Por un compañero practicante en la provincia de Henan
(Minghui Net)
Tuve la buena fortuna de asistir a dos de las series de conferencias del Shifu en la China continental, incluyendo la última, en Guangzhou, en diciembre de 1994. Pude sentir muy profundamente el elevado carácter moral del Shifu durante el transcurso del seminario.
Hubo más de 5.000 practicantes que asistieron a la última serie de conferencias en Guangzhou. Este fue el grupo más grande al que habló el Shifu. La bondad del Fa se difundió de corazón a corazón y de persona a persona, y todos los practicantes asistieron de forma voluntaria.
No me decidí por ir al seminario hasta el día antes de que empezó. Estaba en estudios de universidad y tuve que superar mucha resistencia, como pedir una semana de vacaciones, lo que no era fácil obtener. Perdí varios buses y trenes. Cuando llegué todas las entradas estaban agotadas. La noche antes de empezar el seminario, había casi mil practicantes que no podían entrar, y estaban practicando juntos fuera de la sala del seminario, esperando por el Shifu. Cuando apareció el Shifu, todos estuvimos muy contentos. El Shifu negoció con el esponsor para permitir que los practicantes entraran uno por uno, sin embargo el esponsor no accedió debido a su busqueda de dinero. Antes de que el Shifu emepezara el discurso, fue otra vez a la entrada y miró afuera a aquellos de nosotros que querían entrar a la sala. Se quedó allí por casi cinco minutos, sonriendo y mirándonos de forma benevolente y con mucha paz. Todos nosotros aplaudimos fuertemente.
Luego, después de que el Shifu negoció con el esponsor nuevamente, varios centenares de personas esperaron en la cola para entrar y various centenares de personas miraron la retransmisión en vivo en la sala de al lado. Yo empecé a mirar la retransmisión en la otra sala empezando por la tercera lección.
Hubo tres conferencias consecutivas en la mañana y por la tarde del domingo. Durante el descanso en la tarde, nunca pensamos que el Shifu vendría a vernos. Todos nosotros de repente nos pusimos de pie y lo rodeamos e hicimos algunas preguntas. Después que todas las preguntas fueron contestadas, miramos al Shifu en silencio. La expresión del Shifu era muy pacífica, agradable y respetuosa. Cuando se fue el Shifu, desbloqueamos el pasillo de forma voluntaria y nos despedimos de él. El personal que estaba con el Shifu vino y nos explicó que el Shifu Li se sentía muy mal por nuestra situación y que insitió en venir a vernos. Él quería que este mensaje fuera transmitido a todos.
Hubieron muchas historias conmovedoras durante el seminario de Guangzhou. Antes de la conferencia, el Shifu vendría a la clase temprano para contestar preguntas para todos. Antes de empezar a hablar, Él recogía del suelo dinero y billetes de tren que a practicantes se les habían caído, y los ponía sobre la mesa y hacía un anunció para que pudieran recogerlos después de la clase.
Lo arriba mencionado es sólo mi propia experiencia. Aunque ya pasaron casi once años, la sonrisa y expresión del Shifu aún permanecen en mis pensamientos. En el duro camino de la cultivación y especialmente durante la persecución por el perverso régimen de Jiang, cada vez que pienso en el Shifu siento mucho calor en el corazón. En el camino de la cultivación, el Shifu me ha guiado una y otra vez. Es sólo temporalmente que una nube bloquea al sol. Al final, el sol simpre brillará otra vez después de parar la lluvia. La virtud del Shifu es grandiosa y eterna.
Fecha de edición: 20/11/2005
Fecha de artículo original: 18/11/2005
Categoría: Noticias recientes de China
Versión en chino disponible en http://minghui.ca/mh/articles/2005/11/7/113958.html