Por Amaury Reyes, un discípulo de Dafa de República Dominicana
(Sabiduriapura.org)
Entre las muchas maneras de promover Falun Dafa, está el usar botones de Falun Dafa. Durante casi tres años, tanto yo como otros practicantes en Santo Domingo, siempre hemos usado botones de Falun Dafa prendidos a nuestras camisas y así vamos a todos los lugares con ellos, llamando la atención de aquellas personas con una relación predestinada con Dafa.
Son muchas las experiencias a través de las cuales he introducido Dafa a personas mediante esta manera, tal como en una ocasión que en el autobús que me lleva a mi casa desde el trabajo, una estudiante vio el botón y el libro Zhuan Falun (1) e inmediatamente deseó conocer; o como en otra oportunidad en la que fui a hacerle un chequeo a mi celular y una de las representantes de servicio deseó conocer sobre "Verdad - Compasión -Tolerancia", al leerlos en mi botón y me dijo; “En ese empresa se necesita mucha tolerancia.” Son muchas las experiencias a contar, sin embargo; contaré la ultima de ellas, que fue también bastante peculiar.
Apenas un par de días atrás, siendo alrededor de las 11 a.m., sentí algo de hambre así que decidí salir de la oficina a una cafetería cercana en busca de un sándwich. En la cafetería había muchos estudiantes (trabajo en una universidad), así que me senté en una esquina y ordené. A mi lado habían dos jóvenes quienes también comían y dialogaban. Una de ellas, al ver el botón prendido en mi camisa, lo miró brevísimos segundos. Yo lo advertí, pero no comenté nada aun y así proseguí ingiriendo mi sándwich. Ya casi al concluir, ellas también habían terminado y se aprestaban a marcharse, entonces de nuevo la chica que había mirado el botón, esta vez acercó su rostro a mi camisa, tratando de leer mas minuciosamente lo que en el había escrito. Me estaba levantando de mi asiento para irme, pero por igual me senté y le pregunté, "¿Conoce usted que es Falun Dafa?". Ella respondió que no, entonces procedí a explicarle sobre los principios en los que se basaba de manera detallada. Su amiga, sentada a su lado dijo, "De esos tres principios tengo los dos primeros. Me hace falta el último." (Quiso decir que de los tres principios en los que se fundamenta Falun Dafa, que son la Verdad, Compasión y Tolerancia, ella tenía Verdad y Compasión y no Tolerancia). Desde mi entendimiento, le dije que los principios se autocontenian a sí mismos y que no eran mutuamente excluyentes, y que de hecho; era difícil poseer un principio si en lo absoluto no se poseían los demás. Se mostró algo sorprendida con mi explicación y al mismo tiempo pude sentir que ella había advertido internamente que era muy posible no poseyera tampoco los dos primeros. La amiga a quien inicialmente empecé a hablarle de los principios, le dijo "Vámonos, tenemos una clase y se nos hace tarde...". Ella me agradeció la explicación y de inmediato se levantó de su asiento para marcarse. Así lo hice yo también y me despedí de ambas.
Al salir del lugar, ambos tomamos senderos opuestos y por dentro de mi pensé, "Ah caray! No les hablé de la persecución." Pero luego me dije a mi mismo, "La conversación fue muy breve y ellas debían marcharse. Creo que les dejé mi amabilidad y es por seguro que les quedó una buena impresión sobre Dafa." En ese instante, yo solo me había alejado de ellas algunos ocho o diez metros, cuando repentinamente escuché a mis espaldas, "Amigo, amigo. Espere!” Voltee y advertí que se trataba de aquellas jóvenes con quienes había conversado. Hicieron con sus manos el gesto de que fuera hasta allá y entonces caminamos uno hacia el otro. Al acercarme, la primera con quien había hablado me dijo, "¿Como podemos nosotras practicar esto o aprenderlo?, ¿Cuales son los requisitos?, ¿Como nos inscribimos?" etc. Les contesté que no había requisito más que el desear ser una buena persona de acuerdo a Verdad, Benevolencia y Tolerancia y comportarse de acuerdo a esos principios. También les hablé de los ejercicios.
Para ese momento, habíamos empezado a caminar y extrañamente ellas tomaron la calle en la misma dirección que yo. Les conté sobre la persecución. Yo regresaba a mi oficina y entonces pensé que si ellas iban hacia dentro del campus universitario, podríamos pasar por mi oficina y así les ofrecería material informativo sobre Falun Dafa. Debía de comprar algo de paso a alguien en ese misma calle, así que les pregunté si tenían un par de minutos disponibles y si no les molestaba acompañarme, a lo cual accedieron muy agradecidas. Seguimos conversando sobre Falun Dafa. Ellas me dijeron que eran estudiantes de la facultad de ingeniería. Aun no nos habíamos presentado y continuábamos caminando y conversando. Al las jóvenes presentárseme, una chica a un lado de la acera por donde transitábamos, justo cuando las escuchó mientras pasábamos a su lado, dijo "¡Yo también quiero presentarme. Mi nombre es Maritza!" Fue bastante gracioso. Entonces voltee y aun sin detenerme le respondí en voz alta, "¡Encantado de conocerte Maritza. Mi nombre es Amaury!.”
Las jóvenes me acompañaron al edificio en donde trabajo y me esperaron en el piso de abajo, hasta que fui a mi oficina y traje conmigo periódicos y volantes con nuestros lugares de práctica y números telefónicos. Una de ellas prometió investigar por internet y quedamos de contactarnos de modo que pudieran aprender los ejercicios y la práctica. Estuvieron muy agradecidas y se marcharon.
Atravesando el campus, ya al salir de la oficina y de camino a tomar el autobús que transporta a los empleados a sus hogares, recordé el episodio de esa mañana y me sentí muy feliz, ya que más y más personas llegan a conocer sobre Dafa y su situación. Pensé que los botones de Dafa eran una excelente manera, y que debía de escribir mi experiencia de modo que sirviera de motivación a otros practicantes.
Ya llegando al lugar donde tomo el autobús y mientras alegremente pensaba sobre el que debía escribir esta experiencia; un par de jóvenes estudiantes desconocidas me llamaron. Una de ellas me dijo, "Eres algo delgado, pero como hombre creo que me puedes ayudar." Entonces me pidió que le hiciera el favor de abrir para ella una botella de agua que deseaba tomarse y cuya tapa estaba apretada muy fuertemente. Mientras amablemente accedí, su acompañante vio mi botón de Falun Dafa en la camisa y exclamó con sorpresa y alegría, "¡Ay, Falun Dafa!" Yo también me sorprendí y le pregunté, "¿Conoce usted sobre Falun Dafa?", a lo cual respondió que sí, ya que una vez, mientras investigaba algo, la encontró. Al ver su rostro, pude darme cuenta que de la manera en que se había encontrado con Falun Dafa, le había dejado una buena impresión, pero de todos modos comenté, "Espero que lo que haya sabido sobre ella sea bueno". Ella no contestó nada pero asintió con la expresión de su rostro. La chica quien me había pedido el favor, de inmediato se interesó en saber de que se trataba Dafa, así que le expliqué brevemente. Me lo agradecieron y se marcharon contentas.
En estos momentos, debido al avance en el proceso de la rectificación del Fa y a los continuos esfuerzos de los practicantes de Dafa, el clima cósmico ha variado bastante y un reflejo de ello es la receptividad de la gente al hablarles de Falun Dafa y la persecución. Casi la absoluta mayoría muestra simpatía e interés y muchos desean aprenderla.
Pienso que esta es aun una mejor oportunidad para clarificar la verdad y hacer a la gente conocer sobre las maravillas de Falun Dafa.
(1) Zhuan Falun: Libro principal de las enseñanzas de Falun Dafa.
Fecha de edición: 27/6/2004
Categoría: De los practicantes