Escrito por un ciudadano con conciencia, de la ciudad Jilin en China Continental
(Sabiduriapura.org) Yo no soy practicante de Falun Gong, pero sí mi hermana y mi mamá. El 20 de julio, 2001, fui a la Plaza Tiananmen para buscar a mi mamá y a mi hermana que fueron para apelar por Falun Gong. Del 20 al 22 de julio, mientras estuve buscándolas, observé un cuadro más completo de la persecución a practicantes de Falun Gong. Por eso, estoy aquí para decirle a la gente del mundo acerca del maltrato forzado hacia los practicantes de Falun Gong.
Escena I – La banderola con sangre
Cerca de las 9:00 en la mañana del domingo 20 de julio, 2001, estuve ansiosamente buscando a mi hermana y mamá en la Plaza Tiananmen, cuando escuché ruidos que venían de la esquina sudeste. Me di cuenta que algo estaba mal y corrí hacia la dirección del ruido. Al tiempo que llegué, vi carros de policías estacionados por todas partes y los policías ya les había rodeado a cinco o seis practicantes de Falun Gong. Varios policías en el centro estaban golpeando con bastones eléctricos en la cabeza a practicantes de Falun Gong. La sangre de los practicantes estuvo dispersa sobre una banderola, y aún persistían en sostener la banderola y protegerla con sus cuerpos. De pronto fueron noqueados y lanzados al suelo, y aún seguían sosteniendo la banderola con sus manos.
Empujando, arrastrando y pateándoles, los policías forzaron a los practicantes dentro de un carro policial. De pronto, un anciano delgado corrió dentro del círculo. Manteniendo su puño derecho en alto, él gritó: “¡Falun Dafa es bueno!” Antes que él haya terminado la oración, un policía que estuvo detrás de él le noqueó al piso con un bastón, gritándole: “¡Quieres morir! ¡Viejo tonto! Otro policía vino y lanzó al anciano dentro del carro de policía. Estuvieron varios extranjeros en derredor tomando fotos. Los policías les confiscaron las cámaras y dañaron las cintas fotográficas, diciendo: “Extranjeros pueden ser tan atrevidos. ¡Lárguense!”
Cuando los practicantes y policías estuvieron todos en el carro, el carro de policía salió y circundó lentamente en derredor al sitio. Pude ver claramente a los policías en el carro moviendo sus bastones y escuché un “ping, ping” un sonido que salía del carro. De inmediato se aquietó el carro y las figuras en el asiento posterior todas fueron noqueadas al piso. En ese momento, vi una banderola ensangrentada en la parte delantera dentro del carro – “¡Falun Dafa es bueno!” Estos practicantes de Falun Gong son grandiosos.
Escena II – Una practicante de Falun Gong descalza
El mediodía del 21 de julio 2001 estuvo muy caliente. No hubo mucha gente en la Plaza Tiananmen, sin embargo la mitad de ellos eran policías vestidos de civil. Me senté a descansar detrás de un poste alto de luz en medio de la plaza. Poco después, pasaba una señora de mediana edad. Ella se sentó, se sacó sus zapatos y comenzó a hacer uno de los ejercicios de Falun Gong – la meditación. En dos minutos, un carro de policía estuvo cerca de nosotros. Dos policías saltaron del carro y se llevaron a la mujer, arrastrándola por los brazos. Aunque descalza, la practicante se resistió, pero fue lanzada dentro del carro. Los policías le quitaron su sombrilla y bolso y luego se fueron.
Mirando los zapatos en el piso yo temblaba de miedo. Con lágrimas en mis ojos pensé en mi madre y hermana en una situación similar. Yo mismo me arrastré hacia el fin de la plaza, esperando que pronto pudiera encontrar a los miembros de mi familia y llevarlas a casa.
Las experiencias anteriores son las más inolvidables. Hubo una media docena de incidentes similares, de los cuales no iré en detalle. Todo lo aquí mencionado es verdad.
Fecha de edición: 14/11/2004
Fecha de articulo original: 6/11/2004
Categoría: Información sobre la persecución
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.ca/mh/articles/2004/10/22/87232.html
Versión en ingles disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/11/6/54252.html