(Sabiduriapura.org) Soy un maestro de escuela. Después de que empecé mi cultivación en Falun Gong (Falun Dafa), trabajé aún más duramente y cuidé más de mis estudiantes. A través de mi forma de hablar y mi conducta, los estudiantes sintieron la rectitud de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia” que enseña Falun Dafa.
En marzo y abril de 2004, las fuerzas malvadas distribuyeron un puñado de marcadores de dibujitos a todas las escuelas, atacando a Dafa como [término difamante omitido]. Algunas escuelas que no sabían los hechos organizaron a los estudiantes para tener una competición de discursos. Los estudiantes no tenían forma de saber que era verdad y que era falso y fueron enormemente dañados por las mentiras. Empecé a explicar los hechos sobre Falun Gong a los oficiales de la escuela para prevenir que ellos distribuyeran estos materiales. También salí con todo tipo de climas para distribuir volantes de Dafa los fines de semana. Un día al final de mayo, fui arrestado por la policía y encerrado en una prisión del condado.
Cuando los estudiantes se enteraron de las noticias estuvieron todos conmocionados y muy preocupados de que su maestro estuviera por ser perseguido de nuevo. Toda la clase lloró, todos queriendo hacer algo. Un estudiante llamó a su casa y pidió a su padre que trabaja en la Ciudad de Guangzhou que le pida ayuda a sus parientes. Su padre era muy amable e inmediatamente llamó a algunos de sus parientes que trabajan en el tribunal de la prisión del condado. Todos los estudiantes trabajaron juntos para salvar a su maestro. Un estudiante escribió en su carta hacia mí, “Mi mente divaga muy a menudo durante la clase. Pienso en Ud. constantemente, y siempre que lo hago, mis lágrimas caen. Muchos de nosotros cantamos en el podio el Día de los Niños y no pudimos evitar llorar.” Durante esos días, la gente fue a mi casa todas las tardes para averiguar sobre mi situación. Algunos me escribieron cartas y lloraban al mismo tiempo. La maestra sustituta se dio cuenta de que no importaba que tan lindas palabras dijera a los estudiantes, no podía mantener la clase. Sin ser intimidados por sus jóvenes edades, los estudiantes decidieron reunirse a las 9 a.m. el sábado e ir a la prisión con su carta de petición.
Fue una reunión inolvidable. Me llamaron para ver unos visitantes cerca de las 10 a.m. esa mañana y estuve sorprendido cuando vi las caras de los estudiantes en el monitor del TV. Ellos empezaron a llorar tan pronto me vieron. Tampoco pude controlar mis lágrimas cuando vi sus rostros llorosos. Solo nos permitieron escribirnos para comunicarnos. Viéndome con un uniforme de prisión con una cara mal afeitada y habiendo perdido peso, el estudiante que estaba escribiendo lloró mucho y tuvo dejar que otro estudiante escribiera. Ellos expresaron sus condolencias uno tras otro. Cada uno de ellos pegó su cabeza a la cámara para ver a su maestro más tiempo. Sus acciones mostraron sus puros y bondadosos corazones. Yo escribí, “Adiós” cuando el tiempo de la reunión se terminó. Pero ellos no se querían ir. Un rato más tarde los guardias me dejaron volver y verlos una vez más. Cuando caminé desde mi celda hasta ellos, los podía escuchar llorando y lamentando. Todos empujaron contra la puerta de acero desde afuera de la prisión y se pararon en el área de la celda. Saludaron con sus manos y lloraron y gritaron al verme, y lloraron cada vez más fuerte mientras me acercaba. Siendo solo niños, todo lo que ellos sabían era que su maestro es amable. No sabían hacer otra cosa que llorar. Su llanto causó que los guardias también empezaran a derramar lágrimas y los oficiales de policía bajen sus cabezas. Los gente que pasaba se paró para averiguar que pasaba. El llanto de los niños se escuchaba en toda la prisión. Estiraron sus manos a través de la puerta, intentando sacarme, pero no podían alcanzarme. Mis lágrimas seguían cayendo, y no podía articular ni una palabra. De repente un pensamiento vino a mi y dije, “La gente necesita ‘Verdad, Compasión y Tolerancia.’” El guardia se dio vuelta para apartar sus lágrimas. Un policía dijo pensativamente “Falun Dafa con su ‘Verdad, Benevolencia y Tolerancia’ es verdaderamente bueno. Si todos siguen ‘Verdad, Benevolencia y Tolerancia,’ no habría más crímenes.” La gente se conmovió con sus palabras. El tiempo en que los estudiantes y yo nos encontramos fue muy corto. Moví mi mano diciendo “Adiós” para terminar con su tristeza. Ellos dijeron, “Por favor cuídese Ud. mismo. Vuelva pronto. Estamos esperándolo para que nos enseñe.” Volteé mi cabeza y vi que ellos estaban todos mirando mis espaldas y no querían dejarme ir. De vuelta en la celda, todos estaban conmovidos cuando leyeron la gran pila de cartas que los estudiantes me habían escrito. A todos especialmente les gustó “Verdad-Benevolencia-Tolerancia.”
Regresé a la escuela después de casi 10 días. Los estudiantes estaban como guerreros triunfantes viendo a sus largas familias que partían, sonriendo felizmente. Grupos de estudiantes me rodearían en el descanso. El semestre casi había terminado y ellos estaban a punto de graduarse. Planificaron una fiesta para darme la bienvenida. Algunos individuos pusieron dinero y trajeron sandias, semillas de zapallo y bebidas. Prepararon programas e invitaron a otros maestros y oficiales de la escuela. Los niños hicieron todos los arreglos ellos mismos. Dejaron que los maestros y oficiales de la escuela se sentaran primero y luego pusieron las bebidas y sirvieron las sandias. Luego se sentaron ellos mismos. Pidieron a los oficiales de la escuela y a mi que diéramos discursos cortos, seguidos por sus danzas y cantos. Todos disfrutaron la fiesta. Los maestros dijeron que ellos nunca fueron tratados tan amablemente antes.
Fue realmente inolvidable. La imagen de mis estudiantes y sus llantos, lágrimas, y sus brazos estirados permanecerán en mi mente para siempre. La experiencia de ir de la pena a la felicidad es una manifestación de Dafa a aquellos que están siendo salvados.
12 de febrero, 2005
Fecha de edición: 2/3/2005
Fecha de artículo original: 28/2/2005
Categoría: Noticias de China
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2005/2/13/95420.html
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/3/1/58028.html