(Minghui.org) Como ciudadana china común, los "milagros" me eran ajenos. ¿Realmente existe lo divino? No lo sabía. Para sobrevivir en la sociedad, aprendí a trabajar duro y a luchar por las cosas que quería. Pero las cosas no necesariamente iban a mi manera. Aunque me esforzaba mucho en mi trabajo, en mi vida y en mi futuro, con mucha frecuencia, los demás no me trataban con justicia. Como resultado, me sentía decepcionada, frustrada y preocupada, lo que no me dejaba tiempo ni energía para pensar en, si los milagros tenían algo que ver conmigo.

Sin embargo, después de practicar Falun Dafa durante más de 20 años, me di cuenta de que muchas cosas en mi vida no son accidentales. Con una mente humilde, aprendí a apreciar lo que tengo, ya que mucho de ello, es de hecho milagroso.

Por encima de una persona común

Falun Dafa se presentó al público hace 30 años y tuve la suerte de leer las enseñanzas. Aunque tenía poco entendimiento de la cultivación, me conmovió profundamente el carácter sagrado y maravilloso de Dafa. Siempre había anhelado ser una buena persona y Falun Dafa haría realidad mi sueño.

Al leer Zhuan Falun y otros libros del señor Li Hongzhi (fundador de Falun Dafa), me sentí intensamente atraída por las profundas enseñanzas sobre la vida, el universo y las características del cosmos. Con mi mente abierta y la sabiduría ampliada, un día me di cuenta de que la pureza y la maravilla de lo divino son naturales. Comparados con ellos, los seres humanos somos como hormigas. Por lo tanto, no podemos juzgar las cosas basándonos en nuestras nociones humanas.

Dicho esto, había todavía muchas cosas que no sabía. Por ejemplo, mi marido y yo discutíamos con frecuencia por cuestiones triviales. Yo lo cuidaba mucho y hacía las cosas mucho mejor que él, pero él seguía criticándome todo el tiempo. Al sentirme agraviada e incapaz de explicarme con claridad, estaba llena de resentimiento y me sentía herida y enojada. Sin embargo, sabiendo que esa mentalidad no era propia de una practicante, decidí hacer las cosas bien según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia como si fuera una practicante nueva.

Antes de empezar a practicar Falun Dafa, estar furiosa, sentir que me trataban injustamente- y pelear con mi marido era lo normal para mí. Durante estos años de práctica de cultivación, mejoré en algunos aspectos. Pero cada vez que surgían conflictos entre mi marido y yo, seguía tendiendo a dilucidar quién tenía razón y quién no, o si él me había tratado con justicia. Aunque era consciente de la existencia de esta mentalidad, no le prestaba mucha atención porque me parecía normal que marido y mujer discutieran. Como resultado, no podía mantener una mente tranquila y compasiva como practicante.

Afortunadamente, seguí intentando mirar hacia dentro y comportarme según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Fue doloroso, pero con la guía de Dafa, fui capaz de reconocer dónde había actuado mal y dejar gradualmente los malos pensamientos de resentimiento, ira y envidia. Poco a poco, me di cuenta de que tendía a ver las cosas desde mi propia perspectiva. Siempre intentaba demostrar que yo tenía razón y me quejaba de mi marido cuando no cumplía mis expectativas. Con esta comprensión, poco a poco llegué a entender, que era yo la que tenía una mentalidad estrecha y egoísta. Como resultado, me di cuenta de la importancia de ser humilde.

Agradecimiento profundo

Un día comprendí de repente que lo que había experimentado en Falun Dafa no había venido fácilmente. Por ejemplo, además de la elevación de la naturaleza de mi mente que mencioné antes, nunca necesité ver a un médico en los más de 20 años de práctica de cultivación y mi salud estaba mejor que nunca.

Aquí están varias historias. Cuando estuve retenida en un centro de lavado de cerebro, hice una huelga de hambre durante más de 20 días sin comer ni beber. Después de ser alimentada a la fuerza con comida muy salada, perdí el conocimiento y me diagnosticaron tuberculosis avanzada. Sin embargo, al volver a casa, no tomé ninguna medicina y me recuperé completamente en tres meses.

Una vez, antes de que me trasladaran a una prisión, un médico del centro de detención me dio una gran dosis de sedantes, "prometiendo" mantenerme mansa. Sin embargo, me mostré muy enérgica y grité "Falun Dafa es bueno" durante todo el viaje a la prisión. Además, la tortura física y el abuso mental en la prisión fueron largos e intensos, lo que fácilmente podría volver a una persona loca. Pero con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en mente, fui capaz de soportarlo con una mente tranquila y sin quejarme.

Al recordar estos incidentes milagrosos, me di cuenta de repente de que estaban más allá de lo que la ciencia moderna puede explicar. Pero me pasaron a mí, y también otros practicantes experimentaron cosas parecidas, como se documenta en Minghui. Hubo muchos casos de enfermedades incurables, catástrofes naturales y accidentes que podían cobrar vidas y destruir bienes. Mediante recitar las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", mucha gente fue bendecida con protección y salud. Falun Dafa también ha dado capacidad a los individuos que fueron adictos a la violencia, drogas, apuestas o juegos electrónicos, a abandonar sus malos hábitos. Las personas que sufren ansiedad y depresión, también han visto desaparecer sus síntomas después de recitar las frases auspiciosas.

Mirando hacia atrás en la historia, muy pocos grupos pudieron sobrevivir al terror del comunismo. Sin embargo, los practicantes de Falun Gong se han mantenido firmes tras décadas de persecución en manos del PCCh. A pesar de las sofisticadas herramientas de censura del PCCh, de los canales de lavado de cerebro sistemático, de la horrenda extracción forzada de órganos y de muchos más crímenes, los practicantes siguen siendo pacíficos y compasivos, a la vez que inspiran a personas de más de 100 países... ¿No son estos verdaderos milagros?

Ayudar a los demás

Desde la antigüedad, la gente ha visto que el sol sale por el este y se pone por el oeste, como si el tiempo no tuviera principio ni fin. A lo largo de miles de años de civilización, la conexión con lo divino ha inspirado a la humanidad a ser buena. Sin embargo, con la ciencia moderna, no sólo ha cambiado nuestro entorno, sino que la moral también ha descendido drásticamente, lo que ha provocado que nos alejemos de lo divino.

Afortunadamente, he podido estudiar las enseñanzas de Falun Dafa. Los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia me enseñan a ser humilde, a apreciar lo que tengo y a compartir la gracia de lo divino con más gente.

Después de todo, este mundo necesita gente buena. Si apreciamos la virtud en nuestros corazones y nos mantenemos humildes, podremos ser testigos de más milagros.

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