(Sabiduriapura.org) Mi nombre es Xie Yangxiang. Tengo 36 años de edad y soy maestro en la Escuela de Medicina de Huaihua en la provincia de Hunan, China. Cerca de las 7:30 p.m. en la noche del 1 de enero de 2002, estaba conduciendo mi motocicleta hacia casa después de trabajar cuando un taxi se aproximó de la dirección opuesta. Cegado por las luces del auto que venía, no podía ver nada enfrente mío. Justo cuando el taxi pasaba al lado mío, de repente vi un anciano caminando directamente al frente de mi motocicleta. Él solo estaba a dos o tres metros y no había forma de que yo me detuviera. En un desesperado momento de pensamiento, me forcé a mi mismo a caer junto con la moto, para evitar golpear directamente al anciano. Pero el resultado no fue tan bueno como esperaba. Me caí pero la parte posterior de la rueda de mi moto aún golpeó al hombre y lo hizo caer al suelo.
Con despecho de mi propio dolor y heridas, ayudé al hombre a levantarse y vi que parecía estar con tremendo dolor. Le pregunté si estaba herido en algún lado. Dijo con mucha dificultad, “Me siento adormecido en el lado izquierdo de mi cuerpo y no tengo fuerzas para caminar. Por favor lléveme a casa y estaré bien, después de resistir unos cuantos días.” Le dije que estaba dispuesto a llevarlo al hospital para una examinación y tratamiento. Con una actitud determinada, el anciano dijo, “Siempre que un problema venga, uno debería buscar la razón dentro suyo y no culpar a otros. No necesito ir al hospital. No te preocupes por ello, y nunca te causaré problemas. Será suficiente con que me lleves a casa.” Insistí en llevarlo al hospital para una examinación, y también prometí llevarlo a casa de acuerdo con sus requisitos. Encontré un coche para llevarlo al hospital para hacerle rayos X y CT escáner. Los resultados revelaron que su séptima costilla de la izquierda estaba rota, y que su fémur izquierdo estaba roto en su cuello. El médico sugirió que lo hospitalizara.
Mientras lo acompañaba a la examinación, me enteré de que tenía 69 años de edad, un militar retirado, y que su nombre era Yang Longgin. Él practicó Falun Gong por más de seis años.
De acuerdo con sus requisitos, lo llevé a su casa y me preparé mentalmente para ser maldecido por sus familiares, y para compensar todas sus pérdidas. Inesperadamente, cuando llegamos a su casa, sus familiares no solo no me golpearon o maldijeron sino que tampoco me pidieron ninguna compensación. Ellos incluso me trataron amablemente. Estuve sorprendido de que todavía en la sociedad de hoy hubiera gente de tan alto nivel, amable y buena.
Luego, el Sr. Yang respetuosamente me dijo, “Tu me lastimaste hoy pero no te culpo para nada. Tal vez, pasó de acuerdo con la relación predestinada y está siendo resuelto de esta forma en este vida.”
Sin embargo, una cosa me confundió mucho. Cuando mi esposa escuchó sobre el accidente y fue al hospital con nuestra hija para ver al anciano, mi hija de 4 años de edad tan pronto me vio ella dijo, “¡Papá, pensé que habías muerto pero no lo estás!” Mi esposa me dijo que mi hija estuvo diciendo esta clase de cosas desde que se levantó esta mañana, lo cual intranquilizó a mi esposa. Y ocurrió el accidente en la noche. Fue la cosa más afortunada entre todos los infortunios que la persona que atropellé fuera el respetable Yang. Debe ser que Falun Dafa bondadosamente resolvió mi desastre predestinado, haciendo que tenga el accidente sin tribulación.
Con semejantes heridas graves, el respetable Sr. Yang insistió en no ser hospitalizado, lo cual causó que me preocupara. Cada un par de días, fui a visitarlo y esperé que algún milagro le ocurriera. Esperé que Dafa lo cuidara y ayudara a recobrarse pronto. Una semana más tarde, cuando fui a visitarlo encontré que estaba obviamente con buen espíritu y podía cuidar de si mismo. Esto me hizo muy feliz. El 15 de febrero, observé que él era capaz de caminar más de 10 li (una unidad china para medir distancias iguales a medio kilómetro) y dar vueltas para formar parte en actividades, lo cual me hizo extremadamente feliz y alegre.
Después de visitar al Sr. Yang varias veces, supe que él firmemente cree en los principios de Dafa. Desde el principio hasta el fin, él y sus familiares se rehusaron a aceptar dinero de mi parte, ni siquiera un centavo, lo cual me hizo sentir tanto agradecido como conciente.
Un anciano con serias heridas se recuperó en solo dos semanas, lo cual fue una recuperación milagrosa, y demostró los efectos especiales y milagrosos de Falun Gong al curar enfermedades y mantener un buen estado. Al mismo tiempo, demuestra a la gente la belleza de la moralidad de los practicantes de Dafa, que la obtuvieron por practicar “Verdad-Benevolencia y Tolerancia.”
Este es un hecho, que yo como persona común, atestiguó personalmente. Para expresar mi gratitud puedo decir “¡Falun Dafa es bueno!” y “¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenos!”
Nota: Antes de que empezara a practicar Falun Dafa, el Sr. Yang sufrió por veinte años de una clase de enfermedad crónica de la piel, con picazón por todo el cuerpo, haciendo que un día pareciera un año para él. La picazón extrema lo forzó a rasgarse la piel por rascarse y ponerse sal sobre el lastimado para parar la picazón. Después de practicar Dafa, la enfermedad crónica desapareció completamente. Para salvaguardar su propio “derecho estar saludable” y su firme creencia en “Verdad, Benevolencia y Tolerancia,” renunció a su membresía del Partido Comunista. Fue ilegalmente detenido para prevenir que fuera a apelar a Beijing. También fue secuestrado y llevado a una clase de lavado de cerebro. Sus familiares y el líder de su unidad de trabajo fueron forzados a prometer que prevendrían que él “clarificara la verdad” a otros.
Fecha de edición: 6/3/2005
Fecha del artículo original: 1/3/2005
Categoría: Noticias de China
Traducido: 1/3/2005
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2005/2/13/95396.html
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/3/1/58041.html