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Crímenes cometidos por Shao Lei, exdirector de administración de prisiones del Ministerio de Justicia, en la persecución a Falun Gong

Sept. 6, 2022 |   Por un corresponsal de Minghui en los Estados Unidos

(Minghui.org) Alrededor del 23.eraniversario de la supresión de Falun Gong por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) en 1999, los practicantes de Falun Gong de 38 países presentaron una lista actualizada de los represores a sus respectivos gobiernos, instando a que a los que figuran en la lista (y a sus familiares) se les prohíba la entrada y se les congelen sus bienes.

Los 38 países son: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Francia, Italia, España, Países Bajos, Polonia, Bélgica, Suecia, Austria, Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Chequia, Portugal, Grecia, Hungría, Eslovaquia, Luxemburgo, Croacia, Eslovenia, Letonia, Estonia, Chipre, Malta, Japón, Corea del Sur, Indonesia, Suiza, Noruega, Liechtenstein, Israel, México, Chile y Dominica.

Por favor, consulte la "Nueva lista de represores presentada a 38 gobiernos en el 23º aniversario de la persecución a Falun Gong" para más detalles.

Shao Lei, exdirector de la Administración de Prisiones del Ministerio de Justicia, está en la lista.

En la persecución a Falun Dafa, Shao participó activamente como subdirector y director de la Oficina de Administración Penitenciaria del Ministerio de Justicia. Bajo su dirección, la Oficina de Administración Penitenciaria y las prisiones a todos los niveles desempeñaron un papel importante en la persecución a los practicantes. Shao es responsable de los crímenes cometidos contra los practicantes de Falun Dafa. La persecución incluyó que fueran torturados, heridos, mutilados, asesinados y/o incluso que se les sustrajeran los órganos mientras estaban en prisión.

Información sobre el represor

Nombre completo del represor: Shao (apellido) Lei (nombre) (邵雷)
Género: Hombre
País: China
Fecha/año de nacimiento: Desconocida
Lugar de nacimiento: Desconocido

Shao Lei

Título y cargo

Enero de 2015 - Actualidad: Vicepresidente de la Asociación de Trabajo Penitenciario del Ministerio de Justicia.

Junio de 2005 - Enero de 2015: Director de la Administración Penitenciaria del Ministerio de Justicia.

Noviembre de 2002 - Junio de 2005: Subdirector de la Administración Penitenciaria del Ministerio de Justicia.

Los siguientes son ejemplos de delitos cometidos bajo la dirección de Shao.

Principales delitos que se conoce que fueron cometidos

1. Tortura y lavado de cerebro en el sistema penitenciario nacional

Desde que el PCCh lanzó la persecución a los practicantes de Falun Dafa en 1999, convirtió la seguridad pública, las ramas judiciales y los sistemas penitenciarios en la conocida vía de persecución.

Durante el mandato de Shao Lei como director de la Administración Penitenciaria del Ministerio de Justicia, de 2005 a 2015, cumplió proactivamente todas las órdenes dadas por su superior Wu Aiying.

Para obligar a los practicantes de Falun Dafa a renunciar a sus creencias y aumentar la llamada "tasa de transformación", la prisión pone en práctica una serie de métodos al torturar a los practicantes. Las torturas incluyen palizas violentas, descargas eléctricas, confinamiento, abusos sexuales, alimentación forzada, trabajos esclavos, lavado de cerebro y administración de drogas, que se utilizan habitualmente.

Según el "Informe de investigación sobre la tortura y el asesinato a practicantes de Falun Dafa por parte del PCCh", publicado por Minghui en 2013, entre los 3.653 casos de muerte confirmados, 404 (11%) tuvieron lugar en 122 prisiones de toda China.

A continuación se presentan ejemplos de los métodos de tortura utilizados:

Palizas violentas

Las palizas son uno de los métodos de tortura más comunes utilizados en las cárceles. Alrededor del 21% de los casos de muerte mencionados anteriormente se produjeron a causa de las violentas palizas propinadas por el personal penitenciario y los reclusos.

Además de golpear a los practicantes con las manos desnudas, los guardias también utilizan los pies, las rodillas, los codos y otras partes del cuerpo. Algunos guardias no dudan en golpear a los practicantes con instrumentos como palos, herramientas de hierro, taburetes, látigos y botellas de vidrio.

Los golpes pueden clasificarse además como bofetadas, pellizcos, cortes, moliendas, pisotones, empujones, arrastres, tirones y agarrones. Las víctimas de la tortura reciben golpes en la cabeza, la cara, las extremidades y zonas sensibles como los genitales.

Solo seis días después de que el señor Guo Xiaowen fuera llevado a la Prisión de Jinzhong, en la provincia de Shanxi, para cumplir una condena de tres años, fue golpeado hasta la muerte el 12 de marzo de 2013. Solo tenía 40 años y le sobrevivían su esposa, un hijo de 10 años y sus padres de 70 años.

Recreación de la tortura: Golpeando.

Instrumentos de tortura

En las cárceles se utilizan hasta 70 instrumentos de tortura, como esposas, grilletes, cinturones de compresión, cuerdas, banco de tigre, lecho de muerte, cuchillos, fuego y otros. A los practicantes se los cuelga por las muñecas, se los sujeta en bancos de tigre, se los encadena y se los cuelga con cuerdas, lo que provoca un dolor insoportable y a menudo se cobra vidas.

El Sr. Li Xiwang fue llevado a la Prisión de Gangbei (ahora conocida como Prisión de Binhai) en Tianjin el 18 de julio de 2011, para cumplir una condena de 8 años. El Sr. Li fue sometido a los "anclajes al suelo" el 29 de julio. En la tortura, las piernas de la víctima se mantienen rectas y fijas, mientras que sus manos están encadenadas al suelo. Se le arquea la espalda y se le inmovilizan las piernas. Aunque la resistencia máxima de los reclusos es de dos horas, el Sr. Li Xiwang estuvo anclado durante más de 10 horas, antes de que se descubriera que había muerto a medianoche. Tenía 49 años.

Ilustración de la tortura: "anclajes al suelo".

Descargas eléctricas

Las picanas eléctricas de alto voltaje se utilizan habitualmente en las prisiones y campos de trabajo. Los guardias suelen utilizar simultáneamente varias picanas de alto voltaje para dar descargas a los practicantes en los genitales, la cara, las extremidades, la cabeza, los pechos, el cuello, la espalda, la cintura, las costillas y el ano.

Cuando el Sr. Zhang Hui estuvo recluido en la Prisión de Gongzhuling, en la provincia de Jilin, los guardias lo pusieron en régimen de aislamiento y lo ataron a una cama. Le aplicaron tres descargas eléctricas hasta que las picanas se quedaron sin batería. Su ano y sus intestinos resultaron gravemente heridos, y murió en abril de 2009.

Ilustración de la tortura: Descarga con múltiples picanas eléctricas.

Alimentación forzada

Cuando los practicantes de Falun Dafa hacen huelgas de hambre para protestar contra la persecución, los guardias no dudan en alimentarlos a la fuerza. El objetivo de la alimentación forzada no es mantener la vida de los practicantes, sino torturarlos. Los guardias no solo utilizan la violencia en la alimentación forzada, sino que también aumentan el sufrimiento de los practicantes alimentándolos a la fuerza con salmuera, chile en polvo, mostaza en polvo, aceite de mostaza, maíz crudo en polvo, agua hirviendo y sopa caliente.

El Sr. Qin Yueming, de la ciudad de Yichun, provincia de Heilongjiang, que fue condenado a 10 años en la prisión de Jiamusi, fue alimentado a la fuerza en el baño de la prisión el 25 de febrero de 2011. A pesar de que el Sr. Qin le dijo al médico de la prisión que el recluso le había introducido la sonda de alimentación en el pulmón, el médico no hizo nada para tratarlo sino que lo llevó a una habitación vacía al final del pasillo. Murió al día siguiente. Solo tenía 47 años. Su rostro mostraba que había sufrido un dolor insoportable. Tenía los labios morados y sangre en la boca y la nariz.

Ilustración de la tortura: alimentación forzada.

Tratamientos inhumanos

Las autoridades penitenciarias también someten a los practicantes a diversos tratos inhumanos, como la privación del sueño, la inanición y la prohibición de ir al baño o de comunicarse con otras personas.

Algunos guardias alimentan a los practicantes con heces, orina, flemas, agua con chile, agua jabonosa y otras inmundicias, antes de amordazarlos con calcetines malolientes, trapos, telas o cinta adhesiva. Algunos practicantes de Falun Dafa son desnudados para humillarlos.

En 2005, Zhang Shuxia, una practicante de Falun Dafa de 60 años del distrito de Heping, en la ciudad de Shenyang, fue llevada a la Prisión de Mujeres de Liaoning, donde fue torturada por Wang Chunjiao y Miao Shuxia, dos reclusas.

Recordó: "Estas dos reclusas empaparon pimientos rojos en agua hirviendo, les añadieron sal y me los echaron en la boca. Wang me lavó las nalgas con agua de chile y me hizo beber 20 cucharadas de la misma agua de chile. También recogió las cáscaras de pimiento del suelo y me las metió en la vagina. Me echaron agua helada por el cuello hasta que mi chaqueta de algodón acolchado y mis pantalones estaban tan mojados que empezaron a gotear agua".

Tortura corporal

Las prisiones y los campos de trabajo suelen imponer torturas corporales a los practicantes de Falun Dafa. Someten a los practicantes a prolongadas posturas en cuclillas, de rodillas, a gatas, corriendo, de pie y sentados en el suelo o en pequeños bancos. También obligan a los practicantes a levantar los brazos a la espalda, haciéndoles inclinarse durante mucho tiempo.

Drogas psicotrópicas y venenos

Las prisiones utilizan habitualmente drogas psicotrópicas y venenos para torturar a los practicantes de Falun Dafa. Alimentan a los practicantes de Falun Dafa con drogas que dañan el sistema nervioso central, o envenenan clandestinamente a los practicantes.

Según el informe de Minghui de 2013, "Informe de investigación sobre los practicantes de Falun Dafa torturados y asesinados por el Partido Comunista Chino", 234 (6%) de los 3.653 casos de muerte confirmados fueron consecuencia de la administración de medicamentos.

De las 126 muertes, el 18% se produjeron en prisiones, el 33% en campos de trabajo, el 30% en centros de lavado de cerebro y hospitales psiquiátricos, el 10% en comisarías y el 8% en centros de detención.

La Sra. Zhu Yifang fue hospitalizada en dos ocasiones cuando cumplía condena en la Prisión de Mujeres de Chengdu. En el hospital, cuatro reclusas la tumbaron en la cama, le ataron las manos y los pies a las cuatro esquinas de la cama, y el cuerpo y las rodillas a los lados de la cama. A continuación, le administraron una droga desconocida. Una vez infundida la droga desconocida, experimentó latidos rápidos del corazón. Le dolían los vasos sanguíneos y tenía el estómago hinchado. Murió a causa de la inyección el 6 de marzo de 2012.

Para obligar a los guardias y a los reclusos a trabajar duro para torturar a los practicantes, las autoridades también vincularon el rendimiento anual de los guardias con la "tasa de transformación" de los practicantes e instigaron a los reclusos a torturar a los practicantes prometiendo reducciones de condena.

2. Cosecha de órganos a gran escala de practicantes vivos en el sistema penitenciario

Entre todos los métodos de persecución utilizados contra los practicantes, el peor es la sustracción forzada de órganos.

Desde que comenzó la persecución a Falun Dafa el 20 de julio de 1999, Jiang Zemin, exjefe del PCCh, a través del Comité Central de Asuntos Políticos y Jurídicos, la Oficina 610 Central y la Comisión Militar Central, convirtió al ejército, a la policía armada, al sistema judicial y a las instituciones médicas en un conducto masivo para matar a los practicantes por sus órganos. Las prisiones son también parte integrante de este sistema criminal.

Según las pruebas disponibles, las prisiones, los campos de trabajo y otras instituciones del PCCh trabajan en conjunto con el sistema médico para cosechar los órganos de los practicantes de Falun Dafa.

Bloody Harvest: Organ Harvesting of Falun Gong Practitioners in China (Cosecha sangrienta: Sustracción de órganos de practicantes de Falun Dafa en China), escrito por el abogado canadiense de alto nivel David Matas y el exsecretario canadiense de Asia-Pacífico David Kilgour, documenta sus investigaciones sobre este espantoso crimen.

El sistema penitenciario, que forma parte del Ministerio de Justicia bajo la dirección de Shao, forma parte del crimen organizado sistemático y vertical de la sustracción de órganos a los practicantes de Falun Dafa vivos.