¿A dónde se dirigía mi vida?
Sin rumbo, iba a la deriva, perdida me sentía.
Tan pronto obtuve el Fa,
Las respuestas se hicieron tan claras como cristal.
Estoy sumamente agradecida al Maestro
Quien abrió la puerta celestial
Un día volaré a los cielos
Y para siempre en paz.