Los malvados deberían pensarlo dos veces antes de cometer su flagrante brutalidad
Cuando el Cielo y Tierra se vuelvan claros otra vez, a la caldera hirviente bajarán
Puñetazos y patadas poco pueden hacer para cambiar el corazón de una persona
Los vientos violentos anuncian un otoño aún más frío
Li Hongzhi
25 de octubre de 2001