[Minghui Net] Tuve un matrimonio sin éxito. También experimenté el dolor de ser separado de mi hija. Me fue muy duro verla crecer a mi hija sola, especialmente ver su excéntrica e irritable personalidad. Encima de todo esto, mi cuerpo fue atormentado con numerosas enfermedades, y perdí los deseos de vivir. Muchas veces pensé en poner fin a mi vida, pero debido a mi hija, sentí que debía seguir viviendo en este mundo humano.
El 20 de abril, 1996, fue un día que jamás olvidaré. Ese día aprendí Falun Dafa. Más tarde, también lo aprendió mi hija. Las dos disfrutábamos de las maravillas de Falun Dafa, y nuestros cuerpos y mentes experimentaron un gran cambio. Por primera vez en nuestras vidas, experimentamos la felicidad de vivir libre de enfermedades.
Sin embargo, Jiang Zemin y el diabólico Partido Comunista Chino (PCCh) trataron de destruir a Falun Dafa en 1999, comenzando la persecución en contra de los practicantes de Falun Dafa. En 2001, cuando fui a Beijing a apelar para que se hiciera justicia a Falun Dafa, fui ilegalmente arrestada y retenida en un centro de detención. El horrible ambiente de vida de allí dañaba mi mente y cuerpo. A la vez, malvados demonios y fantasmas podridos de otras dimensiones trataron también de interferir conmigo, y salieron a flote todos mis apegos. Debido a esto, mi espíritu quedó completamente fuera de equilibrio. Hice algo que no debí haber hecho, y me sentí completamente arrepentida ante el Maestro. Sin embargo, otros discípulos de Falun Dafa no me miraban con desprecio. En vez de eso, me ayudaron de muchas formas y me trataron con compasión.
Fui sentenciada a tres años de prisión y me enviaron a la prisión de Dabei en la provincia Liaoning. Durante este período de tiempo, no tuve pensamientos rectos. Estuve hundiéndome más y más dentro del agujero de mis torcidos pensamientos. Noche tras noche tenía pesadillas. Una noche, tan pronto quedé dormida, escuché algo como la voz del Maestro diciendo, "¡La consecuencia que afrontas es ser lanzada al infierno!" Tuve mucho miedo y me di cuenta que me equivoqué al haberme entregado al mal y al decir cosas malas en contra de Falun Dafa. Por eso la siguiente vez que fui a trabajar al campo de trabajo forzado, grité en alta voz, "¡Falun Dafa es un Fa recto!" Dos guardias de la prisión, Gao Jie y Li Guang inmediatamente comenzaron a patearme y a golpearme agarrándome la cabeza y estrellándola contra la pared. Pero cada día continuaba gritando, "¡Falun Dafa es bueno!"
Los guardias de la prisión no me permitían ir al baño; muchas veces defequé en mis pantalones. En el invierno, me forzaron a sentarme en el piso de cemento y me amarraban todos los días. Siempre que gritaba, hombres criminales, incluyendo Li Jing, me pegaban ferozmente. Me forzaban abrir la boca y me rellenaban con trapos o con mis propias medias, las cuales quitaban de mis pies. Cada día me obligaban a soportar sufrimientos como éstos.
Una vez, dos presos, Zhang Ziuhua y Zhu Xiaoxia (ambas mujeres), usaron una varilla de hierro para forzar cosas dentro de mi boca, causándome dificultad en respirar y haciéndome sangrar la boca severamente. Ellas también usaban cuerdas para amarrarme la cabeza, manos, y pies. Cuatro o cinco de ellas me pateaban y me golpeaban, parándose sobre mi cabeza y estómago, y usaron esposas y cuerdas para amarrarme las manos y pies en tal forma que fui fijada en un lugar, sin poderme mover. A veces, me amarraban a los tubos centrales de calefacción en tal forma que no podía sentarme ni estar de pie, pero sólo en cuclillas sobre mis rodillas o inclinada sobre la cintura.
Una noche en enero 2004, cuando estuve trabajando afuera, nuevamente grité, "¡Falun Dafa es bueno!", "¡Falun Dafa es grandioso!", "¡Falun Dafa es un grandioso Fa cósmico! ¡Falun Dafa es altamente virtuoso, un grandioso Fa!, ¡Falun Dafa salva a los seres conscientes!, ¡Falun Dafa es Verdad, Compasión, Tolerancia!"
Cuatro o cinco presos varones, incluyendo a Quan Xiujie, me arrastraron a un edificio vacío, me desnudaron completamente, abrieron mis piernas y brazos, y me amarraron a una cama. Me vertieron agua fría sobre la cabeza y llenaron mi nariz con jugo de ají. También me hicieron doblar sobre una tabla de lavar, ubicando un balde de agua fría sobre mi espalda, me obligaron a poner mis manos dentro de agua fría, y vertieron agua fría sobre todo mi cuerpo. Entre tanto, abrieron la ventana y me forzaron a doblarme sobre el marco de la ventana en la misma posición. Nuevamente me ataron a la cama, con ambos pies dentro del agua fría, mientras constantemente vertían agua fría sobre mi cabeza. Luego me empujaron debajo de la cama y me patearon. Continuaron torturándome día y noche, sin permitirme dormir por cuatro días y cuatro noches. Mi cuerpo se volvió púrpura con moratones debido a sus pellizcos, mis ojos también se tornaron azules, y el peso de mi cuerpo descendió de 155 libras a 100 libras. El jefe de la división dijo abiertamente, "Tenemos todo el derecho de hacer lo que queramos con los practicantes de Falun Gong". Trataron de hacerme escribir la tal llamada declaración de arrepentimiento, la cual rechacé, cuando nuevamente me presionaron, escribí lo que quise. Se enfurecieron y rompieron el papel donde escribí, luego escribieron algo sobre mi declaración y se lo llevaron.
Después que fui puesta en libertad, me sentí avergonzada de lo que le había hecho al Maestro. Sin embargo, otros discípulos de Falun Dafa no se dieron por vencidos conmigo. Más bien, bondadosamente me ayudaron, permitiéndome eliminar muchos de mis erradas nociones. Experimenté la compasión de nuestro grandioso Maestro.
Fecha de edición: 4/12/2005
Fecha del artículo original: 27/11/2005
Categoría: Testigos de la persecución
(Versión en chino: http://minghui.org/mh/articles/2005/11/14/114385.html)