identificaron unos 41.500 trasplantes sospechosos en China desde el año 2000, diciendo que no pudieron rastrear la fuente de los órganos utilizada.
"Creemos que ha habido y continúa habiendo hoy en día sustracciones de órganos a gran escala de practicantes de Falun Gong no voluntarios," escribieron en su informe.
"Ésta es una forma de maldad que todavía tenemos que ver en este planeta, una nueva forma de maldad," le dijo Matas a los periodistas el día jueves.
China, que ha negado alegaciones similares, rechazó la entrada de ambos para investigar las denuncias más profundamente, él dijo.
El grupo con base en los EEUU, la Coalición para Investigar la Persecución de Falun Gong en China (CIPFG) le pidió al dúo que investigue las denuncias de varios de sus miembros.
China prohibió al grupo espiritual en 1999 y vehementemente ha negado las alegaciones acerca de sustracciones de órganos, acusando al grupo de divulgar rumores con el fin de dañar las relaciones exteriores del país y "la estabilidad social."
Kilgour y Matas observaron que muchas de las alegaciones eran de segunda mano, pero que hay suficiente evidencia para autorizar una investigación más amplia.
"Hay dificultades para confirmar estas denuncias porque. las víctimas están muertas, los autores no van a confesar y en la escena del crimen no han dejado ningún rastro; es una sala de operaciones, "declaró Matas.
"No sé si esto es una política o por corrupción, pero se extiende por todos lados," él agregó.
Los dos solicitaron a las autoridades chinas, las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales de derechos humanos investigar las denuncias más profundamente.
También pidieron a los gobiernos del mundo que considerasen una prohibición a los médicos chinos que desean viajar al exterior para recibir entrenamiento sobre trasplante de órganos y fortalecer las leyes sobre tráfico de órganos en todo el mundo lo que Matas caracterizó como "crímenes contra la humanidad". El gobierno conservador de Canadá y los partidos de la oposición han expresado interés en el informe, según afirmó Kilgour.
Matas y Kilgour dijeron que se entrevistaron con varios miembros de Falun Gong y con la ex esposa de un cirujano quien le contó a ella que había extirpado córneas de unos 2.000 prisioneros anestesiados de Falun Gong en el nordeste de China durante dos años antes de octubre de 2003.
Dijeron que escucharon, con la ayuda de intérpretes certificados, más de 30 llamadas incógnitas, desde marzo a mayo, hechas desde Canadá y los Estados Unidos a funcionarios chinos que admitieron las cirugías.
Las transcripciones de las llamadas telefónicas involucran a unos 30 hospitales y cárceles, incluyendo la Oficina de Seguridad Pública en Shanxi, el Departamento de Ojos en el Hospital del Ejército de la Liberación Popular en Shenyang, y el Hospital del Ejército 301 en Beijing.
El 8 de junio, un funcionario identificado solamente como Sr. Li en la cárcel de la ciudad de Mishan en la provincia de Heilongjiang dijo que por lo menos cinco prisioneros masculinos de Falun Gong menores de 40 años estaban disponibles para la sustracción de órganos.
"Tienes suministro (de órganos) de Falun Gong?" El paciente preguntó.
"Teníamos, sí," contestó el Sr. Li.
"¿Tiene actualmente?"
"Sí," dijo Li.
"¿Podemos ir a elegirlo, o nos lo proporciona directamente?"
"Se lo proporcionamos," dijo Li, agregando que el precio sería discutido más adelante en persona.