[Minghui Net] Saludos, Maestro. Saludos, compañeros practicantes.
Nunca he tenido la iniciativa de querer escribir un artículo de intercambio de experiencias de cultivación desde nuestro primer Fahui en el Reino Unido. Especialmente después de escuchar a los practicantes compartiendo cómo han progresado a través de practicar diligentemente. Normalmente me siento inquieta cuando hablo sobre mi cultivación delante de practicantes veteranos, sabiendo que sólo he estado avanzando lentamente hacia delante y no haber hecho ningún gran avance, sin mencionar las veces que he retrocedido. Siento realmente que allí no era importante hablar. Sin embargo, si lo que hablo son solamente cosas de nivel bajo, indicaría que no he entendido el Fa bien o peor todavía, erróneamente, además ¿no estaría exponiendo lo mal que he estado cultivándome? Esto me hizo más determinada para permanecer callada. Hay muchos practicantes que lo están haciendo muy bien. Dejémoslos compartir sus buenas experiencias. Sabía que al fin y al cabo habría personas que escribirían artículos para la conferencia. En todo caso, siempre estoy ocupada y encontraría sumamente difícil sentarme con tranquilidad a escribir algo. No pensé que representaría alguna diferencia no presentar mi artículo.
No era consciente de los numerosos apegos que se ocultaban detrás de estos pensamientos. Incluso les he permitido prosperar por mi ignorancia. Ahora que los he descubierto, tomaré esta oportunidad para exponerlos y deshacerme de ellos.
El primero que veo es el egoísmo. El Maestro ha reconocido la importancia de los Fahui y que el intercambio entre practicantes es beneficioso para mi cultivación y por eso siempre asisto alegre. Es incluso mejor si la preparación de la conferencia está bien hecha. Si no, he refunfuñado o incluso lo he desaprobado abiertamente pero no he pensado en contribuir positivamente para asegurar que la conferencia tuviera lugar sin problemas o por ejemplo ofrecerme a escribir una experiencia para compartir. Sin el intercambio de experiencias de cultivación de los practicantes, la conferencia perderá su significado. Aún así estaba bastante dispuesta a sentarme y esperar que otros organicen la conferencia para que yo simplemente pudiera llegar y beneficiarme. Me siento absolutamente avergonzada de mi egoísmo considerando que he estado llamándome cultivadora durante muchos años.
El otro apego que veo es la competitividad. Veo a los compañeros practicantes que han cultivado bien y sus intercambios son realmente maravillosos. Si fuera a compartir el mío, parecería débil y falto de sustancia. Lo que no he entendido bien es que en nuestra cultivación, estamos cultivándonos y refinándonos. Cada uno está en diferente nivel, en diferente entorno y caminando diferente sendero. ¿Cómo pueden todos ser iguales? Yo puedo tener un conocimiento un poco más pobre y por consiguiente ser más lenta al entender el Fa. ¿Pero no ha terminado mi mejora por mis propios esfuerzos? Si la mejora es grande o pequeña, sigue siendo mi logro. No hay necesidad de comparar esto con el éxito de otras personas.
El fanatismo normalmente viene de la mano de los apegos anteriores. Este es el deseo de oír alabanzas cuando pienso que he hecho algo bien. Lo que es más, si los practicantes descubren mis omisiones y me las señalan puedo sentirme incómoda o incluso ser incapaz de entenderlo. Como resultado de estos pensamientos negativos, he permitido estos apegos hasta enconarse adentro, una y otra vez.
Hasta ahora, sólo pensar en escribir un artículo ha expuesto estos apegos. ¿Como podemos decir que no nos beneficiamos directamente escribiendo artículos?
Lo que es más, para cultivar en Dafa, tener al Maestro impartiendo el Fa y conduciéndome hacia arriba cada momento, arreglando para mí deshacerme de las cosas malas y rectificando todo mi ser: ¿Es ésta una tarea ordinaria? Por supuesto que no. Se debe a que durante el proceso de mi cultivación, no he tenido ninguna experiencia tangible. Pero sé que estoy elevándome constantemente. Este cambio es un resultado directo de mi aspiración a ser buena. Confío que todos los presentes compartan esta aspiración. Nuestro encuentro es por lo tanto la unión de compañeros practicantes en un entorno puro, para el beneficio mutuo de mejorar como un solo cuerpo, compartiendo nuestras experiencias de cultivación. Debemos sentirnos cómodos, desinhibidos y en total armonía.
Compartiré con vosotros mis experiencias deshaciéndome de algunos de mis apegos.
Antes de escribir, una practicante me llamó por teléfono, instándome a escribir un artículo para nuestra conferencia. Ella dijo, "Has hecho tanto. Debe haber bastante de ti que puedes compartir con todos". Después de colgar el teléfono, reflexioné en lo que la practicante había dicho. No dijo que he hecho algunas mejoras en mi cultivación, solamente dijo que he estado haciendo cosas. Sé que no he hecho mucho, ¿así que no me había señalado ella mi apego de hacer cosas? Desde que obtuve el Fa, he estado dispuesto a hacerle saber a la gente sobre esta gran vía de cultivación. Poco después que la persecución empezó, intenté ser parte de un grupo de esclarecimiento de la verdad mientras fuera posible. He estado actuando como un contacto local durante un número de años y he visto practicantes venir e irse. Esto me hizo sentir que era responsable por el trabajo a nivel local. Intenté organizar todo mientras fuera posible y como resultado gasté mucho de mi tiempo y esfuerzos en tener el trabajo hecho e igualando el trabajo a la cultivación. El apego de hacer cosas se desarrolló lentamente. Durante este período de tiempo, el estudio del Fa era sólo una formalidad para mí. Sin el Fa, era sólo una persona común. Cuando los problemas surgían olvidaba mirar adentro. Encontraba difícil escuchar cuando los practicantes señalaban mis brechas. Mi cultivación se detuvo completamente. Aunque he dicho a la gente que me cultivo en Dafa, que practico "Verdad, Benevolencia y Tolerancia" y que miro hacia adentro cuando me encuentro con problemas, cuando leí las palabras del "examinar todos y cada uno de los hechos y llevarlos a cabo es cultivación", comprendí que no había estado cultivándome verdaderamente.
No salí de este estado durante un tiempo bastante largo antes de darme cuenta que algo no estaba del todo bien, aunque no podía poner mi dedo en él. Un día un practicante me dijo, "¿Aún no has comprendido por qué los nuevos practicantes vienen y se van? ¿Has comprendido qué significa esto? No puedes verlo, ¿es un problema tuyo?" Cuando escuché esto, me sentí bastante triste. Entonces empecé a comprender el significado de esto. Mientras otros han mejorado y seguido adelante, yo todavía sigo en el mismo punto. A partir de entonces, empecé a aprender cómo mirar hacia dentro. Sería horrible si parara el avance a todo el grupo porque no me cultivo bien y llegara a ser una carga. Aunque mi comprensión llegó un poco tarde, no obstante estoy empezando a cultivarme.
En marzo del año pasado, antes de imprimir la versión británica en chino de La Gran Época. Debido a mi habilidad de leer chino tradicional, me pidieron que ayudara con las correcciones. Trabajé al lado de otro practicante que vino de Taiwán. Nuestro trabajo era seleccionar las palabras del chino simplificado y proponer las correspondientes al chino tradicional. Estaba muy contenta de ser incluida en la plantilla y estaba determinada a dar lo mejor de mí.
Mi educación china se limita a nueve años de educación en Hong Kong. Lo que sé de la gran cultura china es de poca profundidad. Fui invitada porque los compromisos y circunstancias de otros les habían impedido ayudar. Mi compañero corrector es una persona gentil, graciosa y extremadamente paciente. Su dominio del chino es mucho mejor que el mío, así que cuando tenía dudas, iba a él.
Los editores de la página con los que trabajo estrechamente son muy generosos y amables. A menudo me dicen palabras alentadoras y me aseguran que están contentos con mi trabajo. Con el tiempo, gradualmente empecé a desarrollar la ilusión de que estaba capacitada y presumía. Esto salió en la forma autoritaria en que yo hablaba. Continué comportándome de esta forma hasta hace unos pocos meses. Mi compañero corrector me llamó por teléfono para hablar sobre algo relacionado con nuestro trabajo. No sé si fue algo que dije o una sugerencia que había hecho recientemente lo que lo impulsó a hacer la llamada. Comenzó por recordarme que, debido a la importancia de nuestro trabajo y al hecho de que estamos a cargo de las correcciones finales, podríamos experimentar alguna clase de autoridad auto impuesta. Cuando escuche la palabra "autoridad", me conmocioné, como si alguien hubiera ofendido una parte de mí muy sensible y protegida. No oí nada de lo que dijo después de eso. ¿Autoridad? ¿Estoy persiguiendo esto? ¿Estoy haciendo este trabajo para satisfacer algún apego mío? ¿Estoy buscando las alabanzas de otros? Instantáneamente, un gran apego que había estado ocultando profundamente por lo que veo fue desechado. Temblé con excitación cuando supe que esta sustancia sucia ahora podría ser echada fuera. Todavía ha intentado surgir de vez en cuando después de eso, pero es muy débil y muy fácil para mí deshacerme de eso. De hecho, no había estado cultivándome en este inmenso Fa, ¿cómo podría llevar sobre los hombros esta tarea con la poca habilidad que poseía como una persona común? En cualquier caso, la habilidad que me ha sido dada por el Fa es para que me encargue de esto. No lo haría si el trabajo no fuera realizado.
A continuación, me gustaría compartir con ustedes mi experiencia relativa a mi relación con mi hija cultivadora. Poco después de obtener el Fa, alenté a mis tres hijas a leer «Zhuan Falun» y a practicar Falun Dafa. Mis dos hijas mayores, que eran adolescentes, decidieron que, aunque la práctica era buena, era demasiado dura para ellas abandonar sus apegos con lo que no fueron más allá de eso. Mi hija pequeña tenía nueve años en ese momento y estaba dispuesta a seguir el consejo de su madre. Esto fue hace siete años. Cuando creció, aumentaron las oportunidades de ella de entrar en contacto con la gran tina de tinta. Al mismo tiempo, la cantidad de trabajo relacionado con Dafa que yo tenía que hacer se incrementó. Esto estaba por encima de las tareas de casa, de las cosas que hago por mi madre y suegros, cosas que de las que tengo que encargarme para las tres chicas, además tengo que ir a trabajar al menos dos días a la semana. Esto hizo la situación muy tensa para mí. Cuando miré, vi que debería poder guardar algo de energía en cuidar de mi hija que también es cultivadora. Todo lo que necesitaba hacer era recordarle cómo comportarse como una cultivadora diligente. Cuando cometía algún error, se lo señalaba usando los principios del Fa. Ella normalmente simplemente aceptaba la crítica tranquilamente. No sólo no pensé en la situación y no vi donde no lo había hecho bien sino más bien pensaba que era correcto.
Un día, cuando le recordé estudiar el Fa, me dijo, "Mamá, eres más como una compañera practicante que mi madre. Te interesas poco por lo que hago fuera de la cultivación". Fue entonces que comprendí que no he sido una buena madre. Es por supuesto correcto interesarse por su cultivación, pero debido a que vivimos en la sociedad humana común, lo que hacemos debería atenerse a la sociedad de las personas comunes. Sé que se necesita mucho para educar a un niño, especialmente en una sociedad de moralidad corrupta como en la que estamos. Alguien me dijo recientemente, "los chinos vienen a occidente para vivir en libertad y aún ustedes son muy estrictos con vuestros niños. Ellos también son seres y deberían tener libertad". Como cultivadores sabemos que el estándar moral, del Oeste o del Este están deslizándose hacia abajo. No hay un poco de tierra pura excepto donde estamos.
Sé muy bien que todo lo que se necesita es educar a los niños apropiadamente. Aparte de las necesidades materiales, los padres tienen que dar cuidados suficientes, guía y estímulos. Y había dejado mi responsabilidad a Dafa.
Ella es mi hija así como también mi compañera practicante. Debemos tener una relación predestinada fuerte. Lo que ella me ha proporcionado es parte de mi entorno de cultivación. Si empujo esto fuera, mi cultivación no sería completa. De ahora en adelante, tengo que hacer frente a mi doble responsabilidad y ser una madre practicante cualificada.
El último asunto de mi intercambio hoy es algo que he estado intentado evitar y que no he hecho bien.
Vivía una vida bastante cómoda antes de que empezara a cultivar. Sin embargo las cosas materiales hicieron poco para aliviar la tensión o reducir las discordias que tenía con otros. Estaba desconcertada por el significado de la vida si la vida misma puede ser tan miserable. Me sentía triste al pensar que no podía controlar mi propia vida.
Una vez que empecé a cultivar, mi corazón era ligero al saber que mientras siga el nuevo camino que el Maestro ha arreglado para mí, no tendré que caer al antiguo y miserable camino. Todo lo que viene a mi camino son cosas que pasan por mi cultivación. Todo lo que tengo que hacer es deshacerme de mis apegos.
Es mucho más fácil decirlo que hacerlo. He subestimado enormemente el número de apegos que tengo. Están tan profundamente arraigados. Es extremadamente doloroso cambiarlos. Cuando tengo que enfrentar palabras agrias de mis parientes políticos o el comportamiento irrazonable de mi marido, no he podido permanecer tranquila e impasible. Eso es cuando mis apegos surgieron y mis pensamientos han caído a los de una persona común. Sin embargo, cuando estoy en buena forma, puedo hacerlo bastante bien.
Recuerdo una vez cuando mi suegra estaba siendo irrazonable por teléfono sobre el comportamiento poco responsable de su hijo. Ésta no era la primera vez que ella me había hablado de esta forma. Pero esta vez, quería decirle que lo que estaba haciendo no era bueno ni para ella ni para su hijo. Primero comprobé que mis pensamientos eran puros y entonces envié pensamientos rectos para limpiar nuestros campos. Hablé con compasión, expresando mi aprecio por su afecto hacia su hijo y confié en que ella sabía lo que era correcto y lo que era incorrecto. Me escuchó tranquilamente y entonces dijo, con una voz igualmente amable, algo que nunca había escuchado de ella: que comprendía que había sido injusta.
Desde este incidente podía ver que, bajo capas y capas de apegos, yacía la amable y verdadera personalidad de un ser. Me exigió abandonar todo el egoísmo y actuar completamente por su bienestar para descubrir su verdadera personalidad. Esto se aplica al esclarecimiento de la verdad salvando seres conscientes.
Con todo, los problemas están dentro de mí. No he estudiado el Fa suficientemente bien. Esto hace deshacerse de los apegos con dificultad, los pensamientos no puros y el campo no recto. Los consideré como mis parientes y no como seres conscientes. No sólo estaba enredada en sentimentalismos humanos, realmente había olvidado el hecho de que ellos vinieron con una misión.
El Maestro nos ha recordado una y otra vez que no queda mucho tiempo. En el tiempo restante, debo hacer las tres cosas que el Maestro nos pidió hacer y hacerlas bien. Estudiar el Fa, enviar pensamientos rectos, esclarecer la verdad y salvar seres conscientes. Cuando éstas son hechas bien, los apegos dejarán de existir, el campo será recto, el entorno cambiará y el efecto del esclarecimiento de la verdad será bueno. Siendo una partícula del cuerpo, desempeñaré mi parte bien. Este viaje merecerá la pena de verdad.
Fecha de edición: 6/11/2006
Fecha del artículo original: 5/10/2006
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2006/10/6/78662.html