Por un practicante de Falun Dafa en China
(Sabiduriapura.org)
En Marzo del 2002, algunos policías rebuscaron mi hogar buscando algo relacionado con Falun Dafa. Una vez que habían terminado, me llevaron a la estación de policía donde a través de torturas trataron de extorsionarme una confesión, “¿continuarías practicando Falun Gong si te dejamos libre?” Les respondí, “Tengo la verdad en mis manos. Por supuesto, yo continuaré practicando Falun Gong”. Después que los policías oyeron esto, me enviaron al centro de detención.
Una vez que llegué a la prisión, un grupo de criminales vino hacia mí y preparados para darme la normal paliza de bienvenida que dan a los nuevos detenidos. Cuando el jefe de la ganga se dio cuenta que era practicante de Falun Dafa, me pidió que les demostrara los movimientos de los ejercicios de Falun Dafa. Me senté en posición del loto (donde la una pierna está por encima de la otra, la posición normal de meditación) y les demostré los movimientos del quinto ejercicio. Después de mirarme me aplaudieron, el jefe de la ganga también apreció mi postura y mi habilidad de sentarme en posición del loto. Más tarde, cuando dos criminales se pusieron rudos conmigo, de inmediato el jefe de la ganga envió a alguien para detenerles. El jefe de la ganga me preguntó: “¿Qué es bueno acerca de Falun Dafa?” Le respondí, Falun Dafa es la Ley Buda, aquello enfatiza virtud y enseña a la gente a ser verídica en sus actos y acciones asimilándose a la característica del universo, lo cual es “Verdad, Compasión y Tolerancia. Falun Dafa nos enseña a mejorarnos a nosotros mismo, siempre considerando primero a los demás y tornándose a la verdad de sí mismos”
El jefe de la ganga lo notó y me dijo, “He esperado meses por ti. Una vez que entraste en la prisión, te reconocí”. Al escuchar esto quedé sorprendido y preguntándome, ¿Cómo me reconoció?
El líder de la Ganga dijo, “Cuando nací, dos ancianos mojes vinieron a casa a decirles a mis papás, ‘tu nuevo hijo es nuestro maestro, que se ha reencarnado en tu familia. Recuerden traerle al templo para forjarle una relación cuando tenga los cinco años de edad. El muchacho tendrá tribulaciones e irá a la cárcel por seis años cuando haya llegado a los 25 años de edad. Mientras esté detenido en la cárcel, él se juntará a un hombre más viejo que él, que será su edad reversa, en otras palabras él será de 52. Ese hombre le dirá las cosas más importantes. El muchacho debe estar seguro de esto.’ Ahora, todo lo que dijo el monje se ha hecho realidad. Tengo 25 años de edad, y tú eres de 52 años de edad”.
De pronto comprendí que el líder de la ganga tenía conmigo una relación predestinada. Él terminó aquí sólidamente para aprender acerca de Falun Dafa, él ha venido por el Fa (Ley universal, las enseñanzas de Falun Dafa). Este líder de ganga también creyó en que estábamos predestinados. Me dijo: “Aquí no necesitas tomar parte en ninguna de las actividades en ninguna de las varias tareas. Puedes sentarte en meditación o practicar los ejercicios de Falun Dafa. Sin decirlo así, se atrevería a tocarte”.
La prisión era monitoreada estrictamente. El líder de la ganga me pidió que les dijera a ellos las historias de cuando no practicaba los ejercicios. Recordé una historia con una buena moral para promover Falun Dafa y gradualmente, uno por uno de los presos aceptó Falun Dafa. También les ayudé a comprender los principios de retribución kármica, y eventualmente ellos abandonaron sus hábitos de resolver los asuntos con violencia.
Cuando los presos se dieron cuenta de que Falun Dafa era grandioso, el líder de la ganga fue enviado lejos a un campo de labores forzadas. Había terminado debido a la relación predestinada y se dio cuenta que yo ya no debía estar detenido allí. Mi detención terminó dos días más tarde.
Todas mis pertenencias les di a los criminales detenidos y les pedí que recordaran las enseñanzas del Maestro. Todos los criminales apretaron mi mano cuando me despedí. El policía local que vino a guiar mi retorno atestiguó esta escena y dijo. “Tú has sabido comportarte muy bien con ellos. Todos ellos te respetan”. Le respondí, “Falun Gong me enseño Verdad, Compasión, Tolerancia, y que el bien es recompensado con bien”. Después que se completó de llenar el papeleo, el policía me pidió que escribiera una declaración renunciando a Falun Gong. Le dije, “Incluso así me dispararas en este momento, ¡no escribiera esa declaración!” El policía cambió de idea y dijo, “Está bien, no necesitas escribirlo. Pero recuerda no decirlo en forma casual después de que hayas salido de aquí. Realmente admiro tu carácter.” Le dije, “Eso viene con las enseñanzas del Maestro”.
En compañía de amigos y parientes, me alejé de la prisión en forma recta y digna.
Fecha de edición: 22/12/2004
Categoría: Compartiendo entendimientos