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Estimado CIPFG,
Tengo 47 años y soy empleada de la fábrica de instrumentos automáticos de Zhaoyuan, situada en la ciudad de Zhaoyuan, provincia de Shandong. He aquí algunos de los hechos de la persecución que mi familia soportó. Me gustaría que sirvieran como prueba para la investigación.
El 20 de julio de 1999, mi marido, mi hija y yo fuimos a Pekín para apelar a favor de Falun Gong. Fuimos detenidos y escoltados por la policía cuando regresábamos a la ciudad de Zhaoyuan. Desde entonces, jamás hemos podido llevar una vida apacible. Mi unidad de trabajo y la de mi marido, el Departamento de Organización de la ciudad de Zhaoyuan y la Unión de Mujeres, nos hostigaron por turnos y nos forzaron a denunciar a Falun Gong. Nuestra casa y nuestra línea telefónica fueron sometidas a vigilancia. Durante días sensibles políticamente, fuimos hostigados. Esto duró numerosos años. El personal de Seguridad de la Oficina de Electricidad de la ciudad de Zhaoyuan, acampó delante de mi domicilio para vigilarnos día y noche.
El 19 de enero de 2001, fuimos a Pekín para apelar de nuevo. Fuimos detenidos, golpeados por la policía y retenidos en la oficina de Seguridad Pública de la Plaza Tian An Men. Luego, fuimos escoltados de regreso al puesto de policía Luofeng en Zhaoyuan por el personal de la oficina de enlace de Zhaoyuan en Pekín. Después de ser encarcelada ilegalmente durante 23 días, lo fui de nuevo por otro período de 15 días, durante los cuales fui expulsada del PCC por el Departamento de Organización de la ciudad de Zhaoyuan y despedida de mi unidad de trabajo, la fábrica de instrumentos automáticos de Zhaoyuan. Después de ser detenida ilegalmente durante 20 días, mi marido Sun Guo fue encarcelado durante otros dos meses, pagando una multa de 10000 yuanes a la oficina 610 de Zhaoyuan. También fue expulsado del Partido por el Departamento de Organización de la ciudad de Zhaoyuan.
Mi hija fue liberada finalmente gracias a los esfuerzos de nuestros parientes, después de ser detenida durante 24 horas.
Más tarde, fue despedida de su puesto como vigilante de clase en su escuela. En el transcurso del encarcelamiento de mi marido, los miembros de la oficina 610 le abofetearon en la cara, le dieron patadas y le electrocutaron constantemente durante dos horas. Sufrió extremadamente durante este suplicio. No podía comer y vomitó constantemente durante varios días. Después de su liberación por el centro de detención, fue enviado de nuevo al centro de lavado de cerebro por su unidad de trabajo, la oficina de electricidad y la oficina 610, antes de que sus heridas fueran curadas. Estaba tan delgado que sus huesos le atravesaban la piel. No le permitieron dormir durante largos períodos de tiempo. Fue forzado a mirar vídeos que difamaban al Maestro y a Falun Dafa. También fue forzado a ayudar a la policía a "reformar" a otros. Fue retenido ilegalmente durante tres meses. Después de ser liberado por el centro de lavado de cerebro, mi marido fue despedido de su puesto de jefe de sección. Cada mes, ganaba solamente 320 yuanes como salario. Luego, fue enviado a la fábrica termoeléctrica para hacer trabajos forzados.
El 25 de abril de 2001, en el momento de una visita a casa de un compañero de práctica de Falun Gong, miembros de la oficina 610 de la ciudad de Zhaoyuan y de la fábrica de neumáticos, quebrantaron la puerta con martillos de herrero. Mi compañero de práctica y yo fuimos arrastrados hacia un coche por cuatro o cinco personas. Fuimos enviados al centro de lavado de cerebro y detenidos ilegalmente durante más de un mes. Mi domicilio fue registrado ilegalmente dos veces por la oficina 610 local en julio y octubre de 2001. Estuve detenida y fui llevada al puesto de policía Luofeng en Zhaoyuan de nuevo, después de que mi casa fuera objeto de un registro en julio de 2001. Los policías de la oficina 610 me torturaron con el fin de obtener una confesión. Cogieron mis cabellos y me arrastraron por el suelo. Me ataron a una silla y me torturaron toda la noche. Mi cuerpo estaba cubierto de picaduras de mosquitos. Más tarde, me llevaron a la comisaría Mengzhi y me ataron a una silla de metal. A pesar de todo, no revelé la información que querían. Tras ser torturada durante tres días y tres noches, me dejaron libre.
El 3 de abril de 2002, mientras mi marido trabajaba, la oficina 610 y Song Shuqin del centro de lavado de cerebro, fueron a detenerlo. Se escapó y vivió desde entonces como un exiliado. Tras su escapada, la oficina de electricidad lo despidió. Además de eso, más de diez personas de la oficina 610 y del Departamento de Seguridad de la oficina de Electricidad vigilaban mi casa, me perseguían por todas partes e intentaron forzarme a delatar a mi marido. También amenazaron con detenerme si no los ayudaba. Se me obligó a dejar mi residencia y a vivir como una exiliada a mí también. Siendo muy joven, mi hija continuó viviendo sola en la casa. La oficina 610 y la oficina de Electricidad siguieron intimidando y acosando a mi hija durante 40 días, lo que perjudicó mucho su salud mental y física. A finales de julio de 2002, durante sus vacaciones escolares, la oficina 610 había planeado enviarla a un centro de lavado de cerebro. Pidieron a la escuela enviarla al centro y a pagar 1.800 yuanes al centro. Los profesores debían conducirles a la residencia de mi madre y mi suegra para recoger a mi hija. Se forzó a mi hija a dejar la casa con el fin de evitar ser arrestada. Tuvo que ocultarse durante todas las vacaciones estivales.
El 5 de septiembre de 2002, detuvieron ilegalmente a mi marido y a otros dos practicantes de Falun Gong mientras clarificaban la verdad al público. Los policías de Zhaoyuan les arrestaron en pleno día. Recibieron patadas y los lanzaron a una zanja fangosa cerca de la carretera, pero los policías los retiraron de la zanja y siguieron golpeándoles hasta quedar doblados e irreconocibles. Atacaron tan violentamente a mi marido que vómito sangre allí mismo. A continuación, fue enviado a la comisaría Biguozheng, dónde siguió siendo violentamente golpeado. Después de eso, el mismo día, fue enviado al centro de detención de Zhaoyuan, dónde se le torturó brutalmente de nuevo con el fin de obtener una confesión. Mi marido fue retenido ilegalmente durante seis meses y no tenía derecho a ninguna visita familiar. En febrero de 2003, fue condenado a ocho años de prisión. No aceptó y quiso hacer una llamada. Sin embargo, sin advertir a su familia, fue enviado secretamente a la prisión de Shandong el 25 de marzo de 2003.
En la prisión de Shandong, fue torturado muy brutalmente. Me enteré por una persona del interior de la prisión que mi marido sufrió allí toda clase de crueldades. Al negarse a renunciar a su creencia, se le puso bajo "estricta administración". Cada día debía sentarse sobre un pequeño taburete y estar inmóvil desde las 5 de la mañana hasta la medianoche. La cara de los encargados que expresaban "bondad" no era más que una mascarada. En la superficie, no participaron en la persecución. Pero en realidad animaban a los criminales a torturarlo despiadadamente. Mi marido era llevado a menudo a una célda de aislamiento y vigilado bajo "estricta administración".
Durante el exilio, el 11 de agosto de 2005, la escuela de mi hija y la oficina 610 de Zhaoyuan capturaron a mi hija y la detuvieron como rehén durante más de diez días, con la esperanza de utilizarla para capturarme. Eso causó una angustia insoportable a mi hija así como a los otros miembros de mi familia.
La persecución a Falun Gong dura desde hace siete años. Durante este período, he permanecido en el exilio cuatro años, mientras se ha encarcelado a mi marido ilegalmente durante cuatro años. Mi hija que es menor, vivió una vida muy difícil completamente sola durante todos estos años. Con el fin de intentar detenerme, la oficina 610 de Zhaoyuan acosa a menudo a mi madre y a mi suegra. Hacia las 21:30 del 2 de junio de 2003, un grupo de personas que declararon ser policías hicieron una incursión en la casa de mi madre de nuevo. Mi madre es septuagenaria, vive completamente sola. Los policías pidieron a mi madre que me delatara y amenazaron con detenerla si se negaba. Se irritaba y tenía tanto miedo que se hundió mentalmente. Desde entonces, reía o lloraba de una manera asustada. Corría a menudo en plena noche y rompía los árboles y los huertos de los vecinos. Más tarde, fue enviada a un instituto psiquiátrico para sufrir a la fuerza los tratamientos. Se la obligaba a menudo a recibir inyecciones y medicamentos. Su vida ya no se asemeja a la de un ser humano normal. Durante todos estos años, mi suegra, una octogenaria, quería ver sus hijos y estaba impaciente por ver a su nuera y su nieta cada día. En cuanto mencionaba a nuestra familia, las lágrimas venían a los ojos. El dolor era demasiado para ella y murió en octubre de 2005. Mi suegro de 84 años se quedó solo en el mundo. Cada día, se asusta e impacienta. Permanece a menudo en la cama o en el hospital.
Deseo sinceramente que el CIPFG (Comité para Investigar la Persecución a Falun Gong) y otras buenas personas puedan venir a China para investigar y poner fin a este desastre nacional.
Fecha de edición: 25/6/2006
Fecha del artículo original: 15/6/2006
Versión en francés: http://fr.clearharmony.net/articles/200606/27161p.html