(Sabiduriapura.org) Desde el día 14 hasta el día 25 de febrero ha sido emitida en dos ocasiones y en abierto a través del satélite HISPASAT de España la película TORMENTA DE ARENA donde se describe la persecución de los practicantes de Falun Gong en China.
Este satélite HISPASAT emite para todos los países de habla hispana incluyendo todos países de Hispano América como Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Bolivia, México e incluso Estados Unidos. También se emite para Europa.
El canal de televisión que emitió la película se llama SER Y VER TV, es un programa hecho en colaboración con el Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos de España y a través de la Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana (ATEI) que cuenta con muchas organizaciones internacionales que la apoyan y la propia Televisión Española.(www.atei.es).
Este programa SER Y VER TV es un auténtico programa para la defensa de los derechos humanos y la proyección se calcula para más de 59 millones de personas de habla hispana a quienes se les podrá esclarecer la verdad de la persecución.
La directora del Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos se llama Concha Pinos, y ella ha sido la impulsora de esta iniciativa. Concha es una antigua defensora de los derechos humanos en todo el mundo y a través e diversas organizaciones no gubernamentales (ONGs). Concha dirige igualmente otras organizaciones como GANDHIJI CULTURAL que es una asociación cultural enfocada igualmente a las actividades de defensa de los derechos esenciales de todas las personas en el mundo.
El Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos es una ventana para dar a conocer a través del cine las violaciones más graves de los derechos humanos.
Ha defendido la causa de la persecución del Tibet en China y realmente no sabía ni conocía la persecución por el Partido Comunista Chino y Jiang Zemin de los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia y las maldades y crueles métodos empleados en el genocidio contra los practicantes de Falun Gong en China.
Concha es una veterana practicante del budismo y cree firmemente en los principios de retribución del yeli y del antiguo proverbio chino “El mal retribuye al mal y el bien retribuye al bien”. Cuando pudo ver la película “Tormenta de Arena”, su corazón se conmovió fuertemente, a pesar de haber visto muchas películas sobre las tragedias en todo el mundo, sus ojos empezaron a llenarse lágrimas que caían sobre su cara como nunca antes había ocurrido y su corazón quedó tan triste como nunca antes había sentido. Ella dijo a los practicantes, que llevaba muchos años de su vida defendiendo los derechos humanos, pero jamás antes había visto tanta maldad como en la persecución de millones de personas inocentes que desean mejorar sus vidas con los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Al atacar estos principios Jiang Zemin y el partido comunista chino ataca la esencia del ser humano y lo más importante que tenemos: nuestras creencias y principios profundos de nuestra vida. Ella se comprometió firmemente a llevar la película a los festivales de España y a nivel europeo e internacional y a apoyar al esclarecimiento de la verdad con todas sus fuerzas.
Concha dijo que no podemos parar ni un solo momento, debemos movernos rápidos para contar al mundo lo que está ocurriendo. Ella misma empujó la emisión de la película “Tormenta de Arena” y al escribir a un practicante le dijo: “Desde que vi vuestro trabajo, que ya conocía me comprometí a darle una salida lo más digna posible. Ahora Dios ha querido que pueda ser visto por millones de personas, hemos generado una puerta muy grande, 59 millones de personas de habla hispana. No sé qué puede pasar pero seguro que va a mover mucha conciencias en cualquier caso. Te doy las gracias por haber podido darme la oportunidad de ayudar a tantas personas que sufren, valga este mensaje como una propuesta de JUSTICIA Y LIBERTAD. Un abrazo muy grande a todos los practicantes de Falun Gong.”
Fecha de edición: 6/3/2005
Fecha de artículo original: 6/3/2005
Categoría: Noticias y eventos alrededor del mundo