(Minghui.org) La Sra. Wang Yuhong, oriunda de la ciudad de Linghai, provincia de Liaoning, fue liberada el 13 de abril de 2022, después de cumplir cinco años de prisión por su fe en Falun Dafa, una antigua práctica china de cultivación del cuerpo y la mente que ha sido perseguida por el régimen comunista chino desde 1999. Debido a las brutales torturas sufridas en prisión, su estado de salud era débil y delgada. Tres de sus dientes incisivos fueron arrancados durante una paliza. La mitad de su pelo estaba gris. Sus manos temblaban.

Detenida y condenada

La Sra. Dai Yunqin, también practicante de Falun Dafa, fue a visitar a la Sra. Wang en la mañana del 14 de abril de 2017, sin saber que había sido seguida por la policía. Poco después de su llegada, más de una docena de personas, entre las que se encontraban agentes del Departamento de Policía de la ciudad de Jinzhou y de la Oficina de Seguridad Nacional de la ciudad de Linghai, así como miembros del personal del Comité Residencial local, irrumpieron en el domicilio de la Sra. Wang sin mostrar ningún documento. Detuvieron a las dos practicantes, saquearon la casa de la señora Wang y confiscaron su ordenador, su teléfono móvil, todos sus libros de Falun Dafa y demás objetos personales.

La Sra. Wang fue llevada al Centro de Detención de Jinzhou esa misma tarde. Su detención fue aprobada poco después.

Fue juzgada en el Tribunal de la ciudad de Linghai el 11 de septiembre de 2017. Negó todos los cargos. Dijo que se esforzaba por ser una buena persona siguiendo los principios de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y que no había cometido ningún delito. Su abogado defensor también se declaró inocente en su nombre y pidió su absolución.

El juez la condenó a cinco años de prisión con una multa de 20.000 yuanes (3.020 dólares). Fue llevada a la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning el 5 de diciembre de 2017.

Torturada en prisión

La Sra. Wang fue sometida a largos periodos de tortura en la prisión.

El 27 de octubre de 2021 fue llevada a una oficina de la prisión. El guardia Zhao Changru y el jefe de equipo Zhang Yu intentaron obligarla a renunciar a su fe. La Sra. Wang les dijo amablemente que Falun Dafa enseña a la gente a ser buena y que ella no había cometido ningún delito por defender su fe. Ellos se pusieron furiosos.

Para conseguir que sus compañeras de celda la odiaran, no dejaban que ninguna se bañara y las obligaban a sentarse en un pequeño taburete para estudiar materiales de lavado de cerebro.

Al ver que la Sra. Wang seguía negándose a transigir, Zhao ordenó a la reclusa Sun Shanshan y a otros guardias que la golpearan. Le dieron patadas, puñetazos y golpes en la cabeza, la cara y el pecho. La reclusa Sun le metió un trapo en la boca para que no gritara. No dejaron de golpearla hasta que la sangre goteó de su boca. Le arrancaron tres incisivos y quedo inconsciente, se le aflojaron muchos dientes. Después, tuvo dificultades para comer y a menudo tenía que tragar la comida apenas masticada.

Cuando la Sra. Wang discutió con los guardias sobre sus acciones ilegales y exigió justicia, el jefe de sección Dong Lu le dijo: "Demándanos si quieres, pero ¿tienes dinero para contratar un abogado? ¿Quién va a testificar por ti? Las reclusas aquí son como hormigas, y podemos tratarlas como queramos". La Sra. Wang acabó recibiendo una amonestación, mientras que a los guardias y reclusas implicadas no les pasó nada.

Cuando los guardias le entregaron los papeles de la amonestación, le dijeron que cooperara, ya que sus cámaras corporales estaban grabando. Ella abrió la boca para mostrar que le habían arrancado los incisivos y se negó a aceptar esa amonestación. Exigió a las autoridades que hicieran justicia, pero fue en vano. La amonestación redujo su límite de gasto mensual en productos de primera necesidad de 200 yuanes a 100 yuanes (15 dólares).

Para poner fin a la injusticia y evitar que sus compañeras de celda fueran castigadas, se puso en huelga de hambre para protestar.

Para cuando salió de la cárcel, se encontraba en muy mal estado.

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