Para quién existes

 

Para el hombre, la cosa más difícil de dejar son sus conceptos. Algunas personas no pueden cambiar sus conceptos, aunque incluso tengan que dar sus vidas por doctrinas falsas. Sin embargo, los conceptos mismos son adquiridos después del nacimiento del hombre, no son innatos. El hombre siempre cree que tales ideas inmutables –ideas que pueden hacerle pagar cualquier precio sin pensarlo dos veces– son sus propios pensamientos. Incluso cuando vea la verdad, él intentará rechazarla. En realidad, a excepción de la pureza e inocencia innata de uno, todos sus conceptos son formados después de su nacimiento y no son el ser real de uno.

Si estos conceptos adquiridos después del nacimiento se vuelven muy fuertes, invertirán su papel y dominarán el pensamiento y comportamiento real de uno. En este punto, una persona podría aún considerar que estos conceptos son sus propios pensamientos. Este es el caso para casi toda la gente contemporánea.

Al tratar asuntos de gran importancia, si una vida realmente puede, sin ninguna idea preconcebida, evaluar asuntos, entonces esta persona realmente puede decidir su propio destino. Esta lucidez es la sabiduría y es diferente de lo que la gente común llama “inteligencia”. Si una persona no puede hacerlo así, entonces está gobernada por conceptos adquiridos después de su nacimiento o por pensamientos ajenos. Lo que es aún más, él podrá luchar por ellos durante toda su vida; pero cuando alcance la vejez, aún no sabrá lo que ha estado haciendo durante toda su vida. Aunque esta persona no haya logrado nada en toda su vida, ha hecho innumerables cosas malas bajo el dominio de los conceptos adquiridos después de su nacimiento. Por tanto, en su próxima vida él tendrá que pagar sus deudas del yeli de acuerdo con sus propias maldades cometidas en esta vida.

Cuando uno actúa impulsivamente, lo que gobierna su pensamiento y sentimientos no es la razón, sino sus emociones. Cuando los diversos conceptos de una persona, tales como la fe en la ciencia, la religión, o una ideología, etcétera, son desafiados por la verdad de FOFA, él también se volverá impulsivo. Esto causará que el lado perverso de la naturaleza humana predomine, de este modo haciendo que se vuelva cada vez más irracional; esta es una consecuencia de estar dominado por las nociones adquiridas. Él seguirá ciegamente a otros saltando a conclusiones o complicando las cosas. Aún aquellos que tienen un buen lazo predestinado con el Fa pueden perder la oportunidad por esta razón, haciendo que ellos se arrepienten profunda y dolorosamente para siempre por su propia conducta.

Li Hongzhi
11 de julio de 1998