La única manera de alcanzar la compasión es eliminando la envidia

(Minghui.org) Mi esposo me contó que le pidió a un amigo que lo ayudara a reparar algo, y su amigo aceptó felizmente, pero nunca trabajó en ello. Su amigo consoló a mi esposo diciendo: "No te preocupes. No es fácil. A mí me pasó lo mismo cuando intenté hacerlo. Puedes intentarlo unas cuantas veces más. Requiere algo de tiempo y esfuerzo". Su amigo podría haberlo hecho fácilmente, pero no estaba dispuesto a hacer un pequeño esfuerzo por la comodidad de mi esposo.

Miré adentro y fue cuando me di cuenta que el comportamiento del amigo de mi esposo tenía sus raíces en la envidia. Me pregunté si yo tenía una mentalidad similar: Generalmente, me siento bien al ver que otras personas se esfuerzan y pagan sus deudas. Me siento equilibrada solo al ver que otros han sufrido penurias y han trabajado duro. Para ser más específica, no quiero ver a los demás sentirse bien y solo me siento satisfecha cuando los demás tienen que ajustarse a mis nociones. Es el equivalente a medir a los demás y hacer arreglos para los demás utilizando mis propias nociones.

Esta mentalidad refleja una perspectiva egoísta en lugar de desinteresada. Creo que es como Shifu Li, el fundador de Falun Dafa, describió el por qué las viejas fuerzas interfieren con nosotros.

“Las viejas fuerzas piensan que si ustedes pueden completar una cosa tan fácilmente, no habrá poderosa virtud, por eso crean dificultades para ustedes (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015).

Identificar la envidia me permitió ver muchas facetas de este apego, como negarse a hacer sacrificios por los demás. La raíz de la envidia es el egoísmo, dar prioridad a uno mismo en los momentos críticos, y hacer cosas para uno mismo sin considerar la necesidad de los demás, y mucho menos para el beneficio de los demás.

Los practicantes de Falun Dafa deben mirar hacia adentro y corregirse según el Fa. Es un proceso de eliminar el egoísmo. El Maestro nos ha enseñado a cultivar la benevolencia y a convertirnos en seres desinteresados. ¡Qué gran sacrificio y devoción se necesita!

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