(Minghui.org) Normalmente, el salario de una persona comienza a disminuir cuando llega a cierta edad, pero el mío aumentó a medida que envejecía.

Mi historia comienza a finales de 2020. Durante la llamada campaña de "reducción a cero" del partido comunista chino (PCCh), agentes de la policía local y de la asociación de vecinos vinieron a mi lugar de trabajo. Me pidieron que firmara un documento de renuncia a Falun Dafa. Cuando me negué, me obligaron a dejar mi trabajo.

Un par de días después, cuando visité la casa de mi padre, vi una bolsa con frutas y una caja de leche en su mesa. Le pregunté quién había venido de visita. Me dijo: "Unos cuantos, entre ellos policías y agentes de la asociación de vecinos. Quieren que te inste a firmar el documento. Pueden restituirte el trabajo en cuanto lo hagas. Estarán aquí esta noche para hablar contigo".

Pensé: Quieren utilizar el afecto que tengo por mi padre para que firme su documento. En efecto, las viejas fuerzas ven claramente los apegos de uno y buscan resquicios para aprovecharlos.

Poco después vinieron algunas personas de la asociación de vecinos y un agente de policía. Les pedí a todos que se sentaran. Un agente de la asociación de vecinos me dijo: "Hablaremos con su gerente y le dejaremos volver al trabajo en cuanto firme el documento. Su nieta y su familia se verán afectadas si no lo hace".

Dije: "Es un honor para mí poder aprender Falun Dafa. Mis hijos y mi nieta estarán mejor porque practico Falun Dafa. Además, un practicante puede ganar buen dinero dondequiera que trabaje".

Sin embargo, mi padre se puso de acuerdo con lo que ellos decían e intervino: "Ahora es difícil para la gente encontrar trabajo, incluso para una persona corriente. ¿Por qué te cuesta tanto firmar?".

"No te preocupes por mi trabajo", respondí. "Quizá gane más dinero si consigo un nuevo trabajo. Puedo encontrar un nuevo trabajo, pero firmar ese documento va en contra de mi conciencia. Sabes muy bien que me recuperé de mi enfermedad practicando Falun Dafa".

Entonces me dirigí a todos los presentes: "No he tomado ni una sola píldora durante los 20 años en que me estoy cultivando. Los chinos creen que uno debe duplicar la devolución cuando recibe un favor. Es mi culpa que no les haya aclarado lo suficiente los hechos sobre Falun Dafa, como para que me presionen a firmar este documento. No merecería ser una persona si firmara un documento desprestigiando al Maestro Li Hongzhi (fundador de Falun Dafa) en un momento en que se le calumnia".

Después, expliqué más los hechos sobre Falun Dafa y di ejemplos de que uno recibe la recompensa de lo que siembra. Seguí el Fa del Maestro para guiarme durante todo el encuentro. También envié pensamientos rectos para disolver los factores malignos que controlaban a estas personas y evitar que cometieran crímenes contra Falun Dafa. Todos se fueron a las 11 de la noche después de ver que no había ninguna esperanza de que yo firmara.

Descansé en casa durante un par de semanas, y luego sentí que era hora de encontrar un trabajo. Así mi padre dejaría de regañarme. Así que añadí un pensamiento a mi envío de pensamientos rectos: "Disolver todos los demonios podridos y espíritus bajos de diferentes niveles y detener su interferencia a mi fuente de ingresos".

El teléfono sonó tan pronto como terminé de enviar pensamientos rectos. Era un pariente que me preguntó: "¿Buscas trabajo? Conozco un lugar que está buscando gente. Creo que sería una buena opción para ti". Le dije que casualmente estaba pensando en conseguir un trabajo. Entonces exclamó: "Bien. Les diré que vas a ir. Pagan muy bien".

El sueldo del primer mes en el nuevo trabajo era 500 yuanes más que en el anterior. Después de ver cómo trabajaba con diligencia, el jefe me trasladó a otro puesto que requería un poco más de habilidad. El sueldo aumentó aún más. Me dijo: "El mes que viene el sueldo aumentará en otros cientos de yuanes". Al año siguiente, me volvieron a subir el sueldo.

Cuando fui a visitar a mi padre, le mostré lo que ganaba. Le dije que había recibido muchos beneficios desde que aprendí Falun Dafa, y que este era otro beneficio más que recibía.

Ahora mi padre siempre dice a la familia y a los amigos cuando nos reunimos: "¡Es curioso que una persona de 60 años pueda seguir recibiendo aumentos de sueldo!".

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