(Minghui.org) Desde que comenzó la persecución a Falun Dafa, en 1999, las autoridades de la provincia de Heilongjiang han seguido activamente las órdenes del régimen comunista: torturar a los practicantes para obligarlos a renunciar a su fe.

Uno de los centros de tortura es la prisión de Hulan, destinada a los  condenados a muerte y a penas severas. Desde 1999, se han registrado un total de 17 muertes por tortura. Salvo tres practicantes de más de 70 años y uno cuya edad se desconoce, la mayoría estaban aún en la flor de la vida, cuando murieron.

Los 17 practicantes fallecidos (con su edad entre paréntesis) eran: Bian Fusheng (70 años), Feng Xue (47 años), Guo Xingwang (unos 40 años), Ji Baoshan (39 años), Kong Lingjin (65 años), Liu Fucai (55 años), Luo Jingshan (65 años), Lu Shubin (56 años), Qian Houmin (60 años), Sun Shaomin (54 años), Wang Dechen (50), Wang Fengchen (edad desconocida), Yu Liangbin (76), Zhang Yaoming (59), Zhao Chengxiao (76), Li Min (52) y Ge Zhenhua (67).

Los dos últimos casos de muerte por tortura

Hombre de 67 años muere en prisión mientras cumplía siete años por su fe

El Sr. Ge Zhenhua, de la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang, murió en prisión el 22 de octubre de 2022. Tenía 67 años.

El Sr. Ge fue detenido el 20 de junio de 2016 por colocar carteles sobre Falun Dafa y distribuir material informativo. El Tribunal de la ciudad de Shangzhi lo condenó a 12 años con una multa de 50.000 yuanes, el 2 de diciembre de 2016. Apeló ante el Tribunal Intermedio de la ciudad de Shangzhi, que confirmó su condena pero redujo su pena de prisión a siete años con una multa de 30 000 yuanes.

Desde que estalló la pandemia en 2020, las autoridades de la prisión de Hulan han ordenado una administración rigurosa de los practicantes de Falun Dafa encarcelados. Obligan a los practicantes a sentarse en pequeños taburetes durante todo el día y les niegan las visitas familiares. Las autoridades de la prisión presionan a los practicantes para que renuncien a su fe. Los que se niegan a hacerlo son brutalmente torturados.

La familia del Sr. Ge fue informada por la prisión a principios de octubre de 2022 de que había sufrido un derrame cerebral y estaba en el hospital. La prisión ordenó a la familia que pague sus gastos médicos, que ascendían a más de 10 000 yuanes al día. La familia no podía pagar y la prisión los obligó a firmar un consentimiento para detener el tratamiento. El Sr. Ge falleció el 22 de octubre.

Un hombre de Heilongjiang muere cuatro años después de cumplir su segunda condena por su fe

Tras soportar más de diez años de tortura en prisión por practicar Falun Dafa, el Sr. Li Min, de la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang, sucumbió a la angustia mental y física, y falleció el 6 de julio de 2022. Tenía 52 años.

Desde el inicio de la persecución, el Sr. Li fue sometido a un año de trabajos forzados y condenado dos veces a 5 y 5,5 años, respectivamente. Perdió todos los dientes debido a las salvajes palizas que recibió tras ser detenido en octubre de 2000 por hacer un llamamiento en favor de Falun Dafa en Beijing.

En la prisión de Hulan, un recluso cubrió una vez la cabeza del Sr. Li con una bolsa de plástico y le introdujo en la nariz dos cigarrillos encendidos. Estuvo a punto de asfixiarse. A continuación, los reclusos le frotaron con fuerza ida y vuelta el pecho y las costillas con los puños, mientras le pisoteaban los brazos para impedir que se mueva.

Quince minutos después, cuando los reclusos se agotaron, lo obligaron a agacharse y a apoyar las manos y la cabeza contra la pared. Llamaban a la tortura "pilotear un avión".

Ilustración de la tortura: "Pilotear un avión"

Por la noche metían al Sr. Li debajo de la cama. Casi le quebraron su espalda. A la mañana siguiente, el guardia Li Ji lo golpeó más de diez veces con un tubo de PVC y lo obligó a firmar una declaración de renuncia a Falun Dafa.

Ilustración de tortura: “Amarrado debajo de la cama”

Casos recientes de tortura

Exguardia de prisión golpeado salvajemente durante su encarcelamiento por practicar Falun Gong, sufre ruptura y extirpación del bazo

El Sr. Dai Qihong, ex guardia de prisión, sufrió la rotura del bazo tras ser golpeado por los reclusos, mientras cumplía cinco años en la prisión de Hulan.

Desde que estalló la pandemia en 2020, las autoridades penitenciarias ordenaron un manejo aún más estricto de los practicantes de Falun Dafa encarcelados. A muchos se les obliga a sentarse en pequeños taburetes durante todo el día y no se les permite moverse. Los que se niegan a renunciar a Falun Dafa son recluidos en régimen de aislamiento y se les niegan las visitas familiares.

El 29 de septiembre de 2022, el Sr. Dai se negó a hacer la guardia del turno de noche y fue golpeado por los reclusos. Sufrió fuertes dolores abdominales y se volvió incontinente. Hacia medianoche, los reclusos lo sacaron de la cama, le patearon el pecho y el abdomen y lo azotaron con un zapato.

Al día siguiente, el Sr. Dai luchaba con un dolor abdominal intensificado. Su rostro estaba pálido y entró en estado de shock. Los guardias lo llevaron al hospital y el médico comprobó que sufría un shock hemorrágico debido a la rotura del bazo. Como el daño en el bazo era irreparable, el médico le practicó una intervención para extirpárselo. El Sr. Dai regresó a la prisión el 8 de octubre.

Ex cirujano ortopédico sometido a incesantes palizas y descargas eléctricas (linck en inglés)

Li Lizhuang, ex cirujano ortopédico de 49 años de la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang, fue trasladado a la prisión de Hulan en febrero de 2022 para cumplir una condena de diez años por practicar Falun Dafa. Durante los tres primeros meses allí fue sometido a palizas constantes, descargas eléctricas y privación del sueño, entre otras muchas formas de tortura.

Sr. Li Lizhuang

El Sr. Li fue asignado al pabellón de entrenamiento cuando ingresó en la prisión de Hulan el 17 de febrero de 2022. Los reclusos le aplicaron descargas eléctricas, sobre todo en las partes más sensibles, como la cabeza, el cuello, el pecho, las manos, las rodillas y las partes íntimas. También le rociaron con agua picante las partes íntimas, la cara interna de los muslos, las nalgas, el ano y los ojos. El Sr. Li perdió varias capas de piel debido a la tortura.

Como el Sr. Li se mantenía firme en Falun Dafa, los guardias ordenaron a los reclusos que lo privaran del sueño. Como tenía mucho sueño y no podía mantener los ojos abiertos, los reclusos le pincharon los dedos de las manos y los pies. A la mañana siguiente, Li se despertó con muchos moratones en el cuerpo.

El recluso Chen Mingfei le preguntó si sabía hacer el baile de la plaza. El Sr. Li dijo que no. Entonces Chen le ordenó que se metiera en el agua y le dio descargas eléctricas. Como el Sr. Li no paraba de saltar debido a las descargas, Chen se echó a reír. Repetían la tortura por la tarde y por la noche.

Además de las descargas eléctricas y la privación de sueño, también le racionaban la comida o lo obligaban a comer cantidades excesivas varias veces seguidas. A veces, los reclusos le escupían flemas, cacahuetes masticados o semillas de melón en la cara para humillarlo.

En otra ocasión, los reclusos arrastraron al Sr. Li por el suelo y lo golpearon en la cabeza con los zapatos. Tuvo visión borrosa en el ojo izquierdo durante dos semanas. Un recluso también metió sus apestosas medias en la boca del Sr. Li, que estuvo a punto de asfixiarse.

Información de contacto de los represores:

Wei Yuchuan (魏玉川), jefe de la prisión de Hulan: +86-451-57307220, +86-451-57307220

Deng Xiaogeng (邓晓更), subdirector de la prisión de Hulan

Li Jingchao (李晶超), instructor político de la prisión de Hulan.

(Más información de contacto de los autores en el artículo original en chino).

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