(Minghui.org) Cuando se está en peligro, mantener el pensamiento recto: "Tú no me controlas" puede ayudar a mantenerte a salvo. Los siguientes son ejemplos de la vida real en los que Shifu Li, fundador de Falun Dafa, protege a sus practicantes.

Un oficial de policía vio a una practicante anciana hablando con alguien sobre Falun Dafa. Ella corrió cuando vio que él venía tras ella. El agente casi la había alcanzado cuando ella pensó: "¡Tú no me controlas!". De repente, el agente dejó de perseguirla y comenzó a caminar en otra dirección. La practicante dio las gracias a Shifu por haberla protegido.

Durante la pandemia, un practicante fue a un supermercado donde todos los clientes tenían que escanear un código QR o firmar un formulario. El practicante tuvo el fuerte pensamiento recto: " ¡Tú no me controlas!". El empleado bajó la cabeza como si buscara algo, y el practicante entró en la tienda sin ser detenido.

Otra practicante se quedó en casa con su esposo y sus dos hijos durante el toque de queda del PCCh para obligar a los practicantes habituales de Falun Dafa a renunciar a su fe. Un día, sin previo aviso, dos policías y dos miembros del personal comunitario entraron en a su casa sin permiso. Le dijeron que firmara un papel en blanco, alegando que entonces no volverían a molestarla. Ella se negó a firmar y les habló de Falun Dafa y de la persecución. Su esposo temía que la detuvieran y quiso firmar en su nombre, pero ella le pidió que no lo hiciera.

Sus hijos empezaron a llorar cuando vieron a la policía en su casa. Uno de los niños corrió al dormitorio quejándose de dolor de estómago. Cuando el practicante lo siguió, el niño dijo: "¡Mamá, firma el papel para que la policía no te lleve!". La madre respondió: "Ellos no me controlan. Shifu tiene la última palabra". Les dijo a los niños que no había hecho nada malo y que no tuvieran miedo.

El salón estaba en silencio y, cuando entraron los policías y el personal comunitario ya se habían marchado.

Mi esposa y yo somos practicantes. A causa de la persecución, creímos necesario abandonar nuestra casa durante un tiempo. Un día subimos a un autobús interurbano y el conductor nos dijo a todos los pasajeros que sacáramos nuestras tarjetas de identificación. "Nos acercamos a un puesto de control y comprobarán nuestros documentos de identidad". Cuando le dije al conductor que no tenía ninguno, me contestó: "¡Eso es inaceptable!".

Mi mujer envió pensamientos rectos para eliminar a los malos elementos que interferían con nosotros, y yo mantuve el pensamiento: "¡No nos controlan!". El policía que custodiaba el puesto de control no detuvo nuestro autobús y nos dejó pasar directamente. El conductor del autobús, confundido, comentó: "¡El policía ni siquiera nos detuvo!".

De camino a casa desde una ciudad cercana, otro practicante y yo salimos de la autopista principal y pagamos el peaje. Entonces vimos una fila de coches delante de nosotros. Le pregunté a un agente qué pasaba y me contestó: "Debido a la pandemia, todo el mundo tiene que escanear un código QR o registrar su nombre". En ese momento no podíamos dar marcha atrás.

Mientras estaba sentada en el coche, tuve un fuerte pensamiento recto: "¡Ustedes no nos controlan!". Cuando nos acercamos al puesto de registro, el responsable se levantó, se dio la vuelta y miró hacia el otro lado. Le dije al otro practicante: "Esta es nuestra oportunidad, ¡vamos!". Pisó el acelerador y nos fuimos. Di las gracias a Shifu por protegernos.

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