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Recordando la segunda mitad de 2001, los practicantes de Dafa tenían muchas dificultades de encontrarse uno a otro y debido a la malvada persecución hubo poco material de esclarecimiento. Los practicantes no eran capaces de leer los nuevos jingwen del Maestro cuando eran publicados, ni tampoco eran capaces de llevar a cabo ningún evento grande de intercambio de experiencias. Bajo toda esta presión, logré comprender claramente la responsabilidad que cada discípulo de Dafa tiene para salvar seres conscientes y no esperé ni dependí de la ayuda de nadie. Comencé a usar todos los medios posibles para reestablecer contacto con los practicantes veteranos que yo conocía y volver a formar un grupo de practicantes en mi propia área local. Para aquellos practicantes que se habían desviado debido a la malvada propaganda, nunca perdí mis esperanzas en ellos bajo ninguna circunstancia, y les ofrecí mi apoyo. El Maestro no dejaría a ningún practicante verdadero y esto me hizo recordar algo que ocurrió allá a comienzos de 1994.
Un practicante veterano me dijo que en los comienzos de las clases de conferencias en China, cada estudiante llenaba un cuestionario acerca de sus condiciones de salud y el Maestro los leía uno a uno. El número de estudiantes iba creciendo tremendamente en ese tiempo. Llegaban de todas partes de China. A veces los ayudantes del Maestro en los seminarios se despertaban temprano en la mañana y lo encontraban aún leyendo uno a uno los cuestionarios. Después de cada lección, el Maestro siempre solicitaba a cada estudiante escribir sus experiencias de tal forma que Él pudiera leerlas. Había tantísimos estudiantes. ¿Quién pudiera imaginar cuántos papeles leía el Maestro durante todo el día? Algunos de los estudiantes que ayudaban al Maestro para que se llevara a cabo los seminarios solían decir: "No sé a qué hora va a dormir el Maestro. Generalmente cuando amanece, aún le veo concentrado leyendo los papeles de intercambio de experiencias". Siempre que veía al Maestro en ese entonces, adonde quiera que Él iba tenía siempre consigo papeles de intercambio de experiencias de los estudiantes y Él los leía al momento que tuviera tiempo libre. ¡Él verdaderamente era responsable con todos y con cada uno de sus estudiantes! A veces vi que algunos de los reportes de los estudiantes estaban muy desorganizados y eran difíciles de leer, realmente me sentía apenado por el Maestro al tener que tratar de leerlos a todos. Incluso en la vida cotidiana, los reportes que entregamos a nuestros maestros y supervisores deben ser nítidos y ordenados.
Muchos practicantes, incluso hasta hoy no pueden verdaderamente darse cuenta de cuán difícil le fue al Maestro cuidar de todos estos estudiantes en ese entonces, pero a pesar de esto, Él jamás abandonó sus esperanzas en ninguno de ellos. Nuestro Maestro nunca dejará a ninguna persona con relación predestinada y esto demuestra cuán grande, bondadoso y compasivo es Él. Todo esto es como Él dice en "Eliminen sus últimos apegos" («Escrituras esenciales para mayor avance (II)»): "¡La verdad es que, yo les valoro más de lo que ustedes mismos se valoran!". El Maestro en efecto ha cargado con una cantidad tremenda para sus discípulos y todos los seres conscientes.
Sobre esto me iluminé a que es la responsabilidad de cada practicante ayudar y animar a otros en el período de la rectificación del Fa, y nunca hay que perder las esperanzas para con esos practicantes que se han desencaminado debido a la propaganda del mal. Después que me di cuenta de esto, comencé a contactarme con más practicantes y juntos, como un solo grupo, comenzamos a enviar pensamientos rectos para eliminar a los seres perversos que persiguen a Dafa y los practicantes de Dafa y que hacen que los practicantes se desvíen. Envío pensamientos rectos a todos los practicantes que solían practicar Dafa pero que lo han abandonado, y les digo que esta clase de oportunidad es muy difícil de encontrar y que no se queden atrás en el período de la rectificación.
No salía a validar Dafa ni a exponer el mal durante las etapas iniciales de la rectificación del Fa. Para entonces, no supe lo que debía hacer, y me mantuve en casa estudiando el Fa todo el día, pensando que estaba en el camino correcto. Pero al comenzar el año 2000 cuando el Maestro publicó sus nuevos jingwen comenzando con "El corazón sabe" y siguiendo con los demás, desperté a mi responsabilidad de salir a validar Dafa y exponer la maldad. En "Racionalidad" («Escrituras esenciales para mayor avance (II)»), el Maestro dice: "Hay que informar a la gente alrededor del mundo de sus perversidades; esto también es ofrecerle salvación a la gente". Cuando decidí salir, no pude encontrar ningún material para esclarecer la verdad y pensé que si tan sólo pudiera obtener una copia de algunos materiales que esclarecen la verdad, sabría luego qué hacer. Por eso decidí no esperar y tomar acción inmediata para hacer yo mismo algunos materiales. Después que salí a validar a Dafa un poquito, nuevamente estudie el Fa y sentí que el Maestro estaba muy claro acerca de la necesidad de dar el paso adelante. ¿Por qué no fui capaz de darme cuenta de esto antes? Después de mirar mi interior encontré la razón: mis apegos al egoísmo, al miedo, y a mi fuerte mentalidad de pensar que siempre estaba correcta, combinado con una irresponsable actitud y un corazón torcido. Cerca del Día Nacional en el año 2000, no pude esperar más y fui a la Plaza Tiananmen con varios de otros practicantes y llevé un cartel que decía "El Fa rectifica el cosmos".
Todavía recuerdo vívidamente lo que ocurrió ese día en la Plaza Tiananmen. Había como cien practicantes que habían llegado al centro de la plaza, y yo estuve entre ellos. Policías sin uniforme y vestidos de civil y también vehículos policiales estuvieron por todas partes buscando a practicantes de Falun Dafa. Mi mente estuvo muy recta y no sentí ningún miedo en mi corazón cuando desplegué el cartel en el cual se leía, "El Fa rectifica el cosmos". Cuando la policía y sus vehículos vinieron para detenerme, mirándoles les dije: "¿Qué están haciendo?". Tan pronto les dije esto, ellos se sintieron como si les hubieran electrocutado y soltaron sus manos de mí y se apartaron simultáneamente. Experimenté la grandiosa y poderosa fuerza de "una rectitud puede reprimir cien perversidades". («Zhuan Falun») El mismo día regresé a casa a salvo, e inmediatamente tomé algún material de esclarecimiento de la verdad para salir y continuar validando el Fa y caminar mi nuevo sendero en la rectificación del Fa.
12 de febrero de 2003
Puede leer la Parte 1 de este artículo en:
(I): http://www.minghui-es.org/articles/4229.html
(Versión en chino: http://www.minghui.cc/mh/articles/2003/2/12/44436.html)
(Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2003/2/25/32540.html)
Fecha de edición: 6/12/2005Fecha del artículo original: 24/2/2003